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Cultura

Cristina Campos: "La relación que tienen los hombres con el sexo es muy diferente a la de las mujeres"

La escritora explora aspectos como el deseo femenino dentro del matrimonio en 'Historias de mujeres casadas'

¿Se puede mantener el deseo sexual en un matrimonio de más de 20 años? ¿Es la indfedilidad masculina diferente a la femenina? ¿Cuántas veces los hijos son el único elemento que mantiene unido a un matrimonio cansado? La escritora Cristina Campos aborda todas estas cuestiones en Historias de mujeres casadas, novela por la que resultó finalista del premio Planeta 2022. Vozpópuli entrevista a la autora durante la presentación de la obra.

Pregunta. Habla de matrimonios, y sobre todo de mujeres cansadas del matrimonio. Alguien dijo que la monogamia era un buen invento para cuando la esperanza de vida era de 40 años. ¿Está de acuerdo?

Repuesta. (Risas) Es buenísimo eso. 

P. Se lo escuché a Carmen Calvo hace poco en la radio, citando a alguien.

R. La rutina conyugal y el tedio de la vida cotidiana hacen que una relación se pueda resentir. Mi protagonista lleva casi dos décadas casada es una mujer blanca, europea, privilegiada, independiente económicamente de su marido y se cruza un hombre en su camino, y puede romper esa relación. Es difícil el matrimonio… La media en España son 16 años de duración.

P. Justo ha mencionado personajes autónomos, independientes, inteligentes, pero ¿son libres?

R. El matrimonio les da libertad, lo que no les da libertad son los hijos. Esta novela sin hijos no funcionaría porque si llevas 16 años casada y se te cruza un tío interesante por la vida, te vas, lo pruebas. Pero si estás casada, tienes una familia, un tío maravilloso a tu lado, por el cual ese deseo sexual se desvanece con el tiempo. Y a mi protagonista se le cruza un tío interesante que además sexualmente se lo pasa muy bien con él y se plantea si dejar su matrimonio o no dejarlo.

P. ¿Los hijos se pueden convertir en una especie de carceleros?

R. Yo soy hija de padres divorciados y no me ha ido mal en la vida… Lo que pasa es que priorizas a tus hijos y luego vas tú.

P. ¿Cómo entendemos esto: tradición, conservadurismo en el sentido de cero riesgos?

R. No lo veo así, simplemente a mi protagonista le duele romper todo eso que ha construido todo eso a lo largo de su vida, a pesar de que desea física y psíquicamente a otro hombre. Es de valientes ser infiel

P. Dentro de la pareja siempre va a ser un tabú esta falta de deseo sexual

R. Bueno, ellos lo saben… Hay un capítulo muy bonito dentro de la novela que se llama "La nobleza del marido" en el que se muestra la nobleza con el deseo por sus mujeres. Da igual el tiempo que haya pasado que nos siguen viendo hermosas. A mis protagonistas, sus maridos siguen deseándolas a pesar de haber envejecido, sin embargo a nosotras ese deseo sexual se nos desvanece. Ellos lo saben, aunque no se hable mucho, pero lo saben.

P. ¿Cree que la generación Z y siguientes serán capaces de normalizar estas circunstancias?

R. Por supuesto que sí, la generación que sube creo que es mucho más sabia que la nuestra. Una infidelidad sería algo casi normal, el poliamor, las relaciones abiertas… Evidentemente, ellos lo asumirán de otra manera.

P. Porque este modelo tradicional, que refleja en su novela, ¿lo interpreta como una especie de represión?

R. No, simplemente es que las mujeres somos cuidadoras, protegemos nuestras familias. Esta novela habla del matrimonio desde la libertad, porque ella se queda allí porque quiere.

