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Cultura

'Omega', el escándalo musical de Morente que revolucionó a los "flamencólicos"

'Omega', el pitote musical de Enrique Morente que molestó a los "flamencólicos"

"Hay que molestar un poquillo porque si no, somos solo nosotros los molestados". Entre risas y con un marcado acento granadino, el cantante de flamenco Enrique Morente (Granada, 1942-Madrid, 2010) respondía así a quienes le preguntaban por el disgusto que estaba suponiendo para los más ortodoxos del género sus experimentos con el rock a comienzos de los años 90. En petit comité él se refería a estos como "flamencólicos", pero lo cierto es que fue en esa manifestación cultural donde Morente siempre encontró el reposo y la base para poder coquetear con nuevos estilos musicales hasta crear Omega, el revolucionario disco que fusionó su cante jondo con el punk de Lagartija Nick, la poesía de Federico García Lorca y las partituras del recientemente fallecido Leonard Cohen.

Morente y Cohen se encontraron hace más de 20 años en el bar del Hotel Palace de Madrid, donde Lorca solía ir

Hoy se cumplen 20 años del lanzamiento de aquel incomprendido disco que más tarde se tradujo en 50.000 copias vendidas y, para rendir homenaje al proyecto, Sacromonte Films ha producido junto a Telecinco Cinema y Universal MusicSpain el documental Omega, que se estrena este viernes en las salas de cine del país y que recoge los testimonios de los que fueron los principales protagonistas de su génesis como Estrella Morente, Antonio Arias, Tomatito, Alberto Manzano, Laura García Lorca, Borja Casani y los propios Morente y Cohen.

La historia de la obra comenzó con la idea de Manzano de hacerle un regalo al cantautor canadiense por su 60 cumpleaños, ya que era su biógrafo y traductor pero, sobre todo, amigo. Ese reconocimiento sería un disco con versiones de las canciones de Cohen llevadas al flamenco y el nombre de Enrique Morente, ya entonces con fama de transgresor, llegó a oídos del recién fallecido compositor norteamericano. Ambos se encontraron hace más de dos décadas en el bar del Hotel Palace de Madrid donde Lorca solía beber y la devoción común por la poesía del granadino fue la semilla de la que más tarde brotó Omega.

Dirigida por Gervasio Sánchez y José Sánchez Montes, la cinta que llega este viernes al cine descubre divertidas anécdotas y a un artista universal, con una carrera sólida, pero entusiasmado como un niño por innovar con generaciones de músicos más jóvenes como lo eran los integrantes de Lagartija Nick, con quienes se topó por casualidad. Era una banda de rock alternativo con influencias del punk fundada en su tierra natal que lo buscaba desde hacía tiempo para hacer una versión del poema Omega y, como si fuese una llamada del destino, Morente decidió incorporarles en su homenaje a Cohen. Ambas partes abandonaron de algún modo el protocolo de sus disciplinas para crear un espacio común en el que adaptar las letras de Lorca y la música del compositor canadiense. "Los ortodoxos me mirarán como un asesino del cante, pero para mí la buena música no es para una minoría. ¡La minoría, para las músicas malas!", defendía Morente.

Revolución

En su aventura también incluyó a toda su familia por lo que su esposa, Aurora Carbonell, y sus tres hijos, Estrella, Soleá y 'Kiki', aportaron sus voces y compases. Y así fue como poco a poco fueron cuajando títulos de canciones como El pequeño vals vienés, Manhattan y Aleluya, de Cohen, con piezas como Niña ahogada en un pozo, Omega, La aurora de Nueva York, Ciudad sin sueño o Norma y paraíso de los negros, de Lorca. Tomatito, Vicente Amigo, Miguel Ángel Cortés, Isidro Muñoz o Cañizares pronto entrarían de cabeza a colaborar en aquella locura que supuso una ruptura de moldes en el mundo de la música tal y como reconocen algunos de sus protagonistas. "Los flamencos de Madrid le decían a Morente que le habíamos engañado, que ni siquiera estábamos tocando", recuerda el Antonio Arias, líder de Lagartija Nicks y compañero de fatigas del artista. "Mucha gente no quiso comprarlo", cuenta la hija del cantaor, Estrella Morente. "Empezaron como niños. No sabíamos dónde íbamos a acabar", dice Aurora Carbonell. Otros referentes del flamenco reconocen que tuvieron que escucharlo más de una vez para poder asimilarlo allá por 1996. Es el caso de Miguel Poveda: "Veinte años después uno entiende que está frente a una obra que estará vigente siempre".

Aunque el proceso de creación de la obra estuvo rodeado de dificultades y muchos momentos de angustia, la obra tuvo una gran repercusión y llevó a Morente a reencontrarse con el grupo granadino cada cierto tiempo para presentar el espectáculo Omega en directo, como sucedió en Nueva York, ante un público en el que se encontraban Lou Reed -que no pudo cumplir su sueño de grabar un disco junto al cantante de flamenco- y las hermanas de Cohen; en capitales como México DF, París y Buenos Aires y en festivales como el Primavera Sound de Barcelona o el FIB de Benicassim de 2008, junto a su admirado Leonard. Y, sin saberlo, también llevó a Lorca a reencontrarse con la Gran Manzana. "'Omega es una actitud ante la vida de valentía y sinceridad", concluye la cantante Soleá Morente.

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