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Cultura

El Niño de la Hipoteca: "Los Sex Pistols están prefabricados igual que puede estarlo David Bisbal"

El Niño de la Hipoteca

El Niño de la Hipoteca, Guiu Cortés (Barcelona, 1982), es uno de esos músicos que han dado forma a una generación propia de cantautores. Con solo su guitarra y sin necesidad de artificios, compone y crea acordes que llegan, cada año, a festivales de todo el territorio nacional.

Su guitarra le ha permitido crear obras exquisitas como Cum Laude, Mentiras de sofá o su tema más reciente, Yonki, que narra un pasado del que ha reconocido no sentirse demasiado orgulloso, pero del que no se arrepiente, que le ha servido para crear experiencias que transmitir en sus letras. Porque los cantautores, asegura a Vozpópuli, necesitan "vivir al límite desde lo que son las drogas hasta lo que es hacer dieta". 

Que ahora haya niños de 15 años diciendo "viva Franco" da mucho que pensar, ¿no?"

Marcan las 12.00 horas en el reloj. En una terraza del barrio madrileño de La Latina, Guiu Cortés se sienta frente a la grabadora para contar a Vozpópuli en qué consiste su último trabajo, Esto no es un disco vol. 1 (El Niño de la Hipoteca Records).

Invita a ser escuchado y no se muerde la lengua, no solo a través de sus canciones, también de sus palabras. Con este medio ha charlado sobre la ironía, las hipotecas, de los trepas, de los nacionalismos y, sobre todo, de su música y sus letras.

Formas parte de una generación de cantautores (El Kanka, Rozalén, El Canijo de Jerez, Antílopez...). Empleáis el humor pero en realidad habláis de cosas muy serias. ¿Ahora utilizáis más la ironía para tratar temas serios que los artistas de la Transición?

No, creo que justo lo contrario. Ahora la ironía está mutando mucho por culpa de las redes sociales, creo que como las redes son una comunicación escrita muy directa donde hay unos nuevos códigos de comunicación, la gente no sabe cuándo es ironía y cuándo no. Tú ves un tuit y puedes pensar: "¡Hostia! vaya burrada ha dicho". Luego entras en su perfil y dices: "¡Ah! Lo dirá con ironía". Pero si no te informas te quedas en la barrera de la literalidad. Parece como si últimamente hubiera que añadir que es una broma cuando la haces. Yo particularmente empecé con más humor pero con el tiempo intento delimitar más el género que estoy desarrollando. O soy más serio o soy menos serio, pero que no dé a equívocos y dejó el humor para los humoristas.

Venís con la guitarra bajo el brazo, sois especialistas en el acústico, sin artificios... ¿Es de valientes?

Es el más difícil que hay. Estoy tocando muchísimo con la banda, estamos haciendo un formato muy rockero, pero por mucho que me pase conciertos pegando saltos y pegando gritos, es mucho más relajado, necesitas una concentración superior. Ya sea tocar para 100 o para 1000 personas, tú solo con la guitarra... tienes que estar totalmente pendiente de cada acorde que tocas, de cada letra, la afinación y tener al público captado. Mantener siempre al público pendiente de ti es una cosa complicada y la verdad es que curte mucho y te ayuda a tener una solidez en el escenario.

Bueno, también te digo... sois el buenrollismo, que se agradece en los tiempos que corren. ¿Es un buen momento para el humor?

Sí, a raíz de lo que te decía, el humor ha cambiado y ha mutado. Creo que aún nos falta una vuelta de tuerca, saber cómo contextualizar el humor a veces, pero pero sí, siempre son buenos tiempos para el humor. Acabamos de pasar una época mala para la libertad de expresión pero creo que poco a poco servirá de lección para coger otra dirección. El humor es incluso un arte mayor y muchas veces está menospreciado, a veces nos olvidamos de que El Quijote al final es una novela que prácticamente es de humor.

En tiempos en los que las hipotecas son noticia y, sobre todo, sus impuestos... ¿Por qué El Niño de la Hipoteca?

Pues un poco por eso, venía a raíz de una noticia que leí hace muchísimos años en Japón, sobre que ya estaban empezando a hacer hipotecas a padres y las heredaban los hijos, también hay casos en los que no se dan a personas de 35 años porque ya son 'demasiado mayores'... pensé, "joder, al final habrá que ser niños para pedir hipotecas". Con esa especie de guasa, de metáfora, me inventé ese nombre, para que fuera relativamente reivindicativo. Pero al final el resultado ha quedado un poco raro, bizarro... Ahora hace más risa que otra cosa (ríe). Pero bueno, ahora da igual, si La oreja de Van Gogh se llama así y lleva tantos años tocando no creo que yo tenga ningún problema (ríe).

