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Cultura

Madrid nunca fue una ciudad tan Pop como este verano

Alegórico, exagerado, chillón y hasta canalla. Así es el Pop, uno de los movimientos artísticos que explotó como ningún otro la idea de la mercancía, del arte como objeto de consumo en una sociedad de masas en la que un gesto nos hacía verdaderamente iguales: el consumo.

 A esta corriente nacida en Inglaterra en el siglo XX le dedican dos museos madrileños sendas exposiciones este verano:  Mitos del Pop, que se podrá ver en el Museo Thyssen-Bornemisza (del 10 de junio al 14 de septiembre) y Richard Hamilton, una retrospectiva dedicada al británico en el Museo Reina Sofía (del 27 de junio al 13 de octubre).

Con una selección de más de cien obras, la exposición del Thyssen rastreará las fuentes comunes del pop internacional y realizará una revisión de los mitos que tradicionalmente han definido al movimiento. La muestra, comisariada por Paloma Alarcó, jefe de conservación de Pintura Moderna del Museo Thyssen, los platos fuertes son sin duda Andy Warhol, que exhibe 24 obras, y Roy Lichtenstein, con 10. Sin embargo, según sus propios organizadores, la intención de la muestra es darle una vuelta de tuerca a la idea que ya se tiene del pop.

Así como se ha querido mostrar lo más primitivo del movimiento, sus orígenes en Gran Bretaña, su explosión en Estados Unidos y sus manifestaciones en Europa, también existe la intención específica de  medirlo con respecto a otras expresiones y corrientes la historia del arte. La intención es buscar puntos de confluencia y por supuesto el influjo que tuvieron sus principales exponentes en expresiones posteriores.

Así queda expresado en el diseño de la exposición, que arranca su recorrido con la versión que hizo Andy Warhol  del Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli, y que pone de manifiesto no sólo la idea de la reproductibilidad  de la obra como objeto, sino la naturaleza alegórica del arte en un momento donde la imagen se convierte en la versión de otra.  De  ahí  el título que da nombre a la exposición. "Hemos querido tratar cómo el pop se nutre de los mitos, en una sociedad mitómana, pero al mismo tiempo también hay que liberar este movimiento de determinados mitos como que es banal y superficial. En el pop nada es lo que parece", ha dicho la comisaria de la muestra.

El Reina Sofía en cambio tardará un poco más. Será el 27 de junio cuando el público pueda visitar Richard Hamilton, la mayor  retrospectiva organizada hasta el momento sobre el artista británico, uno de los creadores más influyentes del siglo XX y uno de los más destacados protagonistas de este movimiento en Gran Bretaña.

En ella se han reunido más de 250 obras producidas entre 1949 y 2010, que muestran su interés por la cultura de masas y el diseño gráfico expresado en una amplia gama de medios, incluyendo pinturas, fotografías, dibujos y grabados hasta obras creadas a partir de su experimentación con imágenes generadas por ordenador y colaboraciones con otros artistas.

En ocasión de ambas exhibiciones, el Thyssen y el Reina Sofía  han creado una entrada conjunta (su precio es de 13 euros), con la que se podrá acceder a las dos muestras. Para el Thyssen tendrá que elegirse el día y hora concretos de visita, mientras que la del Reina Sofía estará vigente durante todo el periodo de exhibición. Según sus responsables, esta entrada supone un ahorro del 20%.

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