Publicado: 27/02/2013 10:15
“No tengo ningún deseo de ser una celebridad. Hablo ahora porque tengo que defenderme. Estas serán las últimas declaraciones que haga, porque mi deseo es recuperar el anonimato”.
La ‘princesa’ alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, conocida por su discreción, ha decidido saltar al ruedo mediático tras verse salpicada por la investigación del caso Nóos. Tras la extensa entrevista que concedió al diario ‘El Mundo’ el pasado domingo, Corinna ha hablado con la revista ‘HOLA’, con el programa de Antena 3 ‘Espejo Público’ y con la revista francesa ‘Paris Match’, de la que será portada este jueves.
En la entrevista concedida a la revista 'HOLA', vuelve a incidir en que con el rey Juan Carlos sólo mantiene "una amistad cercana" basada en el “profundo respeto” que siente por él. “Es el mayor valor y el mejor embajador de España en el mundo". Corinna, que desde abril de 2012 trasladó su residencia a Mónaco, asegura haber sufrido mucho con las últimas informaciones aparecidas en los medios, que le habrían hecho “perder un cliente tremendamente importante”.
Desde la publicación de los correos de Torres, en los que aparecía su número de teléfono, su vida se habría convertido en "una auténtica pesadilla", con llamadas de desconocidos, invasiones de su intimidad y persecuciones de paparazzi. Por todo ello, ha tomado la decisión de defenderse públicamente, para que su silencio no se siga "malinterpretando”.
El viaje a Botsuana fue el detonante
Hace casi un año, la ‘amiga entrañable’ del rey dejaba de ser una completa desconocida para el gran público. El accidente que sufrió el monarca en Botsuana y la presencia de esta ‘princesa’ alemana entre sus acompañantes, desató todo tipo de comentarios.
“Las especulaciones que siguieron al viaje a Botsuana me dolieron. Fueron innecesarias y dañinas”. Asegura que acudió al país africano con su hijo Alexander y con su primer marido, Philip. “Allí pasamos nuestra luna de miel y nos reíamos mucho por estar de vuelta en ese lugar para el primer safari de Alexander”, se justifica.
Corinna, que se define como una "ciudadana del mundo" que ama el campo y la naturaleza, niega ser “esa mujer fatal con la que me han querido identificar”. “Soy una mujer rubia y alemana, y la gente ha asumido que estoy intentando manipular una situación", matiza.
Asimismo, se desliga de cualquier relación con España, donde dice no tener ningún interés laboral. "Nunca he vivido en España, y me mantendré lejos mientras mi presencia cause controversia. Pero no significa que esté huyendo", aclara.
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