El Centro de la Mujer de Valencia rechaza a un becario por ser hombre

Todo parecía normal. Llegaba el momento de elegir dónde hacer sus prácticas para un estudiante de cuarto curso del Grado de Trabajo Social en la Universitat de València y, entre las posibilidades que le ofrecía Adeit -Fundación Universidad Empresa de la UV-, eligió el Centro Municipal de la Mujer-CMIO de Valencia para adquirir experiencia en un puesto relacionado con el itinerario de Igualdad y Bienestar Social que cursa. Pero al presentarse en el centro en octubre de 2015 la directora le comunicó, según recoge la queja presentada al Síndic de Greuges en diciembre de 2015 y publica el diario Las Provincias, que no podía ocupar la plaza por ser hombre.

El estudiante consideró que estaba siendo discriminado por razón de sexo y acudió al decano de la Facultad de Ciencias Sociales y al rector de la Universitat de València que se limitó a señalar que el centro de la mujer sólo quería alumnas y le ofreció otras opciones para las prácticas. Sin embargo, el bloqueo propició que de ser el sexto en poder elegir por currículum pasase al último lugar perdiendo así la posibilidad de conseguir una plaza que se adaptara a su especialidad. Ahora está de prácticas en el Comité Ciudadano Anti-Sida, que no corresponde al itinerario que cursa.

La Universitat tendría que haber advertido al alumnado de que la plaza era sólo para mujeres, considera el Síndic de Greuges

Ante esta situación, el alumno acudió citado sindicato que, tras estudiar el caso, ha decidido dar amparo al estudiante y ha denunciado que ha sufrido una vulneración de sus derechos pues considera que la Universitat tendría que haber advertido al alumnado de que la plaza era sólo para mujeres. Además, para que no se vuelva a producir un caso similar, la institución insta a la UV a excluir de su oferta de prácticas "a aquellas entidades o centros que discriminen por razón de género a cualquier persona".

Por su parte, el Ayuntamiento de Valencia ha decidido rectificar y cambiar su planteamiento. Según fuentes municipales consultadas por Las Provincias especificaron que se llamará al alumno para pedirle perdón y se le ofrecerá la posibilidad de que pueda hacer prácticas en el centro. Aunque también defendió que la plaza fuera sólo para alumnas teniendo en cuenta algunos "matices" como, por ejemplo, el hecho de que una mujer que haya sido víctima de violencia de género pueda sentirse más cómoda contándole la experiencia a otra mujer. En esa línea, el Consistorio hizo referencia al Estatuto de la Víctima que reconoce a la mujer agredida la posibilidad de elegir a un especialista de su mismo género (artículo 25, 1.d).