Publicado: 31/01/2016 04:00
En junio de 2013, el Ayuntamiento de Madrid anunciaba la fusión de dos sociedades públicas, Madrid Arte y Cultura (Macsa) y Madrid Visitors & Convention Bureau: nacía Madrid Destino, empresa que desde entonces gestiona los alquileres de varios teatros y centros culturales de la capital: el Teatro Español, el Circo Price, el Fernán Gómez, el CentroCentro de Cibeles, el Matadero y otros, además de las oficinas de turismo. Además se unieron a la mega empresa Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la gestora del Madrid Arena y la Caja Mágica, todas ellas de dudosa gestión.
Desde su alumbramiento, Madrid Destino ha traído consigo una polémica tras otra al Consistorio. Nada más constituirse, fueron despedidos 50 trabajadores. A lo largo de los dos años y medio de existencia de la empresa, sus trabajadores han denunciado casos de falta de transparencia en su financiación, como el alquiler del centro cultural Conde Duque a la Embajada de Estados Unidos el 4 de julio de 2014 sin informar del precio o la instalación de la terraza El Cuartel en el mismo espacio sin concurso público de por medio.
"Durante la campaña electoral, apostaban por que desapareciera Madrid Destino y lo que han hecho cuando han llegado al Gobierno es mantener la empresa, y además, con el mismo organigrama que tenía con el PP", denuncia la concejal socialista Mar Espinar
El Tribunal de Cuentas procedió en diciembre de 2014, a escasos cinco meses de las elecciones municipales, a investigar la adjudicación de contratos a dedo por parte de Madrid Destino, ante lo que la empresa, cuyo consejero delegado era entonces Pascual Fernández, empezó a regularizar las facturas firmadas.
Incluso se denunciaron supuestos acosos laborales y sexuales en su seno, hechos que la formación Ahora Madrid aprovechó para defender su programa de cambio durante la campaña electoral de mayo de 2015, según Europa Press. El departamento de Recursos Humanos elaboró un informe en el que aseguraba que tres empleados habían sufrido vejaciones laborales, diferencias de trato y expresiones machistas de distinto tono: "Te veo tanto por aquí que al final te voy a tener que meter mano" o "ven a mi despacho, que te voy a meter mano", recogía el citado texto.
Ahora, más de lo mismo, según el PSOE
Pese a sus críticas y la denuncia de haberse encontrado con una contabilidad dudosa en Madrid Destino una vez con el bastón de mando, Ahora Madrid no ha iniciado los trámites para hacer desaparecer la empresa o simplificarla. "Durante la campaña electoral, apostaban por que desapareciera Madrid Destino y lo que han hecho cuando han llegado al Gobierno es mantener la empresa, y además, con el mismo organigrama que tenía con el PP", denuncia la concejal del PSOE Mar Espinar. "Lo único que han hecho es cambiar los nombres de los cargos", afirma, "cuando la empresa necesitaba una reestructuración completamente distinta. Pues la han mantenido igual", dice.
En julio de 2015, el Consistorio madrileño nombró consejero delegado de Madrid Destino a Víctor Rodríguez, con veinte años de trabajo a sus espaldas en la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa). Rodríguez fallecía sólo seis meses después. Tras una semana, la concejal de Cultura, Celia Mayer, sustituta del polémico Guillermo Zapata, dispuso el nombramiento en su lugar de Ana Varela, sin alterarse el organigrama.
Por otro lado, el verano de 2015 se produjo un nuevo cambio: llegaba a Madrid el dramatirgo guipuzcoano Santiago Eraso para dirigir la empresa. Finalmente, el último baile de nombres en la sociedad ha sido la destitución de Juan Carlos Pérez de la Fuente como director del Español, tan sólo un año después de su llegada al mismo. Según fuentes municipales, la rescición del contrato no supone coste alguno para el Ayuntamiento, aunque los trabajadores consideran estas medidas insuficientes.
"Muchos están esperando la reestructuración, pero no quieren opinar", aseguran estas mismas fuentes, que esperaban del equipo de Manuela Carmena un cambio de fondo en la gestión de los contratos de Madrid Destino para que se hicieran mediante "concurso público".
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