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Cultura

Una selección de libros para llevarse en la maleta este verano

Robar en American Apparel. Tao Lin (Alpha Decay). Este escritor de 24 años se hace llamar a sí mismo sociópata y adicto a Internet –subastó en Ebay los royalties de su primera novela-. Defensor del tedio y la incertidumbre, la mayoría de las cosas que hace están rodeadas de polémicas y revuelos. Este libro no fue la excepción.  “Impúdicamente autobiográfica y desesperadamente moderna, sobria y austera como un hermoso haiku”, ha dicho de ella la crítica.  Robar en American Apparel sembró controversia desde su publicación. En ella, Tao Lin narra la vida de Sam, un chico con un empleo basura, aspirante a escritor, adicto a eBay  y a la leche de soja, emprende un viaje desde  Pensilvania a Manhattan y de ahí a Florida pasando por Atlantic City, con la intención de huir de sí mismo. Mientras, Sam trata de escribir la novela que le sacará del arroyo y le salvará de la parálisis existencial en la que hace aguas su vida.

Una postal de 1939. Marcella Olschki (Periférica) Ambientada en la Italia de Mussolini, en medio de las leyes raciales de El Duce recién aprobadas, la novela reconstruye la realidad  totalitaria de la Italia fascista. Su motivo es un episodio vivido por la autora en su época de estudiante. Una simple postal, una travesura todavía infantil de una joven judía a su profesor camisa negra de un liceo florentino, provocará una tormenta. A mitad de camino entre la historia de amor y la anécdota agridulce, en este libro Marcella Olschki escribe, según ella misma afirma, “a los puros de corazón y a los que aman la justicia hasta en los actos más nimios”. Algunos han comentado un cierto tono de La broma, de Milan Kundera, como referencia de esta historia.


El Público. Bruno Galindo (Lengua de trapo) Un importante periódico de izquierdas descubre que ha perdido a su público de 25 a 40 años. Un exhaustivo estudio de mercado inspira en sus directivos la decisión de lanzar un nuevo producto: una revista dedicada al mundo del lujo más descabellado. Un periodista cuarentón, fuera de juego y entregado a las más ardientes teorías conspiratorias, recibe una oferta para trabajar en ella. Nuestro Hombre se verá dividido entre sus ideas contra el sistema y la necesidad de aceptar lo que parece su última oportunidad laboral. La llegada del éxito le ayudará a decidirse. Le espera otra sorpresa: la recepción de una serie de desconcertantes anónimos. Esta es la primera novela del periodista Bruno Galindo, quien intenta retratar  una generación que no sabe si resignarse o revelarse.

Westwood. Stella Gibbons (Impedimenta). The Times habla de ella  como la Jane Austen del siglo XX, Stella Gibbons, autora de La hija de Robert Poste, vuelve con otra novela con guiños al amor y la nostalgia. Ambientada en el turbulento y bombardeado Londres de la Segunda Guerra Mundial, Westwood narra la historia de Margaret Streggles, una joven de temperamento romántico y soñador. Su madre insiste en que “no es el tipo de muchacha que atrae a los hombres”. La bucólica vida de Margaret cambia por completo cuando encuentra por casualidad una cartilla de racionamiento en Hampstead Heath y, con ella, todo un mundo de intelectuales, artistas y aristócratas.

Plegarias nocturnas. Santiago Gamboa (Mondadori) Dos hermanos separados y un diplomático que hará todo lo posible por reunirlos de nuevo son los tres personajes que forman parte de la nueva novela de Santiago Gamboa, una historia en la que el autor de Perder es cuestión de método retoma la figura del viaje  y aprovecha para retratar la violencia en la Colombia de Álvaro Uribe. La historia está narrada en función de tres monólogos contados desde Bogotá, Bangkok, Teherán, Nueva Delhi y Tokio.

Al oeste con la noche. Beryl Markham (Asteroide). Beryl Markham: pionera de la aviación en África y famosa entrenadora de caballos, recogió en Al oeste con la noche sus vivencias en el continente africano y algunas de sus aventuras como piloto. El libro abarca treinta años de su vida: desde su infancia en Kenia a principios del siglo xx, donde llegó con su familia a los cuatro años. Markham, quien fue el primer piloto en cruzar el Atlántico en solitario desde Inglaterra a Canadá, publicó Al oeste con la noche, en 1942. Ahora,70 años más tarde, Libros del Asteroide vuelve a editarlo.

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