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Cultura

La colección Abelló y la historia de la desaparición del coleccionismo español

Una imagen de CentroCentro Cibeles, en la sede del Ayuntamiento de Madrid.

Es una de las colecciones privadas más valiosas de España. Hasta ahora algunas de sus piezas más importantes se exhibieron como préstamos aislados en exposiciones y algunas selecciones en Santander y en el Museo Thyssen. Ahora, será posible ver una selección en CentroCentro -en la sede del Ayuntamiento de Madrid-, que exhibirá a partir del 2 de octubre 160 joyas de la Colección Abelló.

Aunque ya no forman parte –como antaño- de la lista de los coleccionistas de arte más poderosos según la revista Art News, el empresario español Juan Abelló y su esposa, Ana Gamazo Hohenlohe, atesoran una colección de cerca de medio millar de piezas reunidas por el matrimonio durante las últimas cuatro décadas y repartidas entre su casa de Madrid, la oficina del empresario en la capital y sus fincas –al empresario le gusta cazar y por lo que se ve, no sólo animales, sino piezas de primera-.

Hasta el 1 de marzo de 2015 el público podrá ver algunas de las piezas más significativas de una colección sobre la que se ha escrito mucho. Entre sus tesoros destaca un tríptico de Francis Bacon que le costó 25 millones de euros. Posee además obras de los principales genios españoles: Juan de Flandes, Ribera, Zurbarán, Goya, Picasso. También obras de Degas, Modigliani (El violonchelista) y Henri Matisse. Colecciona también dibujos antiguos y modernos. Además de la sección de dibujos de los siglos XIX-XX a partir de Goya (Van Gogh, Renoir, Toulouse-Lautrec, Juan Gris, Egon Schiele, Magritte, Dalí). 

¿Qué se exhibirá en Centro Centro?

Comisariada por Felipe Garín, exdirector del Museo del Prado, la muestra presentará al público una selección de 160 piezas que recorrerán cinco siglos de arte, desde el siglo XV hasta mediados del siglo XX. En ese recorrido, Garín ha pretendido mostrar lo más representativo de la pintura, la escultura y el dibujo de la colección.

Según Garín, la Colección Abelló tiene algunos aspectos fundamentales para entenderla: el primero radica en el hecho de no se limita a periodos históricos, escuelas o géneros concretos sino que, aún siendo los testimonios españoles los más abundantes, son significativos los ejemplos de talleres flamencos, italianos, franceses o germánicos. Su segundo carácter específico es que no marca un límite temporal: Juan de Flandes, Lucas Cranach o Yáñez de la Almedina dialogan con obras de Ribera, Zurbarán, Murillo, Canaletto, Goya, Sorolla, Modigliani, Picasso o Bacon entre otros.

Hasta el 1 de marzo de 2015, el público podrá ver algunas de las piezas más significativas de una de las colecciones más improtantes en España

Justamente la amplitud de la colección se ve representada en algunos de los autores -adicionales a los ya mencionados- cuyas obras el público podrá ver exhibida en las salas de CentroCentroBerruguete, El GrecoJuan Pantoja de la Cruz, Alonso Cano, Murillo, Juan de Arellano, Rusiñol, Ramón Casas, Isidro Nonell, Juan Gris, Pierre Bonnard, Braque, Léger, Klee, Rothko, Joan Miró, Dalí, Van Gogh, Degas, Klimt, Schiele, Dix, Grosz, Kandinsky, Munch, Matisse o Tapies.

La exposición de la colección de Abelló prosigue la serie Mecenazgo al servicio del arte con la que, desde 2012, CentroCentro Cibeles pretende acercar al público algunas de las colecciones privadas más relevantes del país. Tal ha sido el caso de El legado Casa de Alba, Colección Helga de Alvear. El arte del presente, y Colección Masaveu. Del Románico a la Ilustración.

Según ha difundido en una nota CentroCentro, el matrimonio Abelló ha cedido las obras sin interés económico alguno. “Los posibles beneficios que correspondan a la muestra se enviarán a Cáritas Madrid".

Coleccionismo en España, diez años de esplendor y declive

En el año 2005 la casa de subastas Christie's volvió a España después de 30 años de ausencia. Para celebrarlo, convocó una subasta memorable que alcanzó ventas de 5,2 millones de euros. En aquel entonces, el coleccionismo latía vigoroso, no solo por las iniciativas privadas e individuales sino también por la figura de las empresas como coleccionistas de arte. Acaso más modestamente que otro países, pero con un perfil específico, España destacó por tener un grupo muy definido de coleccionistas que llegaron a erigirse como punto de referencia.

De los cuatro españoles que formaban parte de la lista de los doscientos coleccionistas de arte más influyentes en todo el mundo que la revista Art News publica cada verano, ya no queda ni uno. Alicia Koplowitz fue la última en abandonar tan selecto grupo. La empresaria madrileña, que heredó junto a su hermana Esther las compañías de las que surgiría la actual FCC, es conocida por su gusto por los maestros del siglo XVIII y XIX español. Durante estos últimos años, ha sido más que conocida la compra que hizo Koplowitz del lienzo Maja y celestina en el balcón, del maestro Goya, el cual fue valorado, aproximadamente, en 18 millones de euros.

De los 4 españoles que formaban parte de la lista los doscientos coleccionistas más influyentes del mundo, ya no queda ni uno

Plácido Arango, ex presidente del Grupo Vips, ex consejero del BBVA y antiguo presidente del patronato del Museo del Prado fue eliminado de la lista en 2013. En años anteriores figuraban nombres como el de Juan Abelló o José Luis Várez Fisa, empresario recientemente fallecido, coleccionista especializado en antigüedades, maestros clásicos y arte español moderno y contemporáneo, quien en 1999 vendió al Estado por 12 millones sus tesoros arqueológicos.

Además de las fundaciones con solera -la Fundación Juan March, por ejemplo- en ese entonces las empresas comenzaban a destinar capítulos específicos al arte, tal era el caso de Fundación Telefónica, la Fundación Focus-Abengoa, Altadis, la Colección Afinsa –una iniciativa afectada por la presunta estafa del Fórum filatélico-, la Fundación Coca-Cola –que llegó a tener más de 300 obras reunidas en 10 años-, el Museo Unión Fenosa, incluso la inmobiliaria catalana Hábitat desarrolló este tipo de iniciativas.

Existía un grupo relativamente compacto de empresarios coleccionistas comenzando por el galletero Eugenio Fontaneda

Existía un grupo relativamente compacto de empresarios coleccionistas comenzando por el galletero Eugenio Fontaneda (fallecido en 1991 y cuya colección de arte antiguo se guarda en el palentino Castillo de Ampudia) o Francisco Daurella (del grupo catalán Cobega y creador de la Fundación Fran Daurel, de Barcelona, que cuenta con un fondo artístico de más de 3.000 obras de arte), hasta empresarios como Lluís Bassat, el hotelero Jordi Clos i Llombart (Cadena Derby), otros miembros de la familia Daurella (Foto Colectania), Javier Godó Muntañola (editor de La Vanguardia), los hermanos March (Fundación Juan March), la familia asturiana Masaveu, o Joaquín Rivero Valcarce (presidente del grupo inmobiliario Metrovacesa y propietario de más de 300 obras de arte español).

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