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Motor

BMW se borra del Salón de Barcelona a un mes de su apertura por falta de presupuesto

El nuevo BMW Serie 3 Gran Turismo.

Tenía voluntad de ir al Salón del Automóvil de Barcelona y, de hecho, así se lo hizo saber hace un par de meses a la Fira de Barcelona. Pero a un mes de la celebración del evento que abre sus puertas al público el próximo 11 de mayo la marca alemana, mítica en este tipo de eventos, acaba de confirmar hace unos días que se descuelga, según confirman a este periódico fuentes oficiales de la compañía. 

La falta de presupuesto, cada vez más ajustado por el desplome de las ventas del sector en España (menos de 700.000 unidades en total, cifra que sitúa el mercado en niveles de los años 80), ha desencadenado esta decisión. "No ha sido fácil. Hemos intentado buscar presupuesto en Alemania, pero al final, la decisión que se ha tomado es la de no acudir", dicen portavoces de la marca en España. A cambio, la marca dice que seguirá con su actual estrategia de concentrar todos los esfuerzos en ser más accesibles al cliente y en mejorar las condiciones comerciales, añaden. 

Esta misma razón es la que ha motivado a otras marcas este año tomar la misma decisión (Opel, Peugeot, Citröen, Chevrolet, Sukuzi, Kia, MMC...). La mayor parte de estas marcas se quejan de que es un evento caro y de escaso retorno por el desplome actual de las ventas. Cada marca, con una presencia media en el Salón, se gasta más de un millón de euros (cuesta unos 700 euros por metro cuadrado). Pero  todo depende de la rentabilidad y del partido que se le puede sacar. En este sentido, el principal rival de BMW, Mercedes, es una de las marcas de coches que desde el principio confirmó su asistencia a la Fira de Barcelona, porque, según sus responsables, es un evento en el que sí se venden coches. 

"Es una cuestión de presupuesto. A nosotros nos salen las cuentas. Se suelen vender coches", dicen fuentes oficiales de Mercedes. En el salón, expondrán el nuevo CLA, que se presentó previamente en Ginebra, y el clase E. "No hay ayuda este año desde el Salón (en referencia a otros años), pero nosotros también hemos ajustado los precios y los medios no son los mismos que hace tres años, aún así tendremos 1.200 metros", comentan a este periódico desde Mercedes. 

"Esto no significa que ya no vamos a ir más. Es una decisión puntual, de este año".

"Esto no significa que ya no vamos a ir más. Es una decisión puntual, de este año", dicen en BMW. El año pasado, la compañía estuvo a punto de echar un paso atrás en la participación del Salón del Automóvil de  Madrid (Madrid y Barcelona se turnan cada año). La crisis, el desplome de las ventas y la incertidumbre contagió al sector por completo y a menos de un mes de celebrarse oficialmente este salón, las marcas se plantaron de forma global. Pero finalmente, un puñado marcas salvaron el Salón, bajo el lobby que ejerció Esperanza Aguirre, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, sobre determinadas marcas de coches. 

Un salón descafeinado 

La organización del Salón del Automóvil de Barcelona está poniendo en marcha actividades y eventos para intentar animar la participación de empresas y visitantes y evitar el susto que el año pasado vivió Madrid. A los primeros les llegó incluso a proponer como actividad la entrega del premio del Coche del Año en Europa, lo que despertó entre algunas marcas un cierto aliciente por contar con la presencia de los 70 periodistas europeos más influyentes en el sector. Pero finalmente, el ganador (Volkswagen), los organizadores del premio y los jurados (periodistas) han dado la espalda a esta iniciativa de la Fira, lo que ha despertado un cierto malestar con la organización. 

El último empujón lo dará Mariano Rajoy, que en el contexto del Salón de Barcelona, está organizando un macro-almuerzo con los máximos responsables de la industria del motor. Algunas fuentes consultadas dicen que el objetivo es sacar pecho y agradecer a la industria los niveles de inversión y la riqueza que generan (12% del PIB); y otras fuentes añaden que además es un intento para forzar mayor participación en el Salón y sacar los colores a las marcas, que pese a los apoyos institucionales que recibe la industria, se descuelgan del evento. 

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