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Cultura

No son dos Españas, son cuatro: digitales y analógicos versus acomodados y empobrecidos

Se acabaron las dos Españas, porque ahora son cuatro. Así lo explica la socióloga Belén Barreiro en La sociedad que queremos. Digitales, analógicos, acomodados y empobrecidos (Planeta), un ensayo que fotografía y traza un mapa de la España que sale de la recesión y entra en la revolución digital. Su hipótesis es muy clara y más que contundente: el efecto de la crisis y la acción de la tecnología ha dividido la sociedad en cuatro grandes grupos: digitales acomodados, digitales empobrecidos, analógicos salvados y analógicos hundidos. El mapa es complejo. 

En este ensayo, Barreiro fotografía y traza un mapa de la sociedad sale de la recesión y entra en la revolución digital

Barreiro, fundadora y directora de la empresa de investigación social MyWord y ex directora del CIS, ha elaborado esta cartografía a partir de un estudio en línea que reúne percepciones, opiniones y hábitos de consumo. Escrito  a la manera de un ensayo divulgativo, el libro desgrana el detalle de cada grupo, de acuerdo a unos arquetipos que corresponden a la tipología social y tecnológica, que se desprende del uso de la tecnología, así como de una serie de rasgos sociales, económicos y culturales. Una enorme bisagra separa a unos de otros: su incorporación a las nuevas tecnologías

Los cuatro personajes que encarnan esas tipologías son: Miguel, el digital acomodado, cuyos ingresos le permiten satisfacer algo más que sus necesidades básicas y considera que su línea de ascenso es todavía amplia: vota a Ciudadanos. Alicia, la digital empobrecida, una joven que solo puede permitirse algún capricho gracias a las ofertas que encuentra en internet: apoya a Podemos. Sabino, el analógico acomodado, un jubilado de costumbres conservadoras tanto económica como políticamente: vota al PP. Por último, está Josefa, analógica empobrecida: ha vivido toda su vida con dificultades económicas, no utiliza internet y cree que el mundo está cambiando muy rápido: se declara del PSOE.

Los cuatro grupos son digitales acomodados, digitales empobrecidos, analógicos salvados y analógicos hundidos

Belén Barreiro, que es doctora en Ciencias Políticas y máster en Ciencias Sociales, se vio obligada a abandonar la presidencia el CIS  en el año 2010 debido a la firme defensa que sostuvo para mantener la independencia del organismo. Considerada una de las voces más autorizadas en materia de estudios de preferencias y tendencias sociales, responde en esta entrevistas a los elementos capitales de La sociedad que queremos. Digitales, analógicos, acomodados y empobrecidos (Planeta)

La sociedad que usted retrata está ordenada en función de otros criterios, pero el principio es el mismo e incluso es más desigual. ¿Por qué?

Es en buena medida un reflejo de la crisis económica de 2008, que fue uno de los grandes propulsores de cambios en ese momento. Dejó una sociedad dual, empobrecida y más desigual. Lo que ocurre es que previamente a esa crisis, otro motor de cambio se puso en marcha: la revolución tecnológica que separa a los analógicos de digitales.

"La crisis dejó una sociedad dual, empobrecida y más desigual"

No me refiero sólo a una desigualdad económica, sino al acceso a los centros de toma de decisiones. Por mucho que ahora exista más información, la verticalidad se acentúa.

El poder de la tecnología lo que ha hecho es acentuar esa dualidad. Observas que el uso de la tecnología divide a los digitales en más vanguardistas y acomodados y con una mentalidad más abierta, frente a unos analógicos que llegarán a un ritmo mucho más lento al salto tecnológico.

Una persona analógica queda confinada a la periferia. ¿Introdujo la tecnología una nueva diferencia social?

Sí, porque si nos vamos a un estudio en línea como los que manejo ese libro, vemos cómo en esa sociedad donde todo está digitalizado, no todos llevan el mismo ritmo. Hay unas personas que están mucho más expuestas con respecto a otras. Cuando se analiza el perfil, las personas acceden a mejores puestos de trabajo, están más acomodados y tienen un mayor nivel de vida que los que se quedan atrás en la tecnología, que son los analógicos, con trabajos más rutinarios y menos interesantes.

"La tecnología no corrige la desigualdad, ahonda en ella. Lo que sí ocurre es que la transforma, la hace distinta"

Entre los digitales existen diferencias: el acomodado versus el empobrecido. ¿La tecnología permite sobrellevar esa diferencia sin llegar a corregirla?

La tecnología no corrige la desigualdad, ahonda en ella.

A eso iba. Es lo que llevo preguntándole desde el comienzo.

