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Sociedad

Un directivo de Credit Agricole ayudó a la mafia china a evadir cientos de miles de euros

Fachada de uno de los edificios de Credit Agricole.

La tentáculos de la mafia china alcanzaban a la banca. Entre los 87 detenidos hasta hoy en la Operación Emperador-Cheqian, hay al menos un directivo de una entidad financiera. Se trata de Jorge Torner Garrido Espiga, ejecutivo de banca privada en Madrid de la francesa Credit Agricole, según confirmaron a este diario en fuentes policiales. La entidad financiera no ha querido hacer declaraciones ante la llamada de este diario. Las investigación le señala como uno de los encargados supuestamente de facilitar a la red del capo Gao Ping la salida hacia China de grandes cantidades de dinero negro evitando los controles fiscales de las autoridades españoles. Siempre según dichas fuentes, el detenido presuntamente cobraba entre el 1,5 y el 2 por ciento del total del dinero evadido.

La Policía registró el despacho del directivo en la sede de la entidad francesa en Madrid el mismo dia de su arresto

Su arresto se produjo el pasado 16 de octubre, el día en el que se realizó el grueso de los arrestos, aunque hasta ahora no había trascendido. Ese mismo día, agentes de la Policía registraron su despacho en la céntrica sede de Credit Agricole en Madrid, situada en el número 1 del Paseo de la Castellana. Buscaban documentación sobre las transacciones bancarias que supuestamente hacía regularmente a los miembros de la red por varios cientos de miles de euros cada vez. Días después de su arresto, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ordenó su ingreso en prisión eludible con fianza bajo la acusacion de blanqueo de dinero. Siempre según las fuentes consultadas, Torner Garrido hacía todo al margen de los cauces ordinarios de la entidad bancaria para la que trabajaba. "Tenía una contabilidad B dedicada en exclusiva a la trama de Gao Ping", aseguran las fuentes consultadas.

Ésta era, de hecho, una de las vías utilizadas por la trama mafiosa china para evadir dinero de España rumbo a China, donde era blanqueado a través de la inversión en diferentes negocios. La investigación trata ahora de determinar si otros empleados de entidades bancarias han podido colaborar con ella. La red tenía, de hecho, cuentas corrientes en nada menos que 56 entidades diferentes. En total, la Audiencia Nacional ha ordenado bloquear cuentas de 124 personas y 235 empresas supuestamente integradas en la red. "Cuando alguna entidad financiera les ponía pegas a sus movimientos de dinero, cambian de banco rápidamente", señalan fuentes de la investigación.

Banesto 'expulsó' a Ping

Una de esas entidades fue la división de banca privada de Banesto. Supuestamente, Gao Ping y sus hombres acudían regularmente a hacer importantes ingresos de dinero en metálico, de unos 200.000 euros cada vez, que poco después se apresuraban a sacar de España en varias transferencias. El importante flujo de efectivo despertó las sospechas de los responsables de la entidad, que solicitaron al empresario chino que retirara sus fondos de Banesto y dejara de ser su cliente, según fuentes jurídicas. Banesto, como el resto de entidades financieras españolas, cuentan con un código interno y externo de lucha contra la evasión fiscal.

Los diferente clanes desarticulados tenían cuentas corrientes en 56 entidades financieras distintas

El trajín bancario de la trama era tan intenso, que los jefes de la trama se veían en la necesidad de utilizar la documentación de familiares y empleados para abrir las cuentas corrientes a través de las cuales circulaban las ingentes cantidades de dinero que las supuestas actividades delictivas de la banda generaba. Era, incluso, habitual que los titulares de las cuentas ni siquiera se encargaran de abrir las mismas pese a que ellos figuraban como titulares. Miembros de confianza de los cabecillas de la red se desplazaban a las sucursales con los pasaportes o NIE (documento de identificación de los extranjeros que residen en España) de aquellos para realizar las gestiones aprovechándose del parecido físico con el titular de la documentación.

"Quiero poner a su nombre cuentas y empresas"

El sistema, de hecho, no era nuevo. En la Operación Long (dragón blanco) que en junio de 2011 permitió a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desmantelar una red 'gemela' a la ahora desarticulada, los 'pìnchazos' telefónicos revelaron el frenesí bancario de la mafia china y, sobre todo, de sus irregularidades. Así, Wen Hai, presunto capo mafioso de aquel grupo, detallaba en una conversación a su hermana Yan-Yan, también supuesta integrante de la red, cómo abría y cerraba cuentas a nombre de un tal Xiao Qin-Zhou, empleado de uno de sus locales;

Wen Hai: ¿Estás en la tienda? Me gustaría que viniera Xiao Qin aquí para abrir una cuenta bancaria.

Yan-Yan: Le he anulado sus cuentas porque le han llegado muchas multas.

W: ¿Xiao Qin? ¿Le llegan multas?

Y: [...] Tenía en La Caixa, Caja Madrid... y las hemos cancelado todas.

W: Quería abrirle una cuenta de nuevo. Quiero utilizarlo para hacer transferencias bancarias [...] Pienso poner las empresas a su nombre a final de año. Como él no tiene nada, quiero cambiarle su NIE dándole de alta en autónomos. 

Y: No pasa nada. Yu [otro empleado] puede llevar su NIE  y le puede abrir una cuenta, que la gente del banco nunca la mira.

Una integrante de la mafia reconoce que "la gente del banco nunca mira" la documentación cuando acuden a abrir cuentas

En otra conversación intervenida, los cabecillas de aquela trama hablan de abrir una cuenta a nombre de una de sus empleadas y uno de ellos propone enviar con su documentación a "mi niñera, que se le parece". Incluso, uno de ellos pregunta "si se puede coger el NIE para enviar el dinero" ya que tiene el documento de una persona y uno de sus colaboradores "se parece mucho". Su interlocutor le recomienda para hacrlo que acuda a abrir la cuenta al Banco Guipuzcoano por que le será "más fácil". La investigación de la Guardia Civil también reveló la tacañería de los cabecillas. Xianghua Wang Ye, presunto contable de la organización, le pregunta a una de las hermanas de Wen Hai si se paga algo a los empleados por realizar transferencias y cambiar el dinero a billetes de 500 euros para luego poder evadirlo más fácilmente. Ella le contesta taxativamente que "no".

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