Froilán, expulsado de su colegio al suspender curso por tercera vez

El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, Felipe Juan Froilán, ha vuelto a suspender en septiembre las asignaturas que le habían quedado pendientes y tendrá que repetir curso por tercera vez. El problema es que el centro en el que estudia el primogénito de los duques de Lugo, el colegio católico Santa María del Pilar, no contempla la posibilidad de que un alumno se matricule por cuarta vez de las mismas materias, informa el diario El Mundo. Por eso, la solución para que el travieso adolescente, de 16 años, entre en veredaque pasaría por mandarlo a estudiar fuera de España.

El joven se ha pasado el verano castigado en un internado en Sigüenza, en un último intento de los duques para ver si se esforzaba y era capar de aprobar. Pero ha sido en vano. Las malas notas se han vuelto a repetir y el destino más probable para Froilán parece ser Inglaterra, donde ya estuvo durante un año académico en 2010. La infanta ya habría viajado a la capital inglesa hace algunas semanas para buscarle internado.

Foilán ha "padecido especialmente el divorcio de sus padres y el acoso mediático al que fueron sometidos él y su hermana", según fuentes cercanas a la familia citadas por El Mundo. Y eso habría contribuido a "limar su carácter rebelde". Tras cambiar de colegio en 2011, el joven tuvo la mala suerte de que, a mitad de curso, se disparó en el pie con una escopeta mientras hacía prácticas de tiro con su padre, por lo que no pudo presentarse a los exámenes finales al tener que guardar reposo. Al año siguiente, repetió segundo de la ESO, pero tampoco fue capaz de sacar adelante las asignaturas. En septiembre del pasado curso lo pasaron a un grupo especial de alumnos con dificultades para aprobar. Esa medida tampoco ha dado resultado y Froilán, en una decisión que resulta también muy dura para sus padres, tendrá que irse a estudiar fuera.

"Desde pequeño le resultó difícil sobrellevar la disciplina colegial", explica la misma fuente, que añade: "Ahora se ha unido la típica rebeldía de la adolescencia, por lo que quizá es el momento idóneo de mandarle a un internado extranjero"."