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Boamistura: arte inesperado en cualquier rincón del mundo

El barrio de Pelopincho en la Chacarita, una de las zonas más conflictivas de Asunción (Paraguay)

Cuando la ciudad duerme, los chicos de Boamistura aprovechan para apoderarse de las calles. Y toman pasos de cebra, paredes y todo lo que se les ponga por delante para convertir en arte cualquier espacio público. Hacen sonreír a las aceras con un bote de pintura. Son jóvenes, tienen ilusión y les apasiona combinar la ecuación arte-color para que el resultado del cálculo sea generar vínculos y sentimientos con las personas. 

Boamistura es un equipo de cinco personas, pero entre todos suman uno. Un ente unido que rema en la misma dirección para pensar en arte urbano. Su ingenio convierte cualquier pared en movimiento. Su gusto es capaz plasmar mensajes dispuestos a sacarte una sonrisa en cualquier esquina. Además, están en cualquier parte del mundo. Sus proyectos pueden verse en Sudáfrica, Brasil, México, EEUU, Panamá o Georgia. En España, Madrid y Barcelona son sus ciudades favoritas. Sobre todo la primera. En Madrid, su proyecto Te comería a versosnos hizo -a todos los que caminábamos por las calles- mirar al suelo antes de cruzar y lanzar una sonrisa pícara al leer los versos y pensar a quién podríamos dedicárselo. Felicidad inesperada. Así Boamistura.

¿Qué es Boamistura?

Somos un grupo de artistas urbanos, con raíces en el graffiti, que trabajamos desde 2001 con la pintura y los sprays para dejar un mensaje positivo en la calle. 

¿Cómo surgió este grupo?

Comenzó con la unión de cinco amigos que se reunían por las tardes para practicar lo que más les gustaba: la pintura en la calle. Con el tiempo, cada uno tomó su camino e hizo sus estudios y volvimos a juntarnos años más tarde para hacer de nuestra afición en común nuestro medio de vida. 

Una obra de Boamistura en la ciudad de Bogotá

¿Cómo surgen las ideas para cada uno de vuestros trabajos?

Casi siempre trabajamos con las personas y con el contexto en el que se va a desarrollar la obra. Ellos nos dan el punto de partida para que la pieza tenga una relación clara con el lugar en el que está y se comunique con las personas que lo ven cada día, de ésta forma podemos tener más impacto.

¿En quién os inspiráis para hacer las obras?

Lo que más nos gusta es ahondar en la cultura autóctona, las raíces de cada pueblo y sus apasionantes costumbres. La riqueza que descubrimos en cada viaje es asombrosa, y a nosotros nos gusta meternos de lleno, siempre con la mente vacía y sin prejuicios, para que sean ellos los que nos den las claves.

"Beleza", otra obra del grupo

¿Cómo os organizáis para trabajar en equipo?

Surge de una forma muy natural. Cada uno tiene diferentes formaciones y diferentes habilidades naturales, por lo que no es complicado distribuir el trabajo, aunque siempre nos gusta ponerlo todo en común, debatir las ideas y ejecutar la propuesta juntos.

¿Cuál es vuestra mejor cualidad?

Creemos que la variedad de formaciones y habilidades que tiene cada uno, de ahí nuestro nombre "Boa Mistura" que significa "buena mezcla".

Boamistura también apunta a Madrid

¿Y vuestro aspecto a mejorar?

Aspiramos a ir evolucionando en todo. Todos estos años han sido un camino de aprendizaje continuo, trabajando siempre lo mejor que hemos sabido, metiendo la pata de vez en cuando y otras veces dando en el clavo por error. De hecho, toda la metodología que aplicamos ahora en los proyectos, es el resultado de miles de tropezones y experiencias que nos han hecho mucho más fuertes.

En Madrid y a vuestro juicio, ¿cuál es la mejor obra que habéis realizado?

Una de la que nos sentimos más orgullosos es "Sancris de Colores", por el gran número de colectivos que se sumaron a la propuesta, de todas las disciplinas (Arquitectura, Urbanismo, colectivos ciudadanos, el ayuntamiento, voluntarios de todas partes...) La participación fue impresionante y creemos que el cambio en el espacio fue sustancial.

Boamistura conjuga la arquitectura con el color

¿Con cuál ha respondido mejor la ciudadanía?

Las frases en los pasos de peatones del centro de Madrid tuvieron una repercusión mediática que ni mucho menos esperábamos. La gente lo compartió en las redes sociales e hicieron suyas las frases, en los meses siguientes no pararon de llegar mensajes al estudio contándonos lo mucho que les había cambiado la rutina diaria gracias a la acción.

¿Se puede vivir de este tipo de arte?

Sí, se puede. De momento nosotros trabajamos día tras día para poder hacerlo muchos años más.

Uno de los integrantes del grupo dándole color a una pared

¿Y del arte en general?

Nosotros pensamos que sí, aunque no es un camino fácil. Por suerte, cada vez la gente lo aprecia más y eso hace que se den más oportunidades.

¿Es España un buen país para el arte?

Sí. Estos años de crisis han sido bastante inspiradores... En tiempos difíciles uno tiene que obligarse a pensar de otra manera y pueden surgir cosas muy potentes.

Un miembro de Boamistura

¿Qué tenéis en marcha ahora mismo?

En este momento nos pillas en pleno zafarrancho en el estudio. Parte del equipo está repintando, ordenando y redecorando para prepararnos para una intensa temporada de trabajo a partir de Septiembre. Queremos empezar la vuelta al cole con las energías renovadas.

¿Y alguno proyecto futuro?

Muchos! Éste año está siendo una locura de viajes y actuaciones emocionantes y los meses que se avecinan prometen no bajar el listón: vamos a estar en Guadalajara, México; en Antofagasta, Chile; en Varios puntos de España impulsando las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, En Shenzhen, China...

¿Por qué os dedicáis a esto?

Porque amamos lo que hacemos.

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