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La fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria coge aire con un aumento de pedidos

La fábrica de Mercedes-Benz en Vitoria no parará finalmente su actividad los días 28 de febrero y 1 de marzo.

Mercedes-Benz Vitoria coge aire. La emblemática planta de la automovilística alemana ha tomado la decisión de no parar finalmente la producción los dos días que tenía previsto hacerlo, el 28 de febrero y el 1 de marzo, ya que desde el departamento de ventas se ha solicitado incrementar la producción en 1.000 unidades. La comisión de ordenación del tiempo de trabajo de la planta de la multinacional ha mantenido esta semana una reunión en la que también se ha ratificado el mantenimiento de las 152.000 unidades para el total del año, según han informado a Efe fuentes sindicales.

El 25 de enero pasado en este mismo organismo se comunicó la parada de la producción en estos dos días por la caída de pedidos de sus vehículos debido a la incertidumbre creada en torno al diésel. Para este mes está prevista la parada de la fábrica los días 25, 26 y 27 de febrero, un parón que se suma a los de octubre y diciembre del año pasado que suman un total 14 días, realizados por el gran stock de vehículos acumulados en todo el mundo.

Un pequeño respiro para una planta a la que la crisis del diésel ha golpeado duramente en estos últimos meses. Según los datos aportados en las Juntas Generales de Álava por los representantes de UGT, en el último semestre de 2018 se registró una amortización de puestos de trabajo, traducido en la no renovación de 800 empleos desde el 31 de agosto hasta final de año. Los responsables de la fábrica admitieron que no se había podido mantener a 650 trabajadores eventuales y a otros 150 que se contrataron para el periodo vacacional y que permanecieron hasta septiembre en la factoría.

20.000 personas viven de la fábrica

Y buen parte de esos problemas llegaban de la incertidumbre generada por los planes del Gobierno de Pedro Sánchez en torno al diésel y que llevó a una caída en la compra de vehículos, sobre todo por falta de conocimiento de hacia donde avanzarían los planes. Y es que lo que suceda a la planta de Vitoria afecta a más de 20.000 personas en la zona que viven del sector, tres cuartas partes de ellas de modo indirecto, que ven con preocupación la posible futura prohibición de los motores de combustión, y que en base a un estudio realizado por sindicatos alemanes, podría poner en peligro «más de 5.000 puestos» en un hipotético adiós a los combustibles derivados del petróleo

Todo ello tras un 2018 en el que las previsiones de la fábrica vitoriana de Mercedes era producir 163.000 furgonetas que, finalmente, se quedaron en 146.000, es decir, 17.000 menos de las deseadas. Se lamentaba desde la fábrica que los anuncios sobre el diésel provocaron la paralización del tercer turno y la supresión de 168 horas por jornada. De hecho, este mes de febrero habrá paros de producción, aunque finalmente serán menos de los previstos ante la buena noticia que ha supuesto el aumento de mil nuevas unidades en la cadena de producción.

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