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Cultura

Matabosch: “El Real es el único que se atreve recuperar a Bellini con tres elencos colosales”

Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real.

Tras las celebraciones del bicentenario, el Teatro Real continúa con una de sus temporadas más ambiciosas. Arrancó con Don Carlos, de Verdi, y sigue ahora una adaptación de Il pirata, clásico melodrama operístico de dos actos escrito por el compositor italiano Vincenzo Bellini que podrá verse hasta el sábado 20 de diciembre.

Se trata de un montaje que rara vez se suele representar en la actualidad y que está basado en la obra Bertram, Ou le Pirate de Justin Séverin Taylor, traducida al francés por Charles Maturin. La versión, dirigida por Emilio Sagi, es una coproducción con el Teatro alla Scala de Milán, donde se estrenó la ópera en 1827.  El Teatro Real alternó varios repartos de primer nivel con artistas como Sonya Yoncheva, Javier Camarena, Celso Albelo y Yolanda Auyanet.

La historia sitúa al público en la Sicilia del siglo XVIII, donde se desenvuelve un triángulo amoroso entre la joven  Imogene, Gualtiero el jefe de una banda de piratas, y su enemigo Ernesto.Obligada por las circunstancias,  Imogene se ha casado con Ernesto y le ha dado un hijo. Sumido por la venganza Gualtiero decide atacar a Ernesto. Según Joan Matabosch,  director artístico del Teatro Real, Il pirata comparte con L’elisir d’amore, el título de Donietti que precedió a este, el carácter de obra de transición.

Sonya Yoncheva, soprano (Imogene), Javier Camarena, tenor (Gualtiero)

Es una ópera difícil de catalogar porque estéticamente se encuentra basculando entre dos épocas, a la manera de un producto de transición entre la tragedia clásica heredera de la Ilustración y el drama romántico”, asegura Joan Matabosch a Vozpopuli. “Su libretista, Felice Romani, autor asimismo del texto de la anterior ópera de la temporada del Teatro Real, L’elisir d’amore de Donizetti, ejemplificaba como nadie este momento de transición: la evolución desde el mundo de Pietro Metastasio y Carlo Goldoni al romanticismo ya plenamente desarrollado de Salvatore Cammarano y Francesco Maria Piave”.

Hacia los años treinta del siglo XIX, Il pirata era una obra inmensamente popular. Fue el título que abrió las puertas al romanticismo en la ópera. “Pero la suerte de la óperaa correría paralela a la de tantas óperas belcantistas de la época, ausentes de los escenarios durante la segunda mitad del siglo XIX pero que, tras más de un siglo de olvido, iban a ser reivindicadas en los años cincuenta del siglo XX”, explica Matabosch para quien “ la tremenda dificultad de la escritura para las voces ha favorecido que solo muy raramente regrese a los escenarios, sencillamente porque casi no hay quien pueda cantarla. Por esto hay que recomendar al público de Madrid que no se pierda esta oportunidad única de descubrir esta joya que es “Il pirata”.

La capital belcantista 

Corren buenos tiempos para la lírica, al menos en el Teatro Real. El coliseo madrileño aumentó sus ingresos por venta de entradas y patrocinio. La financiación pública, que no llega al 24% del presupuesto, “es claramente insuficiente y se encuentra muy lejos de lo habitual en cualquier otro teatro de ópera europeo”, asegura Matabosch. Para el director artístico, la institución funciona porque el apoyo de los espectadores y los patrocinadores. “Me limitaré a citar un artículo reciente de un periódico francés que califica al Teatro Real como ‘la capital belcantista del mundo’, el único teatro que se ha atrevido a recuperar Il pirata con tres elencos colosales, cuando la mayoría de teatros serían incapaces de reunir un solo elenco capaz de defender la obra con un mínimo de dignidad”.

"El real recuperó Il pirata con tres elencos colosales, cuando la mayoría de teatros serían incapaces de reunir un solo elenco"

Que la situación es buena queda certificado en el aumento de venta de entradas por tercer año consecutivo. ¿Qué queda entonces por hacer? “Mi sueño sería contar con algo más de financiación pública para poder rebajar el precio de las entradas”, asegura el intendente Joan Matabosch, un personaje fundamental  en el proceso de reconversión luego de los años de la crisis económica. Tras quince años al frente del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Matabosch tomó las riendas Teatro Real de Madrid. Lo hizo en septiembre de 2013.

Desde entonces, ha procurado diseñar una programación capaz de hacer balance entre un repertorio clásico y otro contemporáneo, sin dejar de lado títulos capaces de estimular una nueva sensibilidad y propiciar una evolución en el criterio artístico del público.Su trabajo como director artístico ha hecho a Joan Matabosch merecedor del Premio Ojo Crítico 2017. Incluso, la propia institución ha conseguido importantes reconocimientos, entre ellos el premio International Opera Award 2018 a la mejor nueva producción por su representación de la ópera Billy Budd, una ópera de Benjamin Britten estrenada hace ya dos temporadas.

 

 

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