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Cultura

El Gobierno aprueba el anteproyecto de Ley que otorga más autonomía a la Biblioteca Nacional

Una imagen de la sala de lecturas de la Biblioteca Nacional.

Desde que en 2003 el Museo del Prado se hiciera con una ley acorde a sus necesidades, otras instituciones culturales buscaron transitar el mismo camino con un estatuto propio. Ocurrió con el Museo Reina Sofía también con el Teatro Real. Ahora toca el turno a la Biblioteca Nacional. Este viernes el consejo de ministros ha aprobado el anteproyecto de Ley que permite una gestión más autónoma y le devuelve su estatus de Dirección General, de la que fue despojada durante la administración de José Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que se mantiene su carácter de organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Según el texto normativo, el Real Patronato pasa a ser un órgano rector colegiado con una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la BNE, velando por su cumplimiento. Además, realizará una labor activa en la captación de recursos propios y de patrocinio. El presidente de la Biblioteca Nacional será el titular de Educación, Cultura y Deporte, quien entre otras funciones podrá “elevar al Consejo de Ministros propuesta de nombramiento del director, previa consulta con el Patronato”.

El Real Patronato pasa a ser un órgano rector colegiado con una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la BNE.

La BNE, actualmente, custodia y da acceso a cerca de 30 millones de documentos, entre los que se encuentran los de mayor valor del patrimonio bibliográfico español. A través de su web se puede acceder a más de 135.000 documentos digitalizados, cuyas descargas han superado los 14 millones en los últimos años.   El anteproyecto de ley establece que, una vez promulgado el texto como ley, en el plazo de un año se apruebe un Estatuto que regule la gestión interna y la estructura orgánica y funcional de la BNE.

En el régimen de ingresos se incluyen los procedentes de actividades propias y de la cesión de espacios. Se contempla como tipos de ingresos los derivados de los precios públicos, las tasas y los ingresos de derecho privado.Como ingresos de derecho privado se considera los que perciba la BNE por la prestación de servicios o la realización de actividades que, de acuerdo con la ley, no tengan naturaleza tributaria, no constituyan precios públicos y no deriven del ejercicio de potestades administrativas.

La Biblioteca Nacional de España podrá participar en sociedades o fundaciones cuyo objeto sea acorde con sus fines.

La Biblioteca Nacional de España podrá participar en sociedades o fundaciones cuyo objeto sea acorde con sus fines, según el texto de la normativa que prevé la creación de un comité científico.El anteproyecto  de Ley de Autonomía de la Biblioteca Nacional –aunque ya tenía estudios y proyectos previos- comenzó a estudiarse de manera específica en su fase preliminar desde 2013. Este será llevado ahora a trámite parlamentario.

Reconocimiento largamente esperado

La directora de la Biblioteca Nacional de España (BNE), Ana Santos, ha asegurado que la devolución por parte del Gobierno de su estatus de dirección general, que había tenido continuadamente hasta mayo de 2010, supone "un reconocimiento de su papel esencial".

En un comunicado, Santos ha resaltado la necesaria labor de la BNE para conservar y transmitir la cultura de España y sus colecciones, "un reflejo de su historia y de su capacidad para avanzar hacia sociedades más desarrolladas".

"Pocos países tienen una biblioteca nacional como la BNE y los que la tienen conocen su valor y por lo tanto le otorgan la consideración debida. Una institución fundada hace 303 años y que desde entonces ha estado preservando y transmitiendo el legado cultural generado por España resulta trascendente para mantener la identidad del país", ha afirmado.

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