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Sociedad

Asociaciones feministas y de mujeres empresarias ponen en duda la idea de llevar un bebé al Congreso

La diputada de Podemos Carolina Bescansa, con su bebé, en su escaño del Congreso durante la apertura de la XI Legislatura.

La llamada conciliación de la vida familiar, personal y laboral está en pañales. La visita guiada del bebé de la diputada de Podemos Carolina Bescansa al Congreso de los Diputados durante la apertura de la XI Legislatura ha puesto el hemiciclo 'patas arriba', ya que varias han sido las diputadas veteranas -además de otros parlamentarios- que se manifestaron en contra del gesto e hicieron referencia a lo innecesario del mismo, pues la Cámara Baja dispone de guardería desde 2006.

Si bien el alboroto político y, por ende, mediático, se produjo este miércoles ante la imagen de un bebé en medio de la constitución de las nuevas y peculiares Cortes, la presencia de los hijos de la dirigente de la formación morada en la sede de su partido o en los diversos actos políticos a los que acude la ya parlamentaria -por ejemplo, en los mítines de la pasada campaña-, es habitual desde meses atrás.

"Es hora de visibilizar lo que hay en la calle dentro de las instituciones y que esta Cámara se parezca más a nuestro país", defendió la 'número tres' ante las críticas. Desde su punto de vista, las mujeres deben tener el derecho de criar a sus hijos con apego y ha confesado sentirse "privilegiada" por poder llevar consigo a todas partes a su bebé de cinco meses, un hecho que para ella supone "la norma y no una excepción".

Reivindicación versus populismo

¿Se trata de un símbolo para reivindicar la falta de conciliación entre la vida laboral, personal y familiar como han defendido algunos o, por el contrario, responde a un gesto populista como han detractado otros? Según la Federación Mujeres Jóvenes, que afirma luchar, reivindicar y trabajar "para conseguir la igualdad real de oportunidades" no es la solución y es una reivindicación "a medias". Para este colectivo el caso de la diputada Carolina Bescansa es "puntual y poco habitual" en el resto de las mujeres españolas en tanto que las dificultades de compaginar la vida laboral y familiar no siempre son favorables, ni las mismas para todas.

"Hoy día la cuestión de los cuidados sigue recayendo en las mujeres, obligando a que muchas de ellas tengan que dejar sus puestos de trabajo para ocuparse de las labores domésticas", critican. Y añaden que, si bien es cierto que la polémica que ha propiciado la líder de Podemos ha sido para "reivindicar la falta de una ley que verdaderamente regule y apueste por la corresponsabilidad", también es cierto, desde su criterio, que la puesta en escena de esta reivindicación "no ha sido tan chocante como si, en su lugar, hubiese estado un hombre". "A modo de recordatorio, el problema de la corresponsabilidad y los cuidados no es una cuestión sólo de las mujeres, sino de la ciudadanía, y aquí también entran los hombres", enfatizan desde la Federación Mujeres Jóvenes.

"No favorece la imagen de la mujer, la cual sin perder su género y cualidades, lucha a diario por obtener su reconocimiento en esta sociedad", dice Eva Serrano

Para Eva Serrano, presidenta de la Asociación Española de Mujeres Empresarias de Madrid (ASEME), la idea de Bescansa responde a acaparar portadas e intentar posicionarse al frente de un feminismo que, a su juicio, no sirve para conseguir la igualdad con respecto a los hombres. "A mi parecer es una actitud que no ayuda a la imagen de la mujer actual y juega en contra del normal desarrollo del menor", dice Serrano. Y continúa, "no hemos de olvidarnos de que los menores también tienen derechos, y por ello no deben estar en ambientes que no les corresponden, como es un lugar de trabajo, necesitan sus propios espacios".

Según la presidenta de ASEME, en ocasiones se confunde el feminismo y la lucha por los derechos de la mujer con "posiciones radicales que tiran por tierra la lucha de nuestras antecesoras". "Creo que cada día hay más medios para conciliar, empezando por nuestros propios hogares. Nos quieren despistar con posiciones sensacionalistas que no favorecen la imagen de la mujer, la cual sin perder su género y cualidades, lucha a diario por obtener su merecido reconocimiento en esta sociedad".

Obstáculos para conciliar

Desde Galicia, tierra de Bescansa, opina Blanca Díaz, fundadora de Elenda y voluntaria de la ONG feminista gallega Implicadas no Desenvolvemento. "Creo que son muchos los obstáculos que encontramos las madres y padres para conciliar. Para empezar, la creencia generalizada de que conciliar significa crear más lugares para 'aparcar' a los niños", dice. "No sé dónde deja esa gente [quienes opinan que la diputada debería dejar a su bebé en la guardería del Congreso] la lactancia a demanda, el apego, la elección de cada madre de la forma de criar a sus hijos y las necesidades de estos", se pregunta Díaz.

"Si más mujeres de esa relevancia diesen el pecho en público, este país no dudaría en ayudar a madres y padres a educar a sus hijos, en vez de encerrarlos en corralitos", opina María de Dios

Por otro lado, añade, no todas las madres pueden permitirse llevar a los hijos al trabajo, ni siquiera adaptar sus horarios o condiciones al hecho de que tienen niños. "Creo que Bescansa y otras mujeres como ella, precisamente porque pueden permitírselo, deben tener este tipo de gestos para hacer visible la infancia, la lactancia y la maternidad", considera esta trabajadora autónoma y madre. "Poco apoco se normalizaría y así, todas las madres y padres podrían tener más libertad a la hora de llevar a los bebés o niños/as al trabajo cuando sea posible", afirma.

Por su parte, María de Dios Lorenzo, madre y periodista experta en educación sexual y de género, cree que vivimos en una sociedad en la que "hace mucha falta el empuje de las mujeres como colectivo y de los hombres como compañeros en igualdad". "Preocupa que este acto se vea como un hecho que desacredita a las mujeres, cuando es todo lo contrario. Quizá si más mujeres de esa relevancia diesen el pecho en público y hablasen de la crianza con apego, este país no dudaría en ayudar a madres y padres a educar a sus hijos, en vez de encerrarlos en corralitos con otros veinte niños", sentencia. 

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