Quantcast

Cultura

Verano literario (II): Agatha Christie y los días surferos de Miss Marple en Las Palmas

Agatha Chriestie ambientó parte de sus relatos en Las Palmas.

Agatha Christie llegó a Las Palmas de Gran Canaria en febrero de 1927. Tenía 37 años y una profunda crisis de nervios. Los últimos tiempos habían sido un calvario para la autora británica, la más prolífica exponente del policíaco moderno. Christie estaba a las puertas de su divorcio con Archibald Christie. Un río de exceso y confusión dominaba su vida. Tras desaparecer durante once días, fue ser hallada con un cuadro de amnesia. Estaba registrada en un hotel con el nombre amante de su marido. A su regreso a Londres, a finales de 1926, se sometió a un tratamiento psiquiátrico. 

Agatha Christie llegó a Las Palmas de Gran Canaria en febrero de 1927. Tenía 37 años y una profunda crisis de nervios

Tras una leve mejoría, en febrero del año siguiente, la autora británica viajó a España. Tras pasar un par de semanas en Tenerife, en el Puerto de la Cruz, al que dedicó algunas menciones en The Mysterious Mr Quin, consiguió en Las Palmas un verdadero refugio. Aquel lugar acaparó su atención. Lo que se sabe de ese viaje de Christie lo ha recogido el historiador y especialista en turismo literario Nicolás González Lemus en El mes de Agatha Christie en Canarias. Ahí cuenta cómo la escritora británica se ‘hartó de las corrientes y de la constante panza de burro’ del Puerto de la Cruz que le impedían tomar sus ansiados baños de mar, razón por la cual decidió trasladarse hasta Gran Canaria. Sobre el surf, valga decir, se trata de un hobby que la escritora comenzó a practicar en la década de 1922, en Ciudad del Cabo y que solía practicar con cierta asiduidad.

Christie se alojó con su hija y su secretaria en el Metropol, un hotel construido y regido por británicos, donde la escritora se sentía como en casa: acudía a las cenas, se daba largos paseos y acudía a las partidas de tenis. Las playas de Las Canteras  y Santa Catalina fueron algunas de las que escogió para sus baños de mar. Hizo también varias excursiones por la Isla, una de ellas a Agaete –a unos 48 kilómetros- donde ambientó parte del relato La señorita de compañía, que forma parte de un libro más extenso llamado Miss Marple y los trece problemas. Aun muchos años después, y como recoge el  propio Lemus, Christie escribió en su autobiografía: “Las Palmas de Gran Canaria me parece aún el lugar ideal de descanso en los meses de invierno. Pero creo que hoy día se ha convertido en un gran centro turístico y ha perdido su encanto de entonces. En aquel tiempo era un lugar tranquilo y lleno de paz. Iba muy poca gente, salvo los que se quedaban uno o dos meses y lo preferían a Madeira”.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.