En efecto, no la corrige.Lo que sí ocurre es que la transforma, la hace distinta en el sentido de que permite, por ejemplo para el consumidor, el acceso a productos más baratos: utilizar nuevas formas de consumo; hacer intercambios de productos. Al consumidor se le abre un espectro más amplio. Y por otro lado, permite tener contacto con personas en situación similar así como abrir el espectro de contactos, y eso tiene un efecto terapéutico porque rompes el aislamiento en el que vive el empobrecido analógico. La autoestima y la calidad de vida aumentan, porque el aislamiento es muy nocivo. Emocionalmente, se amortiguan los daños del empobrecimiento.

En ese contexto es mucho más fácil la viralización de determinados mensajes populistas. ¿No le parece?

Sí, ahí lo que se ve es que los digitales empobrecidos, a diferencia de los analógicos,  reaccionan ante el empobrecimiento coordinándose para hacer acción política. Los analógicos empobrecidos se encierran en su dolor transformándolo no en rebelión sino en conformismo y miedo.

"Los analógicos empobrecidos se encierran en su dolor transformándolo no en rebelión sino en conformismo y miedo"

Eso agrava las frustraciones, porque la incidencia real es poca.

No, porque permite que las personas se hagan permeables a nuevas ideas. Es cierto lo que dice, éstas puedan ser positivas o negativas. Pero... ¿qué es mejor? ¿transformar la frustración en activación o transformar la frustración en miedo? Probablemente para ellos mismos sea mejor lo primero, al margen del riesgo para la sociedades de la transformación de ese miedo en mensajes populistas.

Alude al 15M como fenómeno. ¿No le parece que su efecto está sobrevalorado?

No, porque coloca a la sociedad española ante el problema del ‘no nos representan’, de ahí ese caldo de cultivo a la desafección por el sistema político y económico. Fue crucial en la forma en que se canalizó el desencanto.

¿Una sociedad informada necesariamente es más culta? ¿Mayor información implica más educación?

El libro desmonta varios tópicos que los propios ciudadanos creen sobre la digitalización. Los más digitalizados son personas con mayor nivel de creatividad, vanguardismo y dinamismo. Los más tecnologizados no leen menos, tampoco leen más, pero buscan canales alternativos para aprender. DEn ese proceso, plataformas como Youtube juegan un papel fundamental. Las tecnologías no necesariamente producen personas más cultas pero sí aumentan la información y un conocimiento cuyas herramientas son distintas.

¿Qué debería tomar en cuenta el sistema educativo de las conclusiones que usted plantea?

No soy experta en educación, pero lo que sí puedo percibir como socióloga es que a medida que las nuevas tecnologías permiten conexión inmediata con la información.Por eso, los sistemas educativos deberían dejar de lado o restar importancia a todos los procesos de memorización. Memorizar era útil en la sociedad analógica, pero en la digital no. En lo que sí debería colocar el acento el sistema educativo es los aspectos que tienen que ver con la creatividad, que es lo que fomenta la tecnología. Cómo analizar y utilizar toda esa información disponible. Debe orientarse más en la reflexión de lo que sabemos. Que el estudiante aprenda a pensar sobre la información.

"Memorizar era útil en la sociedad analógica, pero en la digital no. En lo que sí debería colocar el acento el sistema educativo es los aspectos que tienen que ver con la creatividad"

En una sociedad que tiende a la polarización, ¿qué tanto puede profundizarse ese proceso con las redes sociales?

Sí, es posible que recuerden las comunidades que ya existen, pero también es verdad que las nuevas tecnologías permiten revisar tus propias ideas.

Las grandes instituciones se duelen del golpe a su posición de poder, hoy los prescriptores en redes cobran peso, por ejemplo, ante una cabecera de prensa

Y se ve en la publicidad. Han intentado diversificar sus formas de anunciarse y apelan a esa individualización que apunte. Los ‘influencers’ son el ejemplo más obvio. No creo que sea buena o mala, sino que accedes por un camino distinto a través de los prescriptores.

Eso cuestiona una idea de autoritas

Por eso ha hecho tanto daño a los medios de comunicación, que tradicionalmente ha sido el vehículo para informas y para publicitar. Ahora tienen que competir con otras plataformas. Ya no tienen el monopolio. La sociedad, al estar bombardeada de información, se hace más escéptica y tiende a cuestionar cuanto se le dice. La audiencia digital es menos manipulable. Estar en redes no es sinónimos de tuits sino entender que vives en una sociedad gran hermano.

¿Cómo podemos entender las nuevas modalidades de linchamiento digital en las redes?

En el libro lo comento. Los ciudadanos son conscientes. Cuando se le pregunta si expresarían su opinión en determinados medios, donde dicen tener más miedo es en Internet. Saben que pueden ser víctimas de eso. En las redes cualquiera puede ser víctima de la agresividad incluso diciendo muy poco y eso es preocupante. Pero si lo vemos de forma más amplia, podremos ver cómo las grandes corporaciones y partidos para colocar su mensaje se vuelcan en ellas. Cuando existía la televisión únicamente, era más sencillo presionar o forzar una información. Ahora no. Ahora deben cuidar lo que dicen y ser coherente con eso. Eso puede ser positivo.

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