Lanzas nuevo álbum, Esto no es un disco Vol.1. ¿Qué quieres contar con este no disco?

Siempre lo digo, mis canciones son independientes entre sí. Son canciones cerradas, redondas, lo del disco es una forma de recopilarlas. Con este disco sí quería reivindicar que el formato físico ha muerto. Yo he sido víctima del formato físico muchos años, llegué a tener una colección de mil discos, que he ido vendiendo o regalando, ya no tengo ni reproductor. Me llegué a gastar muchísimo dinero y ahora la música se entiende de otra forma. Creo que Spotify es un invento impresionante, se tenía que haber inventado mucho antes. Lo que es el disco, el CD, el formato, está muriendo o ha muerto. Además, no hace ningún bien con tanto plástico. Al final la música son canciones y la música no se puede tocar en ese sentido.

En algún concierto has hablado de un pasado del que no te sientes demasiado orgulloso. "Llevo tantas fiestas en el cuerpo (...) Los errores imprimidos en la frente", dices en De vacaciones. ¿Cuántas vidas tenemos?

De hecho es un poco como me estoy planteando la vida, cómo vida solo hay una, un buen día llegué a la conclusión con un amigo, y probablemente con un gin tonic en la mano (ríe), de que estaría muy bien poder tener muchas vidas. Tengo un amigo que está recorriendo Latinoamérica en bicicleta, otros deportistas, yo soy una estrella del rock y he vivido esa cosa. Pero ahora me estoy planteando otras cosas en la vida, temas más familiares, otros objetivos. Quiero mantener mi profesión pero como que ya he quemado la etapa de ser una estrella del rock. No me arrepiento de nada de lo que he hecho, pero hasta aquí he llegado como concepto y yo creo que es bonito también no dedicarle toda tu vida una sola cosa.

"Dime quién te viste y quién te ve. Si me ves no te reconoceré porque ya ni tú te acuerdas de ti", dices en Yonki. ¿El Niño de la Hipoteca se reconoce en aquel que empezó?

Sí que me reconozco, han pasado muchas cosas que me han servido para aprender, de las que me arrepiento y a la par no me arrepiento, porque son experiencias que se han quemado. Creo que un cantautor necesita vivir mucho, vivir incluso al límite, con precaución. Pero vivir al límite desde lo que son las drogas hasta lo que es hacer dieta, tirarse en paracaídas, sacarse una carrera, trabajar muchos años, desde ser pintor a trabajar en una tienda de discos... Hay que vivir mucho para poder comunicarte con la gente. Cuando pierdes el norte y te separas de la sociedad acabas componiendo cosas que no comunican ni transmiten, porque son de otra élite, otra burguesía que la gente no entiende.

Respecto a ese Niño primigenio, de lo que estoy muy orgulloso es de que a pesar de algunas fluctuaciones o algún desvío, sigo siendo el mismo. Me he mantenido firme a mis ideales, igual más mayor y más cansado, pero igual de coherente.

En ese tema, Yonki (2019), también dices "aún así me llamas yonki". ¿Has tenido que lidiar con muchos prejuicios?

Sí, por ser estrella del rock. Hay una cosa muy curiosa, cuando vas por el garitaje, si por lo que sea como decías en el tema De vacaciones, que habla de cuando llevas una racha en la que igual me estoy pasando con las fiestas y con el alcohol y voy a parar un mesecito un poco de limpieza, pues me ha pasado de ir a los garitos que frecuento y cuando me ofrecen alcohol y decir no, a veces se lo toman como una ofensa, como 'qué no tiene mi alcohol que tú como estrella del rock deberías beberlo'. Hay prejuicios en general, en toda la vida, sin ir más lejos tú dices que eres catalán por ahí y ya hay prejuicios de por sí. Existen e igual también tienen su función en la vida. No siempre se acierta, pero a veces sí.

Los cantautores necesitan vivir al límite, desde lo que son las drogas hasta hacer dieta"

Justo hace un par de años dijiste en el programa Late Motiv que no tenías ni mánager ni discográfica. ¿Hay demasiada presión desde la industria para convertir a un artista en comercial para que encaje?