P. En su novela también aparece la figura de la prostitución. Todos los estudios señalan que los hombres consumen mucha más prostitución que las mujeres

R. ¡Pero mucho! Son muchos millones de euros, la relación que tienen los hombres con el sexo es muy diferente. Las cuatro historias de las mujeres de la novela han sucedido realmente, mis amigas que han sido infieles ninguna de ellas buscaba una noche de sexo, amigos míos sí, o incluso los que han mantenido una relación con una amante han sabido diferenciar muy bien entre su mujer y su amante. En Holanda se intentó hacer gigolós y no funcionó, duró un mes.

P. ¿A qué cree que se debe estas diferencias?

R. No lo sé… Las mujeres de mi generación, o mejor dicho, las mujeres con las que yo he hablado, las mujeres que me rodean, no tenemos tanta necesidad de sexo. Creo que el hombre tiene más necesidades, aunque no lo sé, no soy sexóloga.

P. En su novela aparece la dificultad de las mujeres de separar sexo y sentimiento

R. Es muy difícil que nosotras separemos sexo del sentimiento. Mi protagonista no busca una noche de sexo, busca una historia bonita, intensa, volverse a enamorar… Es muy mental el deseo de la mujer, como yo no quiera excitarme no me voy a excitar. De hecho, Gabriela, mi protagonista conoce a este hombre, lo admira, es un escritor conocido que le embriaga intelectualmente. También está la erótica del poder, las mujeres de las que yo hablo son inteligentes, universitarias, que se enamoran de hombres intelectualmente muy potentes. La erótica del poder existe.

P. ¿Cree que existe más en las mujeres que en los hombres?

R. Sí, por supuesto. Un hombre ve a una mujer bonita… los hombres es más por el físico, y las mujeres es más por la cabeza. Todas mis amigas que han sido infieles, han sido con sus jefes.

P. Es finalista del Planeta, unas semanas después de que se conociera la ganadora del Nobel, en su novela hay algo de Annie Ernaux, ¿de qué otras autoras?

R. Annie Ernaux, Leila Slimani, Delphine de Vigan, Marguerite Duras… Yo leo mucho a las escritoras francesas porque tienen una capacidad de desnudarse psíquicamente, una falta de pudor al escribir que yo no he encontrado aquí. Yo he borrado muchas veces, porque cuando te lees mi novela hay momentos bestias de la intimidad más profunda de la mujer, y luego siempre vuelvo a estas escritoras y me digo: ‘Ellas han sido capaces, es ficción, atrévete’. Además, vas a favor de obra si cuentas la verdad, a los lectores les va a gustar, porque escribir es explicar la verdad. Entonces me apoyo mucho en ellas para no tener miedo en esa desnudez psíquica.

P. ¿Incluso con aspectos autobiográficos?

R. No es una novela que para nada hable de mí, pero sí que juego con la figura del alter ego. Mi protagonista siente como siento yo, pero no tiene nada que ver conmigo.

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  • L
    Luzmasluz

    ¿Ya se ha enterado Irene Montero de esta opinión...?

  • P
    PijoListo

    Pero para ti, que pareces una escritora de ciudad y puede que desconozcas los movimientos de la naturaleza ,te diré algo que quizá no sepas: La mujer busca siempre al macho alfa, todas enamoradas de los galanes de pelis americanas y series hasta ponerle nombre a sus hijos porque los consideraban macho alfa y, en cambio los hombres buscan cualquier hembra en cualquier momento, lo único que hemos perdido es el saber cuándo está receptiva y cuando no pero te cuento una confidencia: Cuando te enterabas que una chica tenía la regla lo apuntabas en el calendario igual que ellas pero era para tenerlo en cuenta para el día anterior a la próxima . Tu me entiendes ¿ Verdad?

  • P
    PijoListo

    "Todas mis amigas que han sido infieles, han sido con sus jefes." Dice. Y yo digo.Muchis jefes han echado un pol.vo con sus subordinadas pero sabían diferenciar y las subordinadas puede que no o eso dicen algunos pero yo afirmó que no es el sexo lo que mueve la vida es el amor y en ese contexto la monogamia no tiene sentido pero la poligamia por amor es mejor que la poligamia por sexo y existe y se practica