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Cultura

Claves de la concentración editorial en España

Sant Jordi, una de las citas más importantes para el mercado editorial

Una de cada tres editoriales está vinculada a un gran grupo. La estadística no es nueva, ni fuera ni dentro de España, y episodios como la titánica fusión de la alemana Random House y la británica Penguin, del Grupo Pearson, lo demuestran. La dinámica apunta, como en el concierto empresarial imperante, a la concentración, una realidad que se expresa en el sector editorial como en otros sectores a gran escala. La reciente compra de Penguin Random House del sello independiente Salamandra ha vuelto a colocar en el tapete este debate. 

El fenómeno comenzó en España durante la década de los ochenta con la compra que hizo Bertelsmann de Plaza&Janés, en 1984, o la adquisición de la histórica Grijalbo por la italiana Mondadori. El proceso, sin embargo, se ha acelerado, en buena medida, a partir de dos razones: la falta de generaciones que se hagan cargo de sellos independientes y, en segundo lugar, por los problemas financieros de muchos de ellos. En España, en 2012, la editorial Tusquets pasó a formar parte de Planeta –que concentra más de 50 sellos, entre ellos Seix Barral o Destino- y aunque el acuerdo es de asociación –y no directamente una compra-, muchos dan por hecho la pérdida de autonomía de la editorial que Beatriz de Moura ha dirigido como referente de calidad durante décadas.

Apenas tres años después, en 2015, se hizo efectiva la fusión de Anagrama con Feltrinelli, fruto de un acuerdo firmado en diciembre de 2010. Como estas, muchas otras operaciones comerciales ilustran cómo el pez grande se come al pequeño, entre ellas –y por no dejar de colocar ejemplos- la compra que hizo Planeta,también, del 64% de Grup 62, el mayor editor en catalán, dueño de Península y El Aleph.

Sellos independientes 

¿Qué ocurre entonces con las editoriales independientes? ¿Desaparecen, mutan, se dejan fagocitar por otras más grandes? Algunas, como Libros del silencio y DVD, cerraron sus puertas, pero también es cierto que nacieron sellos de una calidad y proyección tremendas, como es el caso de la catalana Libros del Asteride, que nació hace ya una década, o la soberbia Acantilado, que este 2019 celebra su vigésimo aniversario con un catálogo exquisito.

Siguen en pie los sellos Páginas de Espuma, fundada hace más de 15 años por Juan Casamayor; Pre-textos, con Manuel Borrás a la cabeza; Candaya...Y otras más recientes: Errata Naturae, Alpha Decay o Blackie Books. Según Luis Solano, fundador y editor de Libros del Asteroide, muchos sellos han optado por reducir sus catálogos, justamente con la intención de concentrar esfuerzos para soportar el temporal.Así lo han hecho muchas de las editoriales agrupadas en Contexto, un conglomerado que reúne a ImpedimentaPeriféricaSexto Piso y Nórdica.  La editorial especializada en NO Ficción Libros del K.O -que se puso en marcha en 2011- no sólo continúa en pie, sino que han sido los responsables de bombazos como Fariña, de Nacho Carretero.

Según la Federación de Gremios de Editores de España, que agrupa a nueve asociaciones y más de 800 editoriales, no es del todo sencillo rastrear la aparición o desaparición de las editoriales independientes. Éstas, en muchos casos, pueden no agremiarse o dejar de ejercer su actividad sin notificarlo. De acuerdo con la Panorámica de la edición española de libros, uno de los principales documentos para conocer las principales magnitudes de la edición profesional en España, existen –aparte de las 476 editoriales públicas- 2.949 editoriales privadas, una vez descontados los autores-editores y de las cuales 2.446 son pequeñas editoriales, 391 son medianas editoriales y el resto, 112, grandes editoriales.

Los grandes grupos 

Sin embargo, no sólo las editoriales pequeñas o independientes experimentan este proceso de absorción. La larga sombra de Bertelsmann se expande sobre marcas más visibles. El conglomerado alemán, propietario de la editorial Random House, el canal de televisión RTL, el grupo G+J y la discográfica BMG, y con unos ingresos anuales en torno a los 18.000 millones de euros, ha emprendido en los últimos meses un agresivo proceso de crecimiento para hacerse con el mercado del libro a escala mundial. Según ha publicado la prensa hace unos meses, el gigante editorial se hizo con Alfaguara, Suma, Taurus y Aguilar. El grueso de la oferta editorial en España se concentra justamente en grandes grupos, que, sin embargo, encajan también los embates del mercado.

Tras un decrecimiento del 40% durante los años más duros de la recesión económica, muchos de estos sellos tiran de fórmulas masivas -youtubers, por ejemplo- para levantar una industria que experimenta, como la prensa, un cambio de paradigma. La discusión del formato forma parte de esa ecuación y han apostado por el e-book y el audiolibro como complementos de su principal producto: el libro. Markus Dohle, CEO de Penguin Random House, uno de los principales grupos editoriales en el mundo, que agrupa 250 sellos y publica 15.000 títulos al año, planteó una explicación sobre el tema. Con sede en Barcelona, Penguin Random House comparte el mayor peso del mercado editorial español junto con el Grupo Planeta: "El mercado editorial vive su mejor momento en cincuenta años y puede que en quinientos. Es estable y tiene un equilibrio saludable: 80% en formato físico, el papel, y 20% en electrónico. Soy agnóstico en el formato: queremos crecer en ambos", dijo el ejecutivo en 2018 durante el Foro Edita organizado por el Gremio de editores de Cataluña.

El sector editorial ha incrementado su facturación tras los años más oscuros de la crisis. En 2015 alcanzó  los 2.257 millones de euros. De esos, el 49,5% los aportó Cataluña. Nada y más y nada menos que la mitad. Es decir, 1128,5 millones de euros, según el Informe sobre el sector editorial español (2015), publicado por  la Federación del Gremio de Editores de España. Madrid y Cataluña concentran el 92,9% de la facturación global. Cataluña es un mercado que funciona en castellano y catalán; de hecho, en Barcelona están concentradas 290 editoriales afiliadas a Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), entre ellas el grupo Planeta, el primero en España y el sexto en todo el mundo y que agrupa más de cien sellos, 15.000 autores y vende un promedio 130 millones de libros cada año.

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