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Cultura

"Ahora es más difícil escribir libros no solo contra el islam, sino sobre el islam"

Cuando el ayatolá Jomeini puso precio a su cabeza por la novela Los versos satánicos -2.800.000 dólares-, su autor, Salman Rushdie vivió oculto once años con el pseudónimo Joseph Anton, el nombre que ahora da título al libro donde hace memoria y narra aquel infierno. Escrita a lo largo de dos años y editada simultáneamente en veintisiete países, esta edición presentada ahora en Madrid retrata episodios de aquellos días cuando editores y traductores de su novela fueron heridos o asesinados; algunos amigos desaparecen o dejaron de serlo; los periodistas le criticaban por meterse en problemas, y los políticos laboristas y conservadores se preguntaban si tenían sentido seguir pagando por su seguridad mientras Los versos satánicos se convertía en un bestseller.

"Yo me siento el precursor de este tipo de amenazas y enfados de este gente, y esto es lo que trato de explicar en este libro, que lo que ocurrió con Los versos satánicos no fue un hecho aislado. Antes la gente no tenía contexto y pensaba que si me habían condenado a lo mejor es que había hecho yo algo malo. Pero ahora vemos que no, porque se ha comprendido el contexto y se ve que esta gente se enfada todo el tiempo", dijo hoy durante la presentación del libro en el Círculo de Lectores. "Cuando ocurrieron los atentados del 11-S yo vivía en Nueva York, y mucha gente se acercaba y me decía: ahora sí que le comprendo", relata este escritor, quien asume que en este libro sobrepasa el tema estrictamente personal y rinde un homenaje homenaje a diferentes autores que de una forma u otra se sintieron privados de libertad como Genet, Lorca, Nabokovo o Rabelais, entre otros muchos.

"Yo me siento el precursor de este tipo de amenazas y enfados de este gente, y esto es lo que trato de explicar en este libro"

El autor dice que se siente muy satisfecho porque de la lucha por Los versos satánicos salió vencedor. "Defendí el libro, se está reeditando todo el tiempo, está traducido a cincuenta y nueve idiomas. La gente ve que el tema religioso es secundario, y yo sigo vivo; pero, sin embargo -matiza-, sí que me preocupa que ese suceso pudiera haber atemorizado a mucha gente libre. "Creo -continúa- que ahora es más difícil escribir libros no solo contra el islam, sino sobre el islam, incluso porque la gente está mas nerviosa". Y ahora en este libro de memorias, Rushdie cuenta a los lectores, su lado más humano, las luces y las sombras de estos años de encierro, en los que descubrió quiénes eran sus amigos y quiénes no. "Sentí mucho apoyo de todo tipo, descubrí amigos sólidos, aunque políticamente tuve muchas frustraciones", reconoce. "El gobierno Británico -aclara- rehusó hablar conmigo, no querían problemas y solo hasta que hubo un cambió de Gobierno y llegaron los laboristas la cosa no cambió. Entonces pensé que si hubiera habido más voluntad política, este tema se hubiera solucionado antes", afirmó.

Joseph Anton es un libro de casi setecientas páginas, escrito gracias al paso del tiempo. Narrado en tercera persona por el autor, de modo que el relato es una novela, un texto que pudiera parecer de ficción, pero que sin embargo, no lo es, es la vida de Salman Rushdie, tal cual fue. "No me he inventado nada, está escrito todo lo que ocurrió, cómo lo viví y me afectó personal y humanamente".

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