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Cultura

Cataluña quiere que cada autonomía pague la formación de sus propios estudiantes

La propuesta de Antoni Castellà se ha recibido en algunos sectores como un ataque a los derechos de los estudiantes

Cataluña no está dispuesta a correr con los gastos de matrícula de los estudiantes universitarios de otras Comunidades Autónomas. El secretario de Universidades de la Generalitat, Antoni Castellà, planteará la creación de un fondo de compensación interterritorial en la próxima Conferencia General de Política Universitaria. La idea es aplicar el mismo modelo que ya existe en el ámbito sanitario, según el cual los gastos que generan en Cataluña los ciudadanos de otras regiones lo pagan las propias autonomías de origen.

Cataluña recibe cerca de 12.500 estudiantes de otras Comunidades cada año, frente a los 3.000 catalanes que se desplazan fuera para realizar estudios superiores. Teniendo en cuenta que cada Comunidad Autónoma se hace cargo de un 85% del coste de los alumnos matriculados en sus universidades públicas, la Generalitat calcula que esta medida le permitiría ahorrar cerca de 100 millones de euros. “Los recortes en el sector universitario catalán ascendieron a 144 millones de euros el año pasado. Con el ahorro que supondría el fondo de compensación se habrían evitado en buena medida”, aseguran desde la Secretaria de Universitats.

"Un alumno de Cuenca pagará lo mismo que otro de Barcelona por la misma carrera"

Los estudiantes con menor índice de movilidad académica son los de Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana, por ser los que encuentran una oferta universitaria más diversa en sus propios territorios, afirma un análisis del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

Según los datos oficiales del curso 2009-2010, 61.000 alumnos de primero y segundo ciclo y de grado de las universidades de Madrid tenían residencia en otra comunidad; 18.000 de los universitarios que estudiaban en Castilla y León procedían de otras autonomías; 15.300 en el caso de Andalucía y 11.500 en la Comunidad Valenciana.

La Secretaria de Universitats asegura que la propuesta no es en ningún caso ‘discriminatoria’ para los estudiantes. “Un alumno de Cuenca, Badajoz o Santiago de Compostela pagará exactamente lo mismo que otro de Barcelona por la misma carrera”.

“Anticonstitucional” e “irracional”

Sin embargo, las reacciones a esta propuesta no se han hecho esperar. El rector de la Universidad de Granada, Francisco González Lodeiro, la tacha de “anticonstitucional” e “irracional” por ir en contra del “espíritu universitario”. Por su parte, el consejero de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, considera que el sistema público universitario debe estar suficientemente coordinado como para asumir con total normalidad cualquier transferencia de estudiantes. “Vivimos en un país en el que cada cual debe tener los mismos derechos independientemente del territorio en el que se encuentre”, explica.

También desde el Ministerio de Educación se han pronunciado acerca de esta iniciativa catalana. Creen que puede poner "en peligro" el distrito universitario abierto y podría llegar a ser "inconstitucional" por "vulnerar" los principios de "igualdad, de solidaridad y de integridad territorial".

"El objetivo es situar tres universidades catalanas entre las 100 mejores del mundo"

Antoni Castellà se ha hecho eco de estas críticas y ha salido a defender su propuesta. "Igual que existe un fondo de compensación sanitario, se puede tener otro para educación superior. Es injusto que algunos pongan en duda la repercusión de esta medida en el alumno, ya que será nula". El secretario va más allá y afirma que están igualmente dispuestos a compensar a las comunidades que costeen los estudios de alumnos catalanes. "No necesariamente debe establecerse una compensación del 100% del coste, pero alguna solución hay que plantear". 

Entre las mejores universidades del mundo

Desde la Secretaria de Universitats admiten que se están llevando a cabo una serie de iniciativas y propuestas "con vistas a propiciar un cambio de paradigma en el sistema universitario catalán". El objetivo es conseguir que en un plazo de diez años haya tres universidades catalanas situadas entre las 100 mejores del mundo.

Entre estas medidas de reducción de gastos y mejora de la eficiciencia, se encuentra la extinción de aquellos grados que cuenten con menos de 40 alumnos por clase. "Queremos racionalizar el conjunto de la oferta de másters y grados y eliminar aquellos cuya masa crítica los haga insostenibles". 

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