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Sociedad

Varios heridos en las protestas contra el sacrificio del perro de la enfermera con ébola

Manifestantes y varios medios de comunicación situados en la puerta de la urbanización a la llegada de la ambulancia

Un grupo de más de cincuenta personas se reunió frente a la casa de la auxiliar de enfermería contagiada por ébola en defensa de su perro, que ha sido sacrificado, según han informado fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.

El animal, que será llevado a una incineradora de Paracuellos del Jarama, ha sido el motivo de lo que los testigos han definido como cargas policiales, y que han causado al menos dos heridos.

A las 18.27 horas ha salido el furgón con el cadáver, lo que ha provocado el enfado de los concentrados a las puertas que se oponían al sacrificio. Al grito de "asesinos" y otro tipo de exabruptos, la furgoneta ha abandonado el lugar mientras los manifestantes seguían gritando y criticando la decisión. Cinco personas se han tirado al suelo para protestar y otros tantos se han puesto a llorar. Hasta el lugar han acudido cinco furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

Según el relato de un miembro de la asociación protectora de animales El Refugio, al que ha tenido acceso Vozpópuli, en el momento en que la furgoneta de veterinaria de la UCM se disponía a sacar el cadáver del animal, la Policía ha empezado a acordonar la zona aún más.

“Han llegado los antidisturbios, sin casco” relata el activista “y han sacado una furgoneta de veterinaria, que tenía las ventanas tapadas con bolsas de basura negras, y al tomar la calle, cuando llevaba 10 metros, la gente se ha puesto en medio y ha bloqueado su paso”.

Acto seguido, según relata, los policías han llegado a pararles y ha habido una avalancha de piedras y porrazos. La furgoneta ha salido de los disturbios y ha dejado “tres personas heridas en el suelo; la que menos tenía era una muñeca rota” y los otros con una herida en la cabeza.

Varios usuarios han denunciado en redes sociales los actos policiales acompañando su mensaje con fotos de los heridos.

"No ha sufrido"

Los miembros del laboratorio de Seguridad Biológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) son los que se han encargado de llevar a cabo el sacrificio del animal, "que no ha sufrido", según informa Europa Press.

Desde que ayer se conociera que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid iba a sacrificar al animal para evitar el riesgo de contagio, más de 300.000 personas han firmado en las redes sociales para intentar frenarlo.

El comunicado emitido por la Comunidad de Madrid sobre el sacrificio del animal ha sido motivo de crítica en las redes sociales al afirmar que "Sanidad eutanasia al perro de la afectada por ébola", utilizando una forma verbal inexistente, dado que no existe el verbo "eutanasiar", según la RAE.

Protestas desde primera hora de la mañana

De hecho, durante todo el día, ha habido protestaban contra el sacrificio del perro de la auxiliar. Alrededor de las 10.30 horas yahabía un grupo que intentaba evitar la entrada en la urbanización en la que vive la enfermera de una ambulancia que presumiblemente va a recoger al can.

A la urbanización donde residen Teresa Romero y su marido, Javier Limón, llegaron dos ambulancias, aunque sólo una -en la que va personal vestido con trajes de protección contra enfermedades infecciosas- ha intentado acceder al recinto, según recoge Efe.

Las aproximadamente cincuenta personas que protestaban en la puerta -con gritos de "asesinos"- han intentado bloquear la entrada del vehículo sanitario a la urbanización.

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Madrid ha concedido a las autoridades sanitarias el permiso para entrar a la vivienda con el objetivo de sacrificar a su perro, Excalibur.

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, las autoridades tenían permiso para entrar en la casa, situada en la localidad madrileña de Alcorcón, donde está solo Excalibur, con comida y agua para varios días. Y es que el marido de la auxiliar, Javier Limón, también permanece ingresado en el hospital para estudiar su evolución.

Teresa Romero Ramos, de 44 años, casada y sin hijos, es el primer caso de infección de ébola en Europa y está siendo tratada en el Hospital Carlos III de Madrid, donde presumiblemente se contagió cuando atendía al religioso Manuel García Viejo, que murió a consecuencia del virus tras ser repatriado desde Sierra Leona.

Como medida preventiva, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ordenó ayer sacrificar al perro de la pareja por entender que "supone un posible riesgo de transmisión de la enfermedad al hombre", ya que "vivía en estrecho y permanente contacto" con la paciente.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha señalado en un comunicado que, según la información científica disponible, "existen datos que confirman el hallazgo de perros con anticuerpos positivos del virus del ébola", por lo que estos animales "pueden sufrir un proceso de viremia aunque se muestren asintomáticos". "En consecuencia, no existe garantía de que los animales infectados no eliminen el virus a través de sus fluidos orgánicos, con el riesgo potencial de contagio", añade.

El esposo de la paciente se negó a que sacrificasen a su mascota y ha denunció en las redes sociales las intenciones de las autoridades de sacrificarlo, tras lo cual ha recibido numerosas muestras de solidaridad. El animal permanecía solo en la casa, si bien tenía un saco de 15 kilos de comida y agua abundante en cubos y la bañera, además de las terraza abierta para que haga sus necesidades, según Javier Limón.

Las autoridades sanitarias solicitaron ayer en el Juzgado el permiso para entrar en la vivienda de la auxiliar de enfermería con el fin de sacrificar a su perro y lo obtuvieron ante la situación de alerta sanitaria. 

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