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Cultura

Pasamos del low cost al fast fashion

Cada día son más las publicaciones, reflexiones sobre la moda y encrucijadas éticas que son analizadas bajo la lupa de diversos expertos, y periodistas que se preocupan de la misma disyuntiva. El costo de un par de pantalones, la chaqueta de moda en http://mdmujer.com/blanco-online/ o simplemente, esos zapatos en rebaja de Pull & Bear, no solo encierran predilecciones por parte del grupo que considera como oportunidades irrepetibles el volver a comprar a precios tan convenientes un artículo como estos.

El obtener la moda en tiendas low cost es toda una filosofía de vida, a la que nos hemos acostumbrado dejando de lado cualquier inversión que sea superior en precios o status. Sin embargo, las reflexiones actuales apuntan a cuál es el verdadero costo de mantener un closet tan variado y exorbitante para la economía de diferentes países. Porque no es ningún secreto que tras las tendencias de rápido vender actuales, se escondan fábricas que mantienen trabajando a niños o que no cumplen con las condiciones de pago o seguridad laboral que merecen sus trabajadores, entre otros asuntos.

La moda low es también de alto costo

Antes, adquirir el abrigo de cierto material perdurable, o simplemente invertir en un buen par de zapatos de piel era la práctica normal de todo comprador. Hoy, los precios caen, las telas se sintetizan y los modelos de vestidos o zapatos aparecen con los últimos suspiros de las pasarelas, de manera inmediata. Todo esto ha desencadenado un ritmo de consumo mayor, y la costumbre de los clientes a adquirir piezas de valores bajísimos para llenar un guardarropas que apenas alcanzan a utilizar. Se privilegia el tener más a menor precio que el invertir, algo que reflexiona la escritora Elizabeth Cline en la nueva publicación "Overdressed: The Shockingly High Cost of Cheap Fashion", hoy disponible a comprar.

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