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Cultura

Los cines, entre la amenaza de cierre y la incertidumbre por la pandemia

Butacas de cine.

El sector cultural ha sido uno de los grandes damnificados en la crisis del coronavirus y las salas de cine están observando cómo la situación, lejos de estabilizarse, se complica a medida que pasan los meses. Si bien no es fácil sobrevivir con restricciones de aforo y medidas de higiene estrictas, el sector de la exhibición ha demostrado ser ejemplo de cómo se puede convivir con la pandemia con el menor riesgo posible. 

Sin embargo, la industria cinematográfica mundial está sufriendo desde hace meses la peor noticia posible: los grandes estrenos, las películas que estaban destinadas a salvar la taquilla y alejar el fantasma de la desaparición de los cines, retrasan su llegada a la cartelera y dejan herido al sector. Las plataformas, aquellas archienemigas, han dejado de ser la principal amenaza ante la gran ola que llega ahora. 

El anuncio del retraso del estreno de 'Dune', de Denis Villeneuve, que finalmente llegará a los cines el 21 de octubre de 2021 en lugar del 18 de diciembre de este año, suma una baja más en un calendario en el que apenas sobreviven 'Wonder Woman 1984' (25 de diciembre) y 'Soul', de Pixar, (20 de noviembre). Además, tampoco se verán en los cines este año ni la nueva película de la saga de James Bond, 'Sin tiempo para morir', ni 'The Batman'.

Hasta el momento, Cineworld, la segunda cadena de cines más grande del mundo, ha anunciado el cierre de sus salas, en respuesta a la cancelación de la nueva película de James Bond. En España, los Cines Paz, uno de los establecimientos más clásicos de la oferta cinematográfica de Madrid, han decidido también cerrar sus puertas hasta nuevo aviso. 

"Un cine cerrado tiene menos gastos hoy que un cine abierto, porque son más controlables", ha asegurado Borja de Benito, portavoz de la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España (FECE), quien advierte de que si no existiesen los ERTE se verían "cierres de cines", ante esa "falta de producto". 

Para la principal asociación de exhibidores, la situación es "grave" debido a una "falta de estrenos" que, aunque no sorprende, continúa haciendo daño al sector. La prueba principal es que, tras el estreno de películas como 'Tenet' o 'Padre no hay más que uno 2', el público ha acudido a las salas de cine. ¿Qué ocurre entonces?

Tal y como ha explicado, las decisiones de los grandes estudios americanos se toman en Estados Unidos y afectan a nivel global, lo que tiene como consecuencia una paradoja: el espectador quiere ir al cine pero no hay producto. Por su parte, a través de varias asociaciones internacionales, los exhibidores han intentado transmitir que el mercado europeo estaba "disponible" porque las salas estaban abiertas y los espectadores esperaban nuevos contenidos, por lo que una solución era tener fechas diferentes para ambos continentes, tal y como ocurrió con 'Tenet' en Europa. 

El calendario de aquí a diciembre está marcado principalmente por los mercados de California y Nueva York"

"Esta tendencia parece que termina el 1 de enero de 2021", señala el portavoz de FECE, quien afirma que "el calendario de aquí a diciembre está marcado principalmente por los mercados de California y Nueva York", que permanecen cerrados. "Eso marca el calendario de estrenos, pero no podemos estar pendientes de lo que ocurre allí, hay varios países que dependen de sus decisiones", ha agregado. 

Eduardo Escudero, de la distribuidora A Contracorriente Films, que posee varias salas de cine en la capital, ha señalado que la situación es muy diferente entre Estados Unidos y Reino Unido, donde la cuota de cine independiente es "minúscula", y algunos países de Europa, como Francia, donde el cine independiente tiene una mayor cuota. "No es lo mismo estar menos bien que no estar bien. La cuestión es si estás rematadamente mal o muy mal, pero estamos mal en todos los países", ha enfatizado. 

En este sentido, pide al espectador que no deje de ir al cine y pide ayudas a los políticos, aunque agradece la línea de 13,9 millones de euros por parte del Instituto de las Artes Cinematográficas y Artes Audiovisuales  (ICAA) que, según calcula, tocará a 20.000 euros por cine. Además, y en un ejercicio de autocrítica, cree que los exhibidores tienen la obligación de promocionar mejor los títulos independientes que llegan y "exprimir al máximo" lo que llega a la taquilla.

Asimismo, cree conveniente buscar fórmulas similares a la famosa Fiesta del Cine, aunque quizás de mayor duración, con el fin de "dinamizar" porque cree que se está "perdiendo el tiempo". "Se podría hacer mejor para sobrevivir y perder menos. Hemos aprendido a convivir con el virus, esto es posible también", concluye. 

En este sentido, Miguel Morales, presidente de la Asociación de Distribuidores Independientes Cinematográficos (ADICINE), ha señalado que la situación es "preocupante" y lamenta la ausencia de acuerdo entre los grandes distribuidores, los independientes y la exhibición

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