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Motor

Nos subimos a los nuevos Mégane y Astra 2016; compactos de última generación

La cuarta generación del Mégane se desmarca en diseño de su predecesor.

Las ventas de ambos modelos el pasado ejercicio 2015 reclamaban una puesta al día. El Mégane, lider de ventas en 2014, perdió posiciones en 2015 superado por el Seat León y el Volkswagen Golf, mientras que el Astra se quedó fuera del Top 10 de la lista de los modelos más vendidos. Sin duda, que con la nueva generación que ahora llega al mercado tanto uno como otro podrán hacer frente a sus numerosos rivales, todos ellos compitiendo en el segmento que mayores ventas aglutina, el de los compactos, un mercado que rozó en 2015 las 270.000 unidades, casi un 20% sobre el total del mercado.

Opel Astra 2016

Más corto, ancho y bajo que su antecesor, el nuevo Astra mide 4,37 metros de longitud y presume de hacer perdido peso y de mejorar la habitabilidad interior. De diseño más fluido y elegante, por dentro también estrena diseño, con mejores acabados y un aspecto moderno y de buena calidad aparente, con menor botones y mayor peso de la pantalla táctil para el manejo de las muchas funciones que ofrece. Algo más amplio que el Mégane en sus plazas traseras, el maletero tiene algo menos de volumen y sus formas no son tan aprovechables, con menor anchura para a la hora de transportar bultos de cierta longitud. En marcha, transmite sobre todo un rodar muy agradable, tanto por la capacidad de filtrado de las suspensiones como por el nivel de ruido que llega al interior. Tanto la propia rodadura como el contacto del aire con la carrocería pasan desapercibidos incluso a velocidades algo elevadas, de 140-150 km/h.

En su conducción, se siente más ágil, dinámico y preciso en zonas de curvas. El menor peso y una puesta a punto de dirección muy mejorada transmiten mejores sensaciones que antes a sus mandos. Entra fácil en curva, se apoya con solidez y mantiene la trazada con precisión. Moverse en carreteras viradas resulta ahora más gratificante, disfrutando de un conpacto más eficaz y dinámico que antes, y de confort en largos recorridos superior. Ayuda a ello motores como el diésel de 1,6 litros y 110 CV, la versión de acceso a la gama en lo que a diésel se refiere (18.500 euros) y el único motor que hemos podido probar, pero que cumple con mucha suficiencia. Agradable desde bajo régimen y con fuerza desde medio régimen, se muestra como una opción a tener en cuenta, aunque a plena carga pudiera quedarse quizás un pelín justo.

La gama de motores la completan en diésel dos versiones más del mismo bloque 1.6, con 136 y 160 CV, además de tres variantes de gasolina con 105, 125 y 200 CV, con unos precios que oscilan entre 16.400 y 22.000 euros.

Renault Mégane 2016

El nuevo Mégane arranca con unos precios de salida similares a los del Astra, 16.600 euros con motor de gasolina de 100 CV y 18.100 euros con motor diésel, aunque menos potente que el Astra, de 90 CV. Sus dimensiones crecen en su caso respecto al anterior modelo, seis centímetros más que le llevan hasta los 4,36 metros de longitud, prácticamente idéntico al Astra. Más evolucionado en su diseño exterior respecto a su predecesor, también el interior cambia de manera más radical, con un salpicadero mucho más moderno gracias a una pantalla táctil sobre la consola central de dimensiones más amplias que la de todos sus rivales, Astra incluido, aunque de manejo no tan intuitivo al menos inicialmente. No es tan amplio en sus plazas traseras, pero el maletero permite transportar bultos como una bolsa de golf con mayor facilidad.

Además de diseño, estrena un nuevo bastidor con una distancia entre ejes 28 milímetros más larga que en el modelo anterior, lo que supone 2,67 metros entre ejes, y unas vías 47 milímetros más ancha delante y 39 milímetros detrás. Un paso adelante que se siente a sus mandos, con muy buen tacto de dirección, aunque en estos primeros kilómetros no se siente tan silencioso quizás como el Astra en su rodar a alta velocidad. Cómodo de suspensiones, filtra los baches con eficacia, moviéndose entre curvas con más agilidad y precisión que su antecesor. Como en el Astra, hemos podido probar una versión diésel de 110 CV, un motor muy agradable aunque en términos de refinamiento ligeramente superado por el 1.6 CDTI del Astra. 

La gama de motores está compuesta por tres diésel dCi de 90, 110 y 130  CV y tres de gasolina TCe de 100, 130 y 205 CV, todos ellos de cuatro cilindros, turbo y con función Stop/Start. La caja de cambios de serie es manual de seis velocidades, excepto en el TCe 205, que es automática de doble embrague EDC con siete relaciones. Como novedad por primera vez en la gama Mégane, en 2017 tendrá una variante híbrida con motor diesel dCi de 110 CV y eléctrico con el que Renault espera homologar un consumo medio de unos 2,9 l/100 km.

Hay seis niveles de equipamiento, Life, Intens, Zen, GT-Line, Bose y GT y, desde el más básico Life, incluye de serie regulación en altura del asiento del conductor, aire acondicionado, programador de velocidad, retrovisores con ajuste eléctrico y radio con USB y Bluetooth. Justo por encima, y unos 1.000 euros más caro, el acabado Intens añade llantas de aleación de 16 pulgadas, regulación en altura y profundidad del volante, elevalunas traseros eléctricos, faros delanteros antiniebla y sensores traseros de ayuda al aparcamiento.

Además, desdel el lanzamiento, la variante Mégane GT cuenta con un paragolpes delantero rediseñado para imprimir un mayor aspecto deportivo que integra una toma de aire más ancha y rejillas en la calandra rediseñadas en forma de nido de abeja. En la parte trasera, el diseño del GT se refuerza a través de dos tubos de escape cromados a juego con las hendiduras delanteras que envuelven un difusor que recuerda el universo de la fórmula uno. Esta versión deportiva estrenará un color de carrocería llamado «Bleu Iron» asociado a elementos en «Dark Metal» en la zona delantera y sobre los embellecedores de los retrovisores, para conectarlo al mundo de los GT. Monta, además, llantas de aluminio de 18ʺ desarrolladas específicamente por Renault Sport.

Pero por encima de todo ello, esta cuarta generación del Mégane llega cargada de los más modernos sistemas de ayuda a la conducción, opcionales la mayoría, como el sistema de proyección de datos enfrente del conductor, programador de velocidad activo, alerta por cambio involuntario de carril, detección de señales de velocidad máxima con alerta en caso de superarla, detección de objetos en el ángulo muerto de los retrovisores exteriores y aparcamiento semiautomático, casi todos ellos ya presentes en el segmento de los compactos, así como un innovador sistema que supone primicia entre sus rivales, el sistema 4Control de ruedas traseras directrices. Se sigue echando en falta en relación a los modelos de gama alta del segmento algunos elementos como la tracción total.

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