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Cultura

La poeta venezolana Yolanda Pantin gana el XVII Premio Casa de América de Poesía Americana

La poeta venezolana Yolanda Pantin.

A los países les tocan, a veces, treguas. En el caso venezolano, su literatura hace un alto en la tempestad política para celebrar la noticia de que Yolanda Pantin, una de sus voces más sólidas la literatura de ese país, ha recibido  el XVII Premio Casa de América de Poesía Americana por su obra Lo que hace el tiempo.

El jurado del premio, reunido en Casa de América y compuesto por Luis García Montero, Jesús García Sánchez, Juan Malpartida, Jorge Galán, Santiago Miralles y Anna María Rodríguez Arias como secretaria, decidió por unanimidad otorgar el galardón a la poeta venezolana Yolanda Pantin.

Según el jurado, Lo que hace el tiempo es un poemario íntimo que activa al mismo tiempo "las regiones de la meditación y el pensamiento. Con gran fuerza narrativa y simbólica, el libro avanza desde un sujeto ficticio cargado de expresividad e imaginación. El tono es contenido. Y elegante en su brevedad formal y su pureza estilística. El paso del tiempo y la memoria son un tenue hilo conductor en el que se van engarzando los poemas, con un brillo a la vez común y distintivo".   

Yolanda Pantin es un nombre indispensable en la poesía venezolana. Sin ella es imposible entender la lírica contemporánea de ese país. Nació en Caracas, en 1954. Pero sus raíces, lo que verdaderamente sujeta y da sentido a su voz, está en Turmero: un pequeño pueblo de los valles de Aragua. Allí transcurrió su infancia, ésa que ella ha buscado desde su primer poemario Casa o lobo (1981), un espíritu que más de una decena de libros después volvió nítida, destilada, en el poemario Bellas Ficciones (Eclepsidra).

Desde la publicación, en 2002, de La épica del padre (2002), la obra poética de Yolanda Pantin ha logrado hacer suyo –y del lector- el dolor y la extrañeza invidividual y la de un país que se cae a pedazos en el desencuentro, la persecución política, la humillación y la carestía. Sin embargo, eso no limita la amplitud de su registro personal: hondo y profundo, propicio para la belleza del lenguaje y el calado de la poe´sia. 

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