Probamos el Skoda Kodiaq RS, un SUV diferente, deportivo... y diésel

La moda SUV está tan implantada que ya abarca casi cualquier segmento, el de los deportivos incluido. Porque el Kodiaq RS puede ser así considerado, y no por tener bajo el capó un motor diésel de 240 CV, sino porque a sus mandos transmite ese punto de deportividad en la conducción que ya pocos modelos pueden ofrecer, y menos un SUV. Pero en Skoda han querido demostrar que este segmento es tan completo en lo que ofrece que quienes achacaban que eran modelos en cierto modo aburridos de conducir, no podrán decirlo tras subirte a este RS.

Y es que además de un diseño exterior con ciertos toques deportivos en pequeños detalles y algunos no tan pequeños como sus llantas de 20 pulgadas, por dentro también descubres que el Kodiaq RS es diferente al resto de hermanos de gama. Los asientos envolventes con reposacabezas integrados y tapizados en cuero y Alcántara y el volante achatado en su parte inferior marcan una postura claramente enfocada a disfrutar de la conducción, con mucha sujeción por parte del asiento que nos mantiene firmes al movernos entre curvas.

En el chasis, la suspensión tiene unos amortiguadores de dureza variable con un ajuste más firme que el del resto de versiones de la gama y cinco modos o ajustes diferentes, que cambian la firmeza de los amortiguadores y la respuesta del motor, del cambio y de la dirección, así como el funcionamiento de los asistentes a la conducción. La tracción, por supuesto, es a las cuatro ruedas y calcula constantemente la distribución ideal de par entre ellas.

Para disfrutar al máximo de todo lo que ofrece el Kodiaq RS, escogemos el modo Sport y ya en los primeros metros se siente como el motor TDI de 240 CV empuja con fuerza desde muy pocas vueltas y es capaz de estirar hasta las 5.000 rpm manteniendo una brillante respuesta con un cambio DSG además que efectúa los saltos entre marcha con enorme rapidez. Sorprende lo rápido que puedes llegar a circular y la facilidad con que lo hace, mejor cuanto más abierto sea el trazado. No se defiende nada mal en estrechos y virados recorridos, pero prefiere carreteras donde los firmes apoyos en curva sean algo más prolongados.

Muy preciso además de dirección y con una brillante capacidad de frenada gracias a sus discos sobredimensionados y sus grandes pinzas, apurar la entrada en curva y salir con fuertes aceleraciones nos lleva de curva en curva a ritmo vertiginoso. No llega lógicamente a ofrecer la agilidad de un turismo deportivo de similar nivel de potencia, pero el ritmo que te permite es suficiente para disfrutar de verdad. Hasta el sonido del motor que nos llega al interior, artificial eso sí, nos hace sentir que estamos ante un deportivo en toda regla.

Con la ventaja además de disfrutar en el día a día o en un viaje en familia de las cualidades de un SUV, mucho espacio, mucho confort y manteniendo a pesar de sus brillantes prestaciones unos consumos a ritmo moderado propios de un SUV con motor diésel. En carretera a ritmo de 130-140 km/h de marcador puedes moverte en cifras ligeramente por encima de los 7 l/100 km, lejos de los 11 ó 12 litros habituales en cualquier deportivo de gasolina, y con una autonomía que da para muy largos viajes sin tener que estar pendientes del repostaje como sucede en estos últimos.

Ficha técnica

VERSIÓN: Kodiaq RS 2.0 TDI 240

PRECIO: 47.100 euros

DATOS TÉCNICOS · Motor: 4 cil. en línea Cilindrada: 1.968 cm3 Potencia máx.: 240 CV a 4.000 rpm Par máximo: 500 Nm a 1.750 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 7 vel. Dimensiones: 4,70 / 1,88 / 1,68 m Peso: 1.880 kg Depósito de combustible: 60 litros Capacidad del maletero: 530 litros

PRESTACIONES · Vel. máxima: 221 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 6,9 Consumo en recorrido de pruebas: 6,9 l/100 km Autonomía en carretera: 869 km.