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Cultura

El 61 Festival de San Sebastián: menos presupuesto y más sentido del espectáculo

El auditorio Kursaal, donde se celebra el Festival, en una imagen de archivo (Foto: Prensa Festival)

El año pasado Rebordinos tiró la casa por la ventana. El Festival de Cine de San Sebastián se apuntaba un aniversario redondo y tocaba celebrarlo a lo grande. El presupuesto total ascendió entonces a 7,4 millones de euros. Las cosas han cambiado. Hasta el 2012, 56% de los ingresos procedían de subvenciones públicas (Ministerio de Cultura, Diputación de Gipuzkoa, Ayuntamiento de San Sebastián y Gobierno vasco) de las que ya no es posible tirar. Por eso durante este 2013, el esfuerzo de la organización se volcó en para captar patrocinadores privados. Según especificó su director, José Luis Rebordinos, en la presentación de los carteles oficiales, la cita ha visto reducidas las aportaciones institucionales en 400.000 euros.

La merma de fondos públicos no es algo nuevo. Se trata de un problema con el que el director del Festival ha tenido que entenderse en las últimas ediciones. Para conseguirlo ha buscado, insistentemente, la vía del patrocinio privado, que entre 2011 y 2012 creció un 9 % y al que se sumó el aumento en 13% de los ingresos por la venta de entradas y actividades paralelas. La lección ha sido aprendida, o va en camino. De ahí que se intenten reforzar dos ideas: el festival genera cultura y espectáculo, pero también actividad económica. Es, en todo sentido, un escaparate.

En la 61 edición los principales patrocinadores oficiales empresariales son el tradicional de TVE -que transmite la gala a partir de las 21 horas en La 2- y Movistar TV; seguidos de los colaboradores Kutxabank y Audi, además del patrocinio de Gas Natural, cuya entrada en 2012 supuso un balón de oxígeno muy importante para el certamen, y que este año repite entre el grupo de sponsors.

En la pasada edición las proyecciones de concurso y de las sesiones paralelas captaron la atención de 157.256 espectadores, la mayoría vascos, pero también procedentes de otras comunidades autónomas y países, especialmente de Francia por su proximidad fronteriza. Para el sector turístico guipuzcoano, puede decirse que su agosto se prolonga hasta casi el final de septiembre. Sólo los hoteles registran en este mes relacionado con el festival más de 28.000 pernoctaciones, lo que deja un negocio de 3,2 millones. También sale muy bien parada la hostelería y los servicios, lo que se traduce en 8,7 millones de repercusión.

Una gala con más espectáculo y menos sobriedad

Las actrices Annette Bening y Michelle Yeoh y los directores Oliver Stone y Terry Gilliam serán algunos de los protagonistas de la ceremonia inaugural del Festival de Cine de San Sebastián, que en esta 61 edición busca romper con la sobriedad y apuntarse uno tanto mediático en la versión que dirigirá este año el donostiarra Patxi Barco.

Annette Bening pasará por el auditorio del Kursaal con la Sección Perlas, en la que se proyectará The Face of Love (La mirada del amor), el filme de Arie Posin que protagoniza junto a Ed Harris, y la coreana Michelle Yeoh con Culinary Cinema, como cabeza de reparto de la película que abre esta sección. Además de Oliver Stone y Terry Gilliam, también participará en la gala el japonés Hirokazu Kore-eda, cuyo último trabajo, Like Father Like Son también pasará por Perlas, quien presentará la retrospectiva que el Festival dedica este año a su compatriota Nagisa Oshima.

Oliver Stone hace doblete: presentará la serie documental The Untold History of the United States, así como un nuevo montaje de Alexander: The Ultimate Cut,

El argentino Juan José Campanella, cuya primera película de animación, Futbolín, abrirá mañana la Sección Oficial tras la gala de inauguración. Y a la espera de que llegue uno de los más atractivos de esta edición, el actor Hugh Jackman, galardonado con el Premio Donostia de esta edición como la española Carmen Maura, el público espera también a Mario Casas y Hugo Silva, miembros del reparto de Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, que acude fuera de concurso al igual de Jean Pierre Jeunet y Helena Boham Carter, que cierran la sección oficial, con El Joven & Prodigioso Spivet, aventura americana del director de Amelie. Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba; Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, la coproducción hispano-canadiense Enemigo, de Denis Villeneuve y basada en una novela de Jose Saramago, y La herida, ópera prima de Fernando Franco, son las películas españolas que competirán por la Concha de Oro.

El actor Hugh Jackman, galardonado con el Premio Donostia de esta edición como la española Carmen Maura.

El resto de la sección oficial se completa con Quai D’Orsay y Mon ame par toi gueire, de los franceses Bertrand Tavernier y François Dupeyron; Club Sandwich, del mexicano Fernando Eimbeche; Pelo Malo, de la venezolana Mariana Rondón; Le week-end, del británico Roger Michell; The Railway man, la coproducción entre Reino Unido y Australia, que protagonizan Nicole KidmanColin Firth; Devil's Knot, nueva obra de Atom Egoyan; For those who can tell no tales, de la cineasta bosnia Jasmila Zbanic; y Oktober November del austríaco Götz Spielmann.

Buena parte de la sección oficial ha pasado las últimas semanas por Toronto. El festival canadiense, punto de paso de todo lo que queda por llegar de aquí a final de año en el mundo, es un festival no competitivo y, por tanto, las películas pueden “repetir” a competición en San Sebastián. Los ecos de la crítica mundial, sin embargo, ya han alabado Caníbal o Enemigo y soltado algún palo a Devil's Knot.

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