Quantcast

Cultura

A falta de Ley, buenos son mecenas: Rajoy inaugura la sala Várez Fisa en el Prado

Es poco habitual que el  Museo del Prado dedique una sala a un coleccionista para mostrar reunida su donación. Y ocurrió este martes, durante el acto de entrega que hizo José Luis Várez Fisa de 12 obras de los siglos XIII al XV ante una concurrida asistencia entre la que se encontraba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien visitó la pinacoteca por primera vez desde que ocupa el cargo.

“El mecenazgo supone un elemento imprescindible porque rompe el prejuicio de reducir la cultura de un país al presupuesto público”, ha dicho Rajoy en un momento especialmente delicado para el mecenazgo en España. Para apoyar sus palabras, agregó que “el mecenas no debe esperar nada a cambio” y que “la generosidad no solo depende de los incentivos económicos”. Las palabras del presidente de Gobierno, no puede negarse, son cónsonas con sus acciones.

Su Gobierno tiene pendiente sacar adelante una ley –cuyo anteproyecto ni siquiera se conoce, a pesar de que el sector entero reclama muestras de su existencia- que debe mejorar la implicación de la sociedad civil en la vida cultural, y cuya promulgación se ha convertido en algo fundamental para las instituciones culturales, más aún  con la austeridad que se ha impuesto a los presupuestos públicos por causa de la crisis económica.

Al acto en el Museo del Prado también asistieron José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, y José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, cartera de la que se espera, desde hace más de un año, la respuesta tanto al tema puntual de una legislación sobre mecenazgo como propuestas para fórmulas y alternativas que amplíen las exenciones y estímulos que faciliten la labor de mecenazgo. Sin embargo, y a pesar de tan concurrido auditorio, fueron pocas, por no decir ninguna, las palabras de contundencia. Bastaron las de Rajoy para saber a qué atenerse.

En una mención discreta, pero no por ello menos contundente, el director del Prado, Miguel Zugaza, expresó que en ese acto al que asistía la plana mayor del Gobierno y la cultura en España “se renueva el vínculo entre la sociedad civil y el museo”, más ahora, agregó, “en un momento en el que la realidad presupuestaria pone en duda la capacidad de lo público para sostener este pilar fundamental de nuestra cultura”.

Rajoy recogió el mensaje de Zugaza y salió al paso, de nuevo, con una declaración de intenciones. Subrayó que la política cultura es “una política de Estado” y un ámbito idóneo para la cooperación entre administraciones, por lo que el Gobierno, afirmó, pretende crear un marco jurídico flexible en el ámbito del mecenazgo.

“Una ley a la altura de los tiempos y de nuestras posibilidades, porque el apoyo privado no es una alternativa al apoyo público, ya que ambos esfuerzos deben coexistir”, dijo el presidente del Gobierno en las instalaciones de una institución que tan sólo en este año ha sufrido un recorte del 30% de su presupuesto.

Por su parte, justo este martes, el mismo día de este acto, el PSOE anunció que presentará una iniciativa parlamentaria para instar a la elaboración de un Libro Blanco del Mecenazgo con el fin de proveer de información útil en la elaboración de una nueva ley de mecenazgo, que sin embargo sigue sin prosperar.

Una donación de peso

El empresario y coleccionista español José Luis Várez Fisa ha donado al Prado una docena de obras pertenecientes al Románico, así como a la etapa de transición del Gótico al Renacimiento, que abarca desde el siglo XIII hasta el XV. Se trata de piezas clave que ahora pasan a formar parte de la colección del museo.

No es la primera vez que Várez Fisa hace una donación a la pinacoteca. En 1970 y 1988 donó al Prado el Retablo de San Cristóbal, anónimo español del siglo XIV, y San Cristóbal, de Orazio Borguiami. En esta oportunidad, entre las piezas más destacadas que Várez Fisa ha donado al museo se encuentra una de Jaume Serra, La Virgen de Tobed, pintada entre 1370 y 1397, y que llega para completar las dos tablas que le acompañaban en el templo de la localidad zaragozana para el que fue pintado y que actualmente posee el museo: La historia de San Juan Bautista y La Historia de Magdalena.

Esta tabla de la escuela catalana y de influencia ítalo-gótica es una pieza clave para entender una época. En ella aparece como donante el Rey Enrique II de Trastámara, en la esquina inferior izquierda.

Ésta sin embargo no es la única pieza llamativa. En la donación de Várez Fisa destacan dos tablas de Pedro Berruguete, uno de los grandes artistas del período que ocupa la transición entre el Gótico y el Renacimiento. Se trata de San Gregorio Magno y San Jerónimo así como de San Ambrosio y San Agustín. Junto a esta pieza se encuentra también una escultura del artista gótico Gil de Siloé, Virgen entronizada con niño, así como un frontal anónimo castellano y un artesonado procedente de Valencia de Don Juan.

Várez Fisa, de quien se dice que es una persona muy celosa de su intimidad, no concede entrevistas y apenas se deja ver en público. Cuando en 2011 fue distinguido con el premio Arte y Mecenazgo al coleccionismo, fue su mujer, María Milagros Benegas, quien asistió a recogerlo en su nombre. Ingeniero y empresario, fundó en Guipúzcoa en los años 60 Laminaciones Lesaca, una empresa de derivados del acero. Se trasladó a Madrid, donde fundó Agepasa, una gestora de patrimonios y carteras, y el Banco de Inversión.

Su colección está considerada una de las mejores de España y destaca especialmente por sus ejemplares de pintura antigua (desde el Románico hasta Goya), platería de los siglos XV al XVII, cerámica hispano-árabe y arqueología. En 1999, el Museo Arqueológico Nacional recibió 183 piezas arqueológicas adquiridas por el Estado español por un precio de 12 millones de euros.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.