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Motor

Ganvam reclama reducir impuestos al coche en la proporción que se limita su circulación

Limitación de velocidad por efecto de la contaminación.

Una petición que llega en relación a las últimas decisiones no exentas de polémica adoptadas por las administraciones locales de Madrid y Barcelona. De esta forma, Ganvam, que representa a 7.000 empresas del sector, señala que aunque la automoción aporta a las arcas públicas cerca de 26.000 millones de euros anuales, las administraciones pugnan por entorpecer la vida de los automovilistas como si el coche fuera el enemigo público número uno, el principal foco de contaminación, por lo que es necesario un ajuste fiscal que termine con esta falta de ecuanimidad.

El responsable de Ganvam insistió en que la solución para hacer de las ciudades entornos más limpios no está en prohibir el uso del coche, que lleva más de un siglo proporcionando libertad al ciudadano, sino en impulsar la convivencia de todas las soluciones, máxime cuando la movilidad es una cadena donde ningún eslabón es excluyente.

En este sentido, si bien fórmulas como la conducción compartida o el pago por uso se han convertido en una tendencia imparable, no implican el fin del coche en propiedad, sino simplemente nuevas exigencias y nuevas posibilidades de utilizar el vehículo que es necesario saber armonizar y legislar adecuadamente para que convivan la nueva movilidad con la movilidad tradicional, donde el vehículo de ocasión también tiene su lugar.

Para Sánchez Torres, este nuevo escenario, marcado por la conectividad y el coche eléctrico o autónomo como actores protagonistas, supone además un reto para los vendedores, que deberán reinventarse para captar y fidelizar a un conductor cada vez más independiente, menos cautivo y más digital, pero que cambiará de coche cada cuatro o cinco años, en lugar de hacerlo cada ocho o diez como ocurre actualmente.

Por otro lado, el presidente de Ganvam también ha hecho un llamamiento al nuevo Gobierno pidiendo que reflexione sobre la elevada antigüedad del parque, en un momento en el que circulan por nuestras carreteras más de ocho millones de vehículos con más de quince años, con el impacto negativo que conlleva para la siniestralidad y el medio ambiente.

En este sentido, una de las medidas más eficaces para impulsar el rejuvenecimiento del parque e incentivar la demanda han sido los planes de achatarramiento. Para Sánchez Torres, no hay motivo para que estos planes no se articulen con continuidad ya que tienen un retorno económico inmediato para el Estado vía impuestos, por no hablar de los 1,1 millones de vehículos con una media de edad de 16,4 años que las ocho ediciones del PIVE contribuyeron a retirar de la circulación.

El presidente reconoció además que estos planes han sido los artífices de la reactivación del sector, de hecho su finalización el pasado mes de julio provocará que el mercado se quede este año a las puertas de la auto-recuperación, con 1.130.000 vehículos vendidos, lo que supone un crecimiento aproximado del 10%.

Las motocicletas también merecen una mención aparte como solución movilidad, especialmente de los más jóvenes, duramente castigados por el desempleo. De ahí que otro de los retos para 2017 sea conseguir imprimir un mayor impulso a los planes de compra para el mercado de las dos ruedas, que aunque crece a un ritmo del 13%, se encuentra ahora en la encrucijada de contar con un elevado stock de motos enmarcadas en la normativa Euro3 cuando ya es inminente la normativa Euro4.

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