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Sociedad

El joven condenado a prisión por gastar 80 € con una tarjeta clonada recoge firmas para su indulto

El joven para el que piden el indulto.

El joven granadino condenado a seis años de cárcel por pagar menos de 80 euros con una tarjeta clonada se ha enterado este viernes de que le han denegado el indulto que solicitó para no entrar en prisión, lo que tendrá que hacer antes del domingo, a pesar de haber sumado más de 182.000 firmas de apoyo en cuatro días. Alejandro Fernández, un veinteañero de Granada, fue condenado a seis años de cárcel por utilizar una tarjeta clonada para pagar en un supermercado un importe inferior a los ochenta euros al considerar el juzgado que formaba parte de una red organizada de delincuentes.

Se trata de un joven sin antecedentes penales anteriores a estos hechos, con pareja y un trabajo fijo, que ha recibido esta semana la comunicación que fija en el próximo domingo el plazo máximo para que entre en prisión para cumplir su pena. Fernández solicitó el indulto al Gobierno central en 2015, una petición que acompañó con informes favorables, pero ha descubierto este viernes que se le denegó el pasado marzo, un dato que ni él ni su letrado conocían. "Estoy sufriendo una pesadilla que no le deseo ni a mi peor enemigo, ni a la gente que me metió en esto", ha explicado a Efe Fernández, consternado por las novedades de su causa.

 "Estoy sufriendo una pesadilla que no le deseo ni a mi peor enemigo, ni a la gente que me metió en esto"

Los hechos se remontan a 2010 cuando el joven, entonces con 18 años, fue detenido tras pagar varias bebidas alcohólicas y un batido en un supermercado con una tarjeta clonada que le dio un amigo, por lo que fue condenado inicialmente por la Audiencia Nacional a doce años de prisión por pertenencia a banda organizada y estafa. Un recurso ante el Tribunal Supremo redujo su pena a seis años de cárcel, a la que deberá entrar como muy tarde el próximo domingo. "Me fié de un amigo que era veinte años mayor que yo y que dijo que era una tarjeta monedero para no llevar efectivo encima, con mi nombre, y yo pensé que todo era legal", ha explicado este joven, que desde entonces se ha personado dos veces al mes en sede judicial.

Su madre, Rosario Fernández, presentó en change.org una iniciativa para reclamar su indulto y en cuatro días ha superado las 182.800 firmas de apoyo a su causa, una respuesta social que da "fuerzas y esperanza" al condenado. Este joven trabaja desde hace cuatro años en una empresa hostelera, con un contrato fijo y un puesto de encargado que le permiten pagar mensualmente la vivienda en alquiler con derecho a compra que comparte con su pareja, actualmente desempleada. "Si me meten en prisión, ¿qué va a hacer ella?, ¿de qué va a comer estos años?", ha lamentado el joven, que ha recalcado que pasará las próximas horas disfrutando de la familia y de sus seres queridos.

Tras reunirse con personal de la Subdelegación del Gobierno en Granada, ha conocido que el indulto fue denegado en marzo y ha lamentado que sí lo recibieran como medida de gracia de la Semana Santa condenados con las mismas características que él. Ha pedido además conmutar su pena con servicios a la comunidad o incluso medidas como una pulsera que controle sus movimientos pero que le permita trabajar y mantener su vida familiar.

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