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Agencias

Iglesias agita a la militancia y aboga por "descentralizar" Podemos tras una primera fase "presidencialista"

En un acto público en Toledo, con motivo de la apertura de la Universidad de Otoño de Podemos Castilla-La Mancha, ha aclarado que "ahora toca entender que ya no es el momento del asalto" sino que ahora lo fundamental "es la gente". Por ello, y toda vez que ya han entrado en las instituciones, ha apostado por conformar "una estructura que esté presente en todas las bases sociales".

"Hay que estar en los barrios, en los pueblos, hacer que la gente conozca en todos sitios a un militante y construir la transversalidad en lo social, no en el Parlamento", ha apuntado.

Esta estrategia va en consonancia para Iglesias con que sean las bases "quienes manden en el partido" sin importar quién sea el secretario general en cada territorio, ya que los líderes del partido "han de ser instrumentos de la voluntad de la gente".

LOS "MEJORES" FUERA DEL PARLAMENTOS

El líder de la formación morada ha abundado en que para ser "oposición" no solo tienen que ser los mejores en el Parlamento, sino fuera de él. Esta línea estrategia viene justificada además porque "ya no van a regalar platós" a los dirigentes de Podemos, por lo que "es fundamental cavar trincheras".

Pablo Iglesias ha desvinculado su propuesta estratégica de cara a la próxima Asamblea marcando diferencias con la actitud del partido en la primera cita de Vistalegre de hace dos años.

En ese momento, ha señalado, la intención era "un Podemos centralizado, que funcionara rápido, sin luchas internas", para lo cual se necesitaba "una organización casi presidencialista". "Habíamos encontrado el hueco, que era la televisión. Teníamos al Zorro, al Coletas, y eso durante un tiempo funciona, pero ya no. Los medios ya no nos lo ponen fácil", ha relatado.

Iglesias ha hablado en este punto de un "diseño" de partido que en principio se ideó para durare unos meses, pero "se tuvo que aguantar durante años" debido a los consecutivos procesos electorales.

Tras hacer una cronología en la que se ha detenido en las convocatorias electorales de Andalucía, Cataluña y las autonómicas y municipales, se ha referido a la última fallida legislatura, donde el PSOE "tuvo que elegir entre gobernar con el PP o con Podemos".

Posteriormente, tras el último paso por las urnas y tras no consolidarse el 'sorpasso', ha reconocido que Podemos "cogió un poco de miedo". Así, ha reconocido que fue entonces cuando adoptaron un discurso "más suave y moderado". "Pero la gente dijo que teníamos que ser nosotros mismos".

Por ello, ha señalado que ahora "toca entender" que la situación actual es el caldo de cultivo de "una fase histórica", por lo que ha insistido en que la próxima reunión estatal de Vistalegre "tiene retos distintos a hace dos años".

CRÍTICAS A LA MONARQUÍA

El líder de Podemos ha hecho un repaso a los últimos 40 años de historia en España para ahondar en sus críticas a la Monarquía, calificando la Transición como una etapa que "logró blindar la monarquía". "Era algo increíble. Como monarquía no funcionaba, pero como 'juancarlismo campechano' sí. Y les funcionó", ha enfatizado.

Es por ese "blindaje" de la Monarquía por lo que Podemos centró su estrategia en "el eslabón más débil" tras las protestas del 15-M, y ese era "las élites políticas". "Eso es lo que fue Vistalegre. Habían dejado un hueco y decidimos colocar las unidades contra ese hueco, con un mando único. Era un momento irrepetible", ha explicado.

En aquél contexto, ha señalado, marcado por "corrupción, políticos golfos, banqueros detrás de desahucios y una monarquía vieja", se sumaba a "un proceso en Cataluña que ponía encima de la mesa una realidad plurinacional".

En su opinión, en ese momento, fue la Monarquía "la primera en reaccionar" con "una abdicación no voluntaria de Juan Carlos I". "Y les salió muy bien quitar a ese señor para poner a otro con más talante".

IRENE MONTERO APUESTA POR "PASAR A LA OFENSIVA"

La viceportavoz parlamentaria de Podemos, Irene Montero, ha tomado la palabra durante el acto para abogar por un movimiento popular que "pase a la ofensiva" contra "las élites económicas y políticas".

"Creo que lo que necesitamos es un Podemos a la ofensiva, poderoso, para ganar. No me gusta mucho un Podemos ganador porque ganar se hace, no se dice, y el Podemos ganador es el que gana. Y creo que quien gana no es Podemos, es la gente. La gente que usa la herramienta Podemos para ganar", ha enfatizado Montero.

"Necesitamos un Podemos para ganar, a la ofensiva. Por eso hablamos de construcción de movimiento popular. Un Podemos que entienda que el poder es capacidad de decisión sobre nuestras vidas, y los espacios de poder son muchos. Democracia significa que en los espacios de poder manda la gente", ha continuado.

Según ha manifestado, el sujeto político del cambio no es el partido. No es Podemos, es la gente que usa la herramienta". "Quien hace los cambios no son 71 diputados, sino los millones de personas que nos votan, y los que no nos van a votar pero le apetece construir con nosotros una alternativa de vida. Un país donde haya una tregua infernal", ha apuntado.

TODAS LAS SENSIBILIDADES TIENEN CABIDA

De su lado, el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, ha defendido que "todas las sensibilidades tienen cabida en un proyecto plural y colectivo" y se ha mostrado convencido de que "sumando, todos juntos, vamos a ser más y vamos a acabar gobernando esta región."

Además, ha reconocido que "quizá" durante su andadura Podemos haya cometido "errores de novato y de principiantes" pero, en cualquier caso, ha dicho, "si hemos cometido errores, han sido errores de principiantes, pero nunca errores mal intencionados o que pudieran identificarse con intereses particulares".

"Me gusta pensar que en la región somos gente honesta, sin ínfulas de grandeza, no nos cuesta reconocer los errores, si nos hemos equivocado, este espacio puede servir para seguir pensando de los errores con propósito de aprendizaje. Este espacio tiene que servir para eso", ha dicho.

Igualmente, ha admitido que a pesar de que han "corrido mucho en este tiempo", aún no han hecho "suficiente". "No nos podemos conformar con lo que hemos hecho, es mucho y poco. Estoy seguro de que con lo que hemos hecho, no podemos resignarnos, ni conformarnos, ni estar demasiado a gustito. Hemos hecho cosas importante, pero nuestro verdadero reto está por llegar: ser capaces de convertirnos en una fuerza política capaz de legislar".

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