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Cultura

Reixa, el breve: la SGAE le cesa como presidente con sólo 15 meses en el cargo

Quince meses después de ser elegido presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Antón Reixa deja  el cargo por decisión de una amplia mayoría (25 de 39 en contra)  de la junta directiva de una entidad en la que, según el ya expresidente, "la lucha por el poder va más allá de lo legítimo".

El pasado verano pasado, la institución vendía un discurso cargado de proyectos y buenos propósitos:  regeneración de la entidad y borrón y cuenta nueva  tras el proceso judicial que terminó con la detención de varios de sus exdirectivos, entre ellos Eduardo Bautista. Ahora, las cosas cambian para Reixa, y mucho.

Cuatro horas ha durado este martes  el debate de la junta directiva antes de producirse la votación sobre la continuidad de Antón Reixa como presidente: 25 de sus 39 miembros han votado en contra, 12 a favor y uno se ha abstenido, mientras que Reixa no ha votado.

¿Quién sustituye a Reixa?

La elección de un nuevo presidente no se producirá hasta el próximo septiembre. La fecha aún está por determinar. Entretanto, asumirá el cargo de forma interina el cineasta Miguel Hermoso, el vicepresidente de más edad de la junta.

Entonces se concretarán los candidatos que aspiran a sustituir a Reixa, entre ellos previsiblemente su rival en las últimas elecciones en la SGAE, José Miguel Fernández Sastrón, quien hoy, a su entrada a la reunión, se ha mostrado convencido de que el Colegio de Pequeño Derecho, que agrupa a compositores y músicos y que cuenta con mayoría de votos en la junta directiva, le presentaría como tal.

De los 39 miembros de la junta, el Colegio de Pequeño Derecho cuenta con 16, mientras que el de Gran Derecho (artes escénicas y música sinfónica), tiene 6; el de obras audiovisuales (directores, realizadores, argumentistas o guionistas y compositores audiovisuales), tiene 9 y el editorial (editores musicales), cuenta con 8.

¿Qué motivó su salida de la presidencia?

Reixa dirigía la SGAE desde el 8 de mayo de 2012, tras conseguir la candidatura que encabezaba, Autores Unidos por la Refundación (AUNIR), la mayoría de los votos en las primeras elecciones celebradas tras la era de Eduardo Bautista al frente de la entidad. En aquel momento fue elegido presidente de la SGAE con el apoyo de 24 miembros de la junta directiva constituida tras las elecciones del 26 de abril.

Pero 28 de esos miembros firmaron hace unos días una iniciativa liderada por dos de los que fueran compañeros de Reixa en las listas de la candidatura Aunir, para que la junta directiva debatiera la situación actual de la entidad y, eventualmente, tomara las medidas oportunas.

El presidente de la Fundación Autor, Antonio Onetti, pidió la dimisión de Reixa tras acusarle de "presidencialismo".

El presidente de la Fundación Autor, Antonio Onetti, y uno de los cuatro vicepresidentes de la entidad Fermín Cabal, remitieron una carta a la junta en la que pedían su dimisión tras acusar a Reixa de "presidencialismo".

Por el contrario, un grupo de 183 artistas y socios de la SGAE hicieron pública hace unos días una carta en la que pedían a la junta directiva que aparcara sus discrepancias y no provocara "cambios innecesarios". Entre los firmantes estaban Alejandro Sanz, Luis Tosar, Isabel Coixet, Marta Sánchez, Ariel Roth, Santiago Auserón o Raimundo Amador.

Reixa se explica

Tras la votación, Reixa ha interrumpió su participación en la  para afirmar que su salida de la SGAE se debe a que hizo público el problema de la práctica conocida como "la rueda de las televisiones", por la que once autores podrían haber recaudado, en cinco años, más de 25 millones de euros.

Se trata de falsear autorías de música de tal forma que los verdaderos autores, que pueden ceder un máximo del 50 por ciento de sus derechos, renuncian en realidad a otro 20 ó 30 por ciento en favor de productores intermediarios que aparecen como coautores de las piezas musicales.

Según Reixa, hay un conflicto de intereses dentro de la propia junta sobrela llamada "rueda de las televisiones".

Según Reixa, hay un conflicto de intereses dentro de la propia junta sobre esta práctica que, ha advertido, de continuar podría acabar con la gestión colectiva del derecho de autor en un plazo de tres a cinco años.

"No me arrepiento de haberle metido mano a la rueda de las televisiones, sinceramente no; creo que es un problema estructural de la gestión de derechos de autores que se había llevado a una situación insostenible, con un término de reparto nada ecuánime entre los socios de la SGAE", ha indicado.

Reixa se ha considerado una "víctima del fuego cruzado de una red organizada y de algo que en la vida política se llama transfugismo" además de haber sentido "la lucha de intereses entre los nostálgicos del pasado y los ambiciosos de la actualidad".

También ha asegurado sentir "alivio, preocupación y agradecimiento". Especialmente preocupado se ha mostrado por la Ley de Propiedad Intelectual que tramita el Gobierno, al que ha acusado de una actitud "homicida" en relación al derecho de autor y la gestión colectiva.  

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