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Motor

Un estudio en EEUU advierte sobre las carencias de los sistemas de asistencia a la conducción

El estudio fue realizado por el centro estadounidense Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) con cinco vehículos con sistemas automáticos avanzados.

El estudio fue realizado por el centro estadounidense Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), uno de los más prestigiosos del país en materia de seguridad del automóvil, con cinco vehículos con sistemas automáticos avanzados: BMW Serie 5 2017, Mercedes-Benz Clase E 2017, Tesla Model 3 2018 y Model S 2016, y Volvo S90 2018.

Los técnicos de IIHS evaluaron en distintos escenarios los controles autónomos de velocidad (ACC) y de carril (ALK) de estos vehículos. Estos dos sistemas combinados conforman el llamado Nivel 2 de vehículos autónomos. El Nivel 5, que todavía ningún fabricante ha alcanzado, está reservado para los vehículos que son totalmente autónomos.

El director de investigación de IIHS, David Zuby, afirmó en un comunicado que recoge Efe que no puede decir "qué compañía tiene la implementación más segura del Nivel 2 de asistencia a la conducción". "Pero es importante destacar que ninguno de estos vehículos es capaz de conducir de forma autónoma con seguridad. Un vehículo de producción autónomo que puede ir a cualquier sitio en cualquier momento no está disponible ni lo estará hasta dentro de mucho tiempo. No hemos llegado a ese punto", añadió Zuby.

El IIHS señaló que en la evaluación del sistema de autofrenado con el ACC desconectado, el sistema Autopilot de Tesla fue el único incapaz de detener totalmente los vehículos cuando viajaban a 31 millas por hora (unos 50 kilómetros por hora), golpeando un objeto estático colocado en la pista de pruebas.

Con el sistema ACC conectado, el BMW Serie 5, Mercedes-Benz Class E y los Tesla Model 3 y S frenaron de forma progresiva y evitaron el objeto, mientras que el Volvo S90 frenó de forma más abrupta, aunque también evito el impacto. El IIHS también advirtió de que el Tesla Model 3 realizó frenados innecesarios o más prudentes de lo necesario, lo que puede provocar problemas en condiciones reales de conducción.

Jessica Jermakian, directora de ingeniería del IIHS, afirmó que aunque no se crearon situaciones peligrosas, "el frenado innecesario puede aumentar el riesgo de impacto en condiciones de elevado tráfico, especialmente si es más abrupto".

Las evaluaciones de los sistemas ALK de los cinco vehículos mostraron que sólo el Tesla Model 3 se mantuvo en los carriles en todas las situaciones y circunstancias. En el resto de los vehículos, en algún momento fue necesaria la intervención del conductor.

A pesar de ello, el IIHS dijo que el potencial de los sistemas de ALK de salvar vidas es muy elevado y que esta tecnología podría salvar casi 8.000 vidas al año.

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