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Cultura

Salvador Dalí regresa al Pompidou 33 años después; luego vendrá a Madrid

Una exposición recorre toda la obra del pintor catalán Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989), un artista del que se ha dicho todo y del que, a veces en vano, se ha creído todo. En ocasiones apresado en las boutades que él mismo hizo circular sobre su obra, el autor de El gran masturbador está envuelto en un complejo universo visual que esta vez promete verse resarcido en Dalí,  una exposición, que recorre toda la trayectoria del artista, desde sus trabajos de juventud hasta su última pintura, Cola de golondrina (1983), y permanecerá desde el 21 de noviembre en el Centro Nacional de Arte y Cultura de la capital francesa hasta el próximo 25 de marzo; será entonces cuando el universo Dalí se traslade de forma íntegra a Madrid, para ser desplegado a partir del 23 de abril en las salas del Reina Sofía, coorganizador junto con el Pompidou.

La muestra incluye alrededor de 200 obras, entre pintura, escultura, audiovisuales, fotografía. A las salas de la exposición parisinas se accede por  un huevo gigante que simboliza lo corporal y se sale por un cerebro, que simboliza lo espiritual. La escenografía de la muestra ha sido realizada por el arquitecto Óscar Tusquets y respeta la idea original de Dalí para la exposición que tuvo lugar en el Pompidou en el 79 de poner todos los cuadros como en un foro y dejar el centro vacío.

Estructurada en torno a un doble eje cronológico y temático, la muestra ahonda en los inicios del provocador artista en la Residencia de Estudiantes y su relación con la Generación del 27, hasta su aterrizaje en la pintura surrealista de la mano de artistas como Joan Miró, Max Ernst o Yves Tanguy. Además, a través de múltiples instalaciones audiovisuales, explora su vertiente más mediática, despreciada por los historiadores del arte por considerarla vulgar y autopromocional, y sin embargo imprescindible para comprender su obra. "Dalí era un gran actor de sí mismo", indicó la comisaria del Centro de Figueras, Montse Aguer, para señalar que, no obstante, no se puede olvidar que se trató de un artista con profundos conocimientos de Historia del Arte, y que encontró en Velázquez una de sus mayores influencias.

Los responsables artísticos del inmenso edificio de plástico, acero, hormigón y cristal firmado en 1977 por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers son conscientes del reto: reeditar el éxito de la última gran retrospectiva francesa de Dalí. Será imposible. Fue en 1979, aquí, en el Pompidou, y entonces más de 840.000 visitantes colapsaron las salas del centro. Nunca una exposición recibió tantas visitas en la capital francesa. Aquella vez, Dalí llegó a la puerta del museo en un Rolls-Royce, con un bastón en una mano y un bogavante en la otra. No sabía que, justo ese día, los trabajadores del Pompidou estaban de huelga. Así que se bajó del Rolls y se fue a parlamentar con ellos, dándoles toda su solidaridad.

Museos de todo el mundo, entre ellos el MoMa, la Tate, el Museo de Arte de Filadelfia, Museo de Bellas Artes de Bruselas y, por supuesto, el Reina Sofía, el Pompidou y el Salvador Dalí Museum de Saint Petersburg (Florida) han prestado obra para la muestra. En ella se pueden contemplar algunas de las obras maestras del artista, como La persistencia de la memoria, El gran masturbador, La tentación de San Antonio, El espectro del sex appeal o el Teléfono afrodisiaco. La retrospectiva ha sido comisariada, por parte francesa, por Jean-Michel Bohours y Thierry Dufrêne, y por la española, por Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos en la Fundación Gala-Salvador Dalí.

"Esta exposición nos pone en guardia contra todos los prejuicios, y propone un reto: la re-evaluación de la obra de Dalí en un contexto museístico", sostiene Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía. “Espero que con esta muestra se rescate la obra de Dalí por fin porque muchas veces lo daliniano ha superado a Dalí”, remacha Villel. "No es posible exponer a Dalí en un museo como se expone a cualquier otro artista", dice el director del Museo de Arte Moderno del Pompidou, Alfred Pacquement.

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