Cristina Cifuentes pide "limpiar" la Red de "indeseables"

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha pedido "limpiar" la Red de "indeseables" y ha defendido Twitter como un instrumento "fundamental" para que los políticos puedan entrar en contacto directo con los ciudadanos. En su opinión, internet "no es un terreno para delinquir".  Todas estas declaraciones las ha realizado en el programa de ABC Punto Radio, "Cada mañana sale el sol".

Cifuentes ha reconocido que ya hay interpuesta una denuncia por injurias en un juzgado de instrucción en Madrid y que está "interesada" en que la persona denunciada-  a la que indetificó a través de un evento de Facebook, ha admitido la propia delegada-  reciba un "escarmiento" y justificó en que no se trataba de una cuestión personal sino que lo hacía por las "personas que tienen que aguantar que la gente aproveche el anonimato para delinquir".Sobre el detonante de la denuncia, la dirigente popular admitió que se le "heló la sangre" cuando leyó una amenza de violación contra una de sus hijas.

Preguntada si estos ciberataques la llevarían, como otros casos similares, a clausurar Twitter la delegada admitió que lo sucedido es "un poco desmoralizador" y que se ha planteado este tema varias veces. Sin embargo, ha recordado que entre los más de 27.000 followers que tienen su cuenta "la mayoría son personas normales, e incluso, algunas discrepan y sólo quieren debatir".

Más amenazas como delegada del Gobierno

Acerca del origen de estos ciberataques, Cifuentes, sólo ha añadido que las mismas se han incrementado desde su llegada a la delegación del Gobierno en Madrid y que no descarta volver a acudir a los tribunales: "voy a seleccionar las amenazas más graves, algunas con nombre y apellidos", ha afirmado la dirigente 'popular' que también ha mencionado que su cuenta está controlada por la policía desde hace un mes.

La delegada del Gobierno en Madrid ha puesto sobre la mesa otro caso similar al suyo: el del alcalde 'popular' de Alcorcón, David Pérez, que también ha puesto en manos de los jueces los ataques recibidos a través de la famosa red de los 140 caracteres.