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Cultura

Christo regresa a Alemania 18 años después y sin Jean Claude

El artista búlgaro estadounidense Christo ha "arropado" el interior del gasómetro de Oberhausen (oeste de Alemania) con una gigantesca tela a modo de globo, 18 años después del espectacular empaquetado del Parlamento alemán, el Reichstag. La instalación en el viejo gasómetro de esa ciudad de provincias, en la Cuenca del Ruhr, fue presentada el viernes y quedará abierta al público a partir del sábado.

La obra, bautizada como Big Air Package, tiene unos 90 metros de alto y permite al visitante asomarse al interior del envoltorio transparente, convertido en una especie de segunda piel que ocupa prácticamente todo el espacio interior de lo que fue una instalación de uso industrial. El gasómetro de Oberhausen entró en funcionamiento en 1927, en el corazón de la entonces región minera por excelencia de Alemania y con unas dimensiones de 117,5 metros de altura por un 67,6 metros de radio.

En 1988 quedó fuera de servicio, en medio del desmantelamiento del tejido industrial de la zona y el cierre de pozos mineros, y a mediados de los 90 se convirtió en centro cultural vanguardista, que acoge exposiciones temporales y conciertos. La instalación de Christo se exhibirá hasta el 30 de diciembre y, según explicó el propio artista, de 77 años, su función es sumergir al visitante en un "baño de luz" desde el interior de lo que califica de "escultura interiorista".

Se trata del primer proyecto que el artista realiza sin quien fuera su esposa y tándem creador durante décadas, Jeanne-Claude, fallecida en 2009. La instalación, presupuestada en 1,4 millones de euros (1,8 millones de dólares), es la primera que lleva a Christo a un lugar ya explorado anteriormente por el artista, ya que en el mismo Gasómetro de Oberhausen expuso en 1999 su The wall, consistente en 13.000 bidones de petróleo.

Supone también el retorno de Christo a Alemania, país donde realizó uno de sus más emblemáticos "empaquetamientos", en 1995, en el Reichstag.Christo hizo "desaparecer" entonces el histórico edificio para sus telas, tras una espectacular operación en la que intervinieron 90 escaladores que se descolgaron por sus fachadas hasta dejarlo totalmente cubierto. Así quedó durante meses, para reaparecer después con el fin de convertirse en el nuevo Parlamento de la Alemania unificada, unos años después de la caída del Muro (1989) y el traslado del gobierno y los principales órganos del Estado desde Bonn a Berlín (1999).

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