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Botes de champú en hoteles: los clientes los echarán de menos a partir de esta fecha

La nueva regulación europea tratando de eliminar envases de usar y tirar a partir de 2030 afectará también al sector hotelero

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Los botes de gel y champú de los hoteles, con las horas contadas Pexels

Con estas nuevas regulaciones toca decir adiós, aunque no de forma inmediata, a una infinidad de paquetes y envases plásticos de un solo uso que engordan hoy la ingente cantidad de plástico y basura con la que lidian nuestros ecosistemas. Para 2030, los restaurantes, supermercados, hoteles y otros establecimientos deberán sacar de la circulación este tipo de envases unidosis y ofrecerles una alternativa al consumidor, permitiendo rellenar sus propios envases.

El objetivo primordial es el de reducir el elevadísimo número de envases que se utilizan a diario. Se estima que entre 2009 y 2020 el volumen total creció un 20%, según fuentes de Eurostat. Por otro lado, en 2021 los envases generaron 84 millones de toneladas de basura (el 20% de plástico). Prohibiendo que se ofrezcan algunos de los tipos de envases desechables más generalizados y también recurriendo más a la reutilización y la recarga de envases propios es una de las formas con las que la Unión Europea trata de conseguir sus objetivos de desarrollo sostenible.

Junto con los supermercados y restaurantes o establecimientos de comida rápida, el sector hotelero es uno de los que también se verá afectado por estas regulaciones, ya que los “envases pequeños de higiene personal”, como los microbotes de gel o champú que se ofrecen en hoteles.

Los cafés, también afectados por esta normativa

Además de sacar de la circulación a estos envases, las nuevas normas europeas indican también que “los distribuidores finales de bebidas y comida para llevar tendrán que ofrecer a los consumidores la opción de aportar su propio recipiente”, como en este caso sería la taza de café. Eso implica que el cliente tendrá el derecho a que le rellenen un envase propio (adecuadamente limpio) para llevarse un refresco o una bebida caliente, pero también comida.

A la vez, la regulación contempla también que esos mismos establecimientos deberán ofrecer un porcentaje de los envases que vendan de manera que sean reutilizables más adelante. Es decir, lo compras, te lo llevas, los lavas y puedes regresar al negocio para que te lo rellenen.

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