Desde la industria siempre ha existido esa presión y el concepto Operación Triunfo (OT) es eso, ¿no? Es una fábrica de artistas que le funciona. Este nos cuaja, venga, vamos a fabricar un producto y los demás pues descartados. La gente se olvida mucho de que de OT ha habido 20 participantes por edición y al final sólo se conocen cuatro o cinco, los demás se han quedado en una especie de nube. Manolo García ya lo decía, que en épocas con más artistas punk y rockeros y en La Movida, épocas de mucha droga y demás, eran las propias discográficas las que acercaban las drogas a los artistas, los convertían en esas figuras a su merced. Al final los Sex Pistols están prefabricados aunque no lo parezca, igual que puede estarlo un cantante melódico como David Bisbal. Lo bueno es que ahora las discográficas no tienen ni el peso ni el autoritarismo que tenían antes.

¿Y qué ocurre con el indie? ¿Hay artistas que se meten dentro de ese saco y que en realidad no lo son?

La etiqueta indie aquí en España es una cosa muy distinta a la que era fuera, el indie viene de otros grupos de otra corriente, de otros estilos, sobre todo británicos. Desde The Stone Roses, New Order, Joy Division... luego fue mezclándose con el british, por eso el neo indie que entendemos desde España son Franz Ferdinand, Arctic Monkeys... Aquí pasó que dos o tres grupos siguieron la estela británica y se les empezó a llamar indies y luego otros dijeron "vamos a copiar estos y seremos indies" y al final hay muchos grupos llamándose indies cuando lo que están haciendo es pop rock británico. En España siempre vamos con mucho retraso, aquí el sonido pop rock británico llegó muy tarde y ahora está como en auge (aunque ya no tanto) pero como concepto independiente hay algunos grupos que sí pero otros no tienen nada de independientes.

El Niño de la Hipoteca

Además, el tema Mentiras de sofá es de 2016, pero es muy apropiado en la actualidad, dices "simpatizantes reclutados por los himnos del pasado". Con el avance actual de los populismos, ¿crees que estamos ante una involución?

No, involución no, porque toda esta gente que está saliendo ahora yo creo que siempre ha estado ahí. Hay momentos que grita más y otros que menos, pero ahora es un momento en el que todo el mundo está gritando mucho. Por ejemplo, el franquismo ahora está resurgiendo con el tema de la exhumación, que particularmente lo veo muy bien, no creo que haya que homenajear a un dictador. Pero ves a chavales de 15 años que dicen "viva Franco" y están muy alejados de eso. Una cosa es ser de derechas o de izquierdas pero otra es que niños con esa edad digan "viva Franco". Da mucho que pensar, ¿no? ¿Cómo estamos generando a gente que no sabe ni lo que está diciendo?

En este nuevo álbum también hablas de "preparar codazos, zancadillas y trampas simuladas", que "todos tenemos reemplazo". ¿Quieres decir que este es un mundo de trepas y si no lo eres estás perdido?

Está clarísimo, y a mí me flipa está idolatría que existe por Amancio Ortega, por ejemplo. Cuando alguien acumula tantísimo dinero es porque algo está fallando en el sistema. Yo tengo un punto de comunista romántico pero sabiendo que es algo totalmente inaplicable porque hay gente que es vaga por naturaleza y tiene todo el derecho y hay gente ambiciosa, también con todo el derecho. El tema es que el dinero llama al dinero y cuanto más ganas, más facilidades y más trampas tienes para ganar más. El sistema funciona así, para hacer una tortilla tienes que romper huevos y a veces eso se hace de formas de dudosa ética, se hace cualquier cosa para conseguirlo y es insano. Creo que es por culpa de esa falsa ambición que nos meten en la cabeza. La veo en algunos compañeros de profesión, que cuando llegan a a donde soñaban, se ven un poco huérfanos de ilusión. Lo explicó muy bien Iniesta con la depresión que tuvo, que cuando lo ganó todo de repente se fue a la mierda porque de repente desaparecen tus sueños.

Yo siempre me he considerado una persona, tampoco usaría la palabra antinacionalista, pero sí que no creo en los nacionalismos"

Y ahora, ¿qué le espera al Niño de la Hipoteca?

Te voy a hacer un poco de spoiler. Ahora estamos presentando este disco, pero tiene un poco de farsa, porque son temas que empezamos a sacar hace cuatro años. Pero ahora, como he pasado una época un poco turbia del rock and roll y ahora estoy un poco alejado de eso, estoy trabajando muchísimo y a partir de septiembre saldrá un single cada mes hasta en estas fechas presentar Esto no es un disco Vol. 2, para seguir engrasando la máquina y por fin entregarle a los fans que me siguen lo que se merecen que llevan tiempo pidiéndome canciones y las estoy sacando a cuenta gotas. 

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