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FC Barcelona: ¿son los 280 millones de Spotify un insulto a los músicos?

La compañía que peor trata a los artistas mima al club condal

Existe un dicho muy repetido en el mundo de los negocios de Estados Unidos:  “Si no estás en la mesa, eres parte del menú”. Uno de los mejores ejemplos para ilustrarlo es la creación de Spotify en 2006, cuando la empresa sueca y el oligopolio discográfico se repartieron la parte del léon de los catálogos de miles de músicos, dejándoles las migajas. El saqueo afectó especialmente a los artistas de clase media y afectará más todavía a los nuevos valores, ya que la compañía ha anunciado que cobrará por visibilidad en su plataforma (algo que necesitan los artistas jóvenes). ¿Cómo habrá sentado que, después de tanto racanear derechos a los creadores, le suelten al F.C Barcelona unos generosos 280 millones de euros en concepto de patrocinio?

Antes de entrar en harina, justifiquemos la tesis con datos, extraídos del libro La muerte del artista, de William Deresiewicz, publicado en España por Capitán Swingen mayo de 2021. Una rapera estadounidense de clase media (Sammus) recibe 6,35 dólares por 14.000 reproducciones, mientras que una artista country consolidada (Rosanne Cash) gana 104 por 600.000 escuchas. El guitarrista Marc Ribot (que ha tocado con Tom Waits, Andrés Calamaro y Elvis Costello, entre otros) ingresa 187 dólares de Spotify haciendo un tipo de música que antes le generaba entre 4.000 y 9.000 en derechos de autor. Los músicos no se retiran de la plataforma porque la necesitan como escaparate, además de que esas miseras cantidades contribuyen a su supervivencia, pero entre el gremio es patente el malestar con el trato que se les dispensa, según ha podido saber Vozpópuli.

Juli Guiu, directivo del Barça

El Barcelona, que defiende legítimamente sus intereses, no puede alegar que desconoce los detalles del saqueo de Spotify a la comunidad musical. Uno de sus directivos, Julio Guiu Marquina, más conocido como ‘Juli’ Guiu, es un importante empresario de la industria musical española, que dirige la prestigiosa empresa familiar Ediciones musicales Clippers S.L, fundada en  1952. Según fuentes del sector musical de Barcelona, Guiui advertía ya hace veinte años de que lo importante no era la lucha contra el 'top manta', sino combatir el expolio legalizado de los gigantes de Silicon Valley.

Joan Manuel Serrat, que tanto apoyó el canon digital, tiene una oportunidad para denunciar en el palco el saqueo de Spotify a los músicos

Guiu es conocido por organizar festivales musicales de gama alta en Cataluña  como Cap Roig, Suite Festival y el Caixa Polo Music en el Real Club de Polo de Barcelona.  Podemos estar seguros de que conoce de primera mano el ‘robo’ de Spotify a los músicos porque es el representante de artistas como Juan Magán, Antonio Orozco y Cepeda

No importa tanto lo que opine Shakira de este contrato porque tiene dinero para ser millonaria el resto de sus días. La frustración estará en cientos de músicos culés de clase media que estos días mirarán sus cuentas bancarias para confirmar que el dinero que les ha escamoteado Spotify, a través de su modelo en negocio, ha ido a parar a las oficinas de contabilidad del Camp Nou. Quizá lo lleven peor los músicos madridistas, por ejemplo un Andrés Calamaro que ya en los inicios de Spotify explicaba que sus ingresos anuales por streaming en la plataforma no le daban ni para pagar una cena en el Hotel Palace.

Un caso singular es el de Joan Manuel Serrat, culé militante y defensor a ultranza de los derechos económicos de los músicos (actitud que, por supuesto, le honra). Él estuvo entre los artistas que apoyaron a Zapatero –el famoso “clan de la ceja” de 2008-  y también le reclamaron que compensase las pérdidas que les producía el top manta impulsando el polémico canon digital (que hoy suena mucho más razonable que entonces). Hace tres días, la cúpula de Spotify visitó el palco del Camp Nou y cualquiera puede fantasear con Serrat echándoles la bronca un domingo cualquiera por lo mal que tratan a los artistas a costa de los que se han hecho multimillonarios.  

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