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Cultura

Las salas de cine después del aumento del IVA: cerrar o reinventarse

La subida del 8% al 21% del IVA de las entradas será la última gota que colme el vaso. Las salas de cine independiente tienen que arreglárselas. O se reinventan o se hunden; no es sólo el factor precio les afecta sino una compleja red de factores y cambios en el consumo del ocio. En este concierto, el IVA es sólo el acelerador de un proceso que ya venía en marcha.

La caída de espectadores ha sido progresiva y continuada. Según el Anuario SGAE, en 2010 hubo 100 millones de asistencia. En 2011 no llegó  a 92. La media nacional de espectadores por sesión fue de 21,7, lo que equivaldría a 2,1 entradas vendidas por habitante.

El encarecimiento de los tickets,  la proliferación de pantallas planas inmensas en los hogares, la normalización de la piratería, la creciente afición a los videojuegos, la diversificación del ocio y el cada vez más  escaso margen de beneficio de un sector que tiene que invertir de manera permanente para actualizar su tecnología amenaza con poner en jaque a las salas de cine independiente y a todas aquellas que no estén en las ciudades más populosas.

El sector prevé que el IVA cultural más alto de todos los países de la zona euro - la media apenas supera el 10%- desencadene centenares de cierres –se habla de 859 de un total de 4.000- y miles de despidos, además de un golpe directo al encanto del espectáculo .Para muchos, el efecto circo primará por encima de la variedad. El cine acabará siendo un espectáculo homogéneo donde las películas comerciales se adueñarán de las carteleras, creando un efecto aplanador.

IVA versus IVA

Ya en vigor el aumento de trece puntos en el IVA, la entrada media pasará de costar uno seis con veinte  a siete. Se trata de 0,80 céntimos  que tendrán un efecto psicológico muy grande sobre los espectadores.

Según un informe encargado a PriceCoopers, la subida del IVA conllevará la pérdida del 28,20% de lo espectadores y una reducción de ingresos cercana a los 221 millones de euros.  Ese efecto se traduce en una proyección nacional según la cual se prevé la disminución progresiva de las salas de cine, a tal punto que éstas directamente lleguen a desaparecer de las localidades  con menos de 50.000 habitantes

Si a eso se suma que las salas de cine han invertido cerca de 200 millones de euros en digitalizarse -aún les resta invertir 176 millones más- y que la recaudación apenas llega a los 650, los números con bastante poco halagüeños.

Las salas de cine han invertido cerca de 200 millones de euros en digitalizarse; faltan 176. La recaudación apenas llega a los 650 millones de euros. Los números son poco halagüeños.

Una de las respuestas que encuentran algunos empresarios serían las reposiciones a bajo precio, las ofertas a primera hora de la tarde y la posibilidad de abrir el abanico de precios. Las ofertas de este tipo comenzarán a hacerse entonces mucho más frecuentes a partir de este otoño, con la intención de captar una asistencia específica; el precio cambia según la hora de proyección.

Otra de las respuestas que se han explorado para conseguir espectadores ha sido la venta de entradas mediante ofertas de grupo o abonos, además de la proyección especial de eventos, ya sean musicales –el caso de determinados espectáculos como la ópera, por ejemplo- o deportivos –como el fútbol, o la Fórmula 1-.

La cadena de salas de cine Kinepolis ha sacado en agosto a la venta unos abonos de 10 entradas a precio actual que podrán ser utilizados durante todo 2013. También ofrece unas tarjetas de 10 entradas que, aunque tienen un período de validez más corto, cuentan con mayor descuento.

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