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Cultura

'La piel que habito', Amelie Nothomb, Irvine Welsh y Antonio Tabucchi: novedades para esta primavera

Portada del guión de 'La piel que habito', con prólogo de Vicente Molina Foix.

El editor catalán Jorge Herralde no pierde oportunidad para sorprender a sus lectores. Después de adelantarse al mercado anglosajón con la últoma novela de Paul Auster, presenta Una forma de vida, la más reciente novela de la escritora francesa Amelie Nothomb. En esta historia, todo empieza cuando una novelista llamada Amélie Nothomb -lo autoreferencia en esta escritora es inevitable- recibe una carta de uno de sus lectores, un soldado norteamericano, Melvin Mapple, que le escribe desde Irak. Mappleha contraído una enfermedad, común entre los soldados, en el que el cuerpo es el mayor síntoma. 

No contento con su ya reseco modo de no decir nada, el escocés Irvine Welsh contraataca con una selección de cuentos, Col recalentada, en el que retoma al Begbie de Trainspotting y lo coloca en una repugnante cena de navidad. También narra una historia de alienígenas adictos a los cigarrillos Embassy Regal, con intenciones de conquistar el poder absoluto de la tierra a través de de jóvenes cuadros de poder  tienen el plan de colocar a algunos de sus jóvenes como los nuevos gobernantes de la Tierra, entre otras criaturas del bestiario de la ficción contemporánea de Welsh. Este autor, quien creció en el corazón del barrio obrero de Muirhouse y  dejó la escuela a los dieciséis años para militar en el movimiento punk. La narrativa de Welsh, según la crítica, está identificada por una "imaginación desenfrenada, el humor negro y escandaloso y un finísimo oído para el habla cotidiana", que, dependiendo del gusto de los lectores, puede resultar deleznable, prescindible o simplemente entretenida. Eso sí, lo visceral nunca escapa al resultado final de su escritura.

Otra de las novedades editoriales, recaen sonre el clásico Antonio Tabucchi. Como escritor, Tabucchi  ha viajado mucho y ha escrito acerca de sus viajes. Unos textos reunidos en este libro que sobre el mapa del mundo despliega el mundo contiguo de las vastas lecturas que han anticipado, provocado y acompañado siempre esos viajes. De esta forma, vemos a Tabucchi sentado en el zócalo de la estatua del abate Faria en Goa, en la India; delante del templo de Poseidón, en el Cabo Sunión, en Grecia; en el «cementerio marino» de Sète, en Languedoc. Y allí, con él, compartimos las reminiscencias de El conde de Montecristo, los versos de Sophia de Mello Breyner, el «mar que se repite» de Paul Valéry.

Lo vemos de noche atisbando las grandes estatuas barrocas de Aleijadinho en Congonhas do Campo, en Brasil, o dejándose inspirar por Cortázar en las salas de Paleontología del Jardin des Plantes, en París. Y además se vuelve presencia afectuosa cuando nos acompaña por «su» Lisboa. No obstante, el mapa ideal de este libro se abre también a lugares que visitamos «por persona interpuesta»: las ciudades fantásticas de los escritores, las geografías imaginarias, las historias literarias.

La piel que habito, un guión convertido en melodrama. Basada en la novela Tarántula, del francés Thierry Jonquet, el guión de la película de Pedro Almodóvar, La Piel que habito, narra la historia del cirujano plástico Robert Ledgard, quien, desde que su mujer sufiera quemaduras en todo el cuerpo en un accidente de coche, se interesa por la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su propio laboratorio, una piel sensible a las caricias, pero una auténtica coraza contra todas las agresiones. Para lograrlo ha utilizado las posibilidades que proporciona la terapia celular. Además de años de estudio y experimentación, Robert necesitaba una cobaya humana, un cómplice y ningún escrúpulo. Los escrúpulos nunca fueron un problema, no formaban parte de su carácter. Marilia, la mujer que se ocupó de él desde el día que nació, es su cómplice. Y respecto a la cobaya humana. Al cabo del año desaparecen de sus casas decenas de jóvenes de ambos sexos, en muchos casos por voluntad propia. Uno de estos jóvenes acaba compartiendo con Robert y Marilia la espléndida mansión, El Cigarral. Y lo hace contra su voluntad. La versión de este guión ha sido publicada por Anagrama con prólogo de Vicente Molina Foix.

Luis Goytisolo o indigación sobre la creación literaria. Con su colosal envergadura,  Antagonía constituye sin duda una de las más altas cumbres de la narrativa española. Saludada desde muy pronto  como una obra maestra, los extraordinarios alcances de esta novela permanecen desconocidos aún para muchos lectores por los malentendidos a que dio lugar su publicación original en cuatro entregas. De ahí el valor de esta nueva edición, que ofrece por fin la novela tal y como debió ser percibida desde un principio: como un todo indisociable. Empieza Antagonía haciendo el «recuento» de la vida de Raúl Ferrer Gaminde hasta el momento en que apuesta por vivir como escritor. Se sumerge luego en su vida como tal, en sus notas y borradores, en sus sueños y fantasías. En contrapunto con ello, se vuelca una mirada distanciada sobre Raúl y su mundo, para desembocar en Teoría del conocimiento, la novela escrita por el propio Raúl. Novela de una novela, Antagonía propone una de las más profundas indagaciones que jamás se hayan emprendido sobre la creación literaria.

Mejor que ficción. Crónicas ejemplares. Es una compilación valiente, más aún si se condiera que en España el género del periodismo narrativo o la crónica no es del todo conocida. Partiendo de ese hecho, quizás con alguna influencia previa demasiado evidente -pero no condenatoria- el crítico literario Jordin Carrión realiza una compilación de las crónicas periodísticas latinoamericanas representadas en autores como Cristian Alarcón, Jaime Bedoya, Martín Caparrós, Jordi Costa, Edgardo Cozarinsky, Rodrigo Fresán, Alberto Fuguet, Leila Guerriero, Pedro Lemebel, Juanita León, Fabricio Mejía Madrid, Guillem Martínez, Juan Pablo Meneses, María Moreno, Maye Primera, Edgardo Rodríguez Juliá, Alberto Salcedo Ramos, Juan Gabriel Vásquez, Julio Villanueva Chang, Juan Villoro y Gabriela Wiener. Se trata de relato de ficción, una mezcla de periodismo, literatura, crónica de viaje y reportaje, envuelto y entroncado en una prosa capaz de superar lo que le precede.  Los hijos y nietos de Rodolfo Walsh, Josep Pla, Truman Capote, Hunter S. Thompson o Gabriel García Márquez están cultivando el arte del relato sin ficción a un nivel sin precedentes en la historia de la literatura en nuestra lengua.

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