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Cultura

Primero fue el público español, ahora la Ópera de Viena... ¿Qué le gusta a Mortier?

Hace justo un año se lamentaba Gerard Mortier: "El Teatro Real es de los más pobres de Europa”, refiriéndose al coliseo del que es director artístico y en el que, al menos como ocurrió durante su segunda temporada, cada ópera llegó a costar alrededor de cuatro millones de euros, tal y como reveló la prensa cultural. Y es que a juzgar por las entrevistas que concede a la prensa, a Mortier le gusta dar titulares. Y así lo ha vuelto a hacer, esta vez en Viena.

Durante una entrevista de prensa ofrecida al semanario Falter, Mortier cargó contra la Filarmónica de Viena -de la que dice que podría mejorar su calidad- y también contra el programa de la Ópera vienesa, que según él es un desastre. "Algunas veces son fenomenales, pero hay momentos en los que hay que decir que podrían ser mucho mejores", dijo.

El intendente del Real entra así en la polémica sobre la exigencia de la Filarmónica vienesa de que su opinión sea tenida en cuenta para nombrar al nuevo responsable artístico del Festival de Salzburgo, un debate en que la orquesta incluso ha dejado caer la posibilidad de reducir su tradicional participación en el certamen.

"La pregunta es: ¿Toca la Filarmónica siempre con su mejor nivel en el Festival de Salzburgo? Yo diría que no", dijo Mortier, quien además, responsabilizó a los filarmónicos vieneses de que la calidad artística de la Ópera de Viena fuese “actualmente una catástrofe". En las mismas declaraciones, Mortier manifestó que cuando en 2010 se eligió a un nuevo director para la Ópera de Viena, le fue ofrecido el puesto, pero que esa opción no cuajó al plantear como condición hacer cambios en la forma de trabajar de la Filarmónica.

"Los grandes cantantes cantan en Viena y eso le gusta al público de abono medio"

Preguntado sobre el programa del escenario vienés, Mortier contestó: "Es un desastre". "Ni siquiera están los grandes clásicos del siglo XX. Ni un Szymanowski, ni un Schreker. No tiene por qué ser música posterior a 1950", remató quien se jacta de haber llevado a Marina Abramovich y a Peter Sellars al coliseo madrileño. Eso sí, con la ópera de Viena no se cortó ni un pelo. Tiene un repertorio "pobre" -dijo-,  preparado sólo para el bel canto y los cantantes y con una escenografías de las que "ni quiere hablar". Y, sólo para rematar, como es su estilo, menospreció al público: "Los grandes cantantes cantan en Viena y eso le gusta al público de abono medio. En eso no hay ningún mérito en una ocupación (de butacas) del 97 por ciento".

Mortier dixit

No es la primera vez que Gerard Mortier levanta polvareda. Comparó al público del Teatro Real con los aristócratas que en tiempos de Mozart  se levantaban en medio de las funciones. También dijo que España tenía un gusto cultural de nuevos ricos y que él era, a todas luces, un incomprendido.

El edificio del Real, ha dicho, es desde su reapertura hace 15 años "uno de los mejores de Europa", con unas características técnicas "excepcionales" y unas salas "extraordinarias" -"una gran máquina de producir ópera"... Tantos elogios debían terminar, a su manera, en paliza. Porque, según Mortier, durante mucho tiempo -vamos, hasta su llegada- la programación del Real  "ha estado en la periferia", refiriéndose a un repertorio según él conservador.

Con un presupuesto de unos 40 millones de euros para este 2013, Mortier ha tenido, dice, que arreglárselas, aunque tuvo sus momentos álgidos; al punto de amenazar con marcharse. Mortier, que ha dirigido la Ópera de París y Nueva York, tiene contrato como intendente del Teatro Real hasta 2016.

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