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PAÍS VASCO

Los sanitarios declaran la 'guerra' al Gobierno vasco por su gestión de la pandemia

Todos los sindicatos de Osakidetza, el servicio vasco de salud, se manifestarán el próximo 23 de enero y no descartan una huelga. Denuncian el despido de personal que luchaba contra el virus

Una ambulancia y varios sanitarios de Osakidetza que trasladan a un paciente.

Muchos sanitarios del País Vasco están hartos de la gestión de la pandemia del coronavirus que está haciendo el Ejecutivo de PNV y PSE. Y aumentan sobremanera su nivel de crítica. Tanto es así que todos los sindicatos de Osakidetza, el servicio vasco de salud, van a manifestarse el próximo 23 de enero e incluso amagan ya con ponerse en huelga si sus condiciones de trabajo no cambian.

Lo que hasta hace poco parecían quejas aisladas ha ido mutando en protestas organizadas contra la gestión del Departamento de Salud que dirige la consejera Gotzone Sagardui. Primero fueron unas concentraciones en las puertas de los ambulatorios, celebradas el pasado 22 de diciembre. Y ahora los sindicatos declaran la guerra al Ejecutivo de Íñigo Urkullu.

Más en concreto, los sindicatos SATSE, ELA, LAB, CCOO y UGT han convocado el domingo 23 de enero tres manifestaciones en Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz. Con estas protestas, los sanitarios quieren denunciar "la situación de colapso de la Atención Primaria" y "la sobrecarga de la atención hospitalaria" en el País Vasco, así como para reclamar "medidas inmediatas" para paliar esta situación.

A juicio de los convocantes, la pandemia no es la causante de todos estos problemas, sino que solo ha servido para agravar problemas que ya existían. Su enfado con el Gobierno de Urkullu es evidente

En el texto donde hacen públicas sus protestas, estas organizaciones sindicales animan a acudir a los sanitarios pero también "a la ciudadanía, así como a los diferentes movimientos sociales y organizaciones". Y lanzan una advertencia que parece un amago de huelga: "Si no se dan pasos para revertir la situación, se intensificarán las movilizaciones". De hecho, los portavoces sindicales que presentaban las marchas este miércoles no descartaban la convocatoria de algún tipo de huelga en atención primaria.

A juicio de los convocantes, la pandemia no es la causante de todos estos problemas, sino que solo ha servido para agravar problemas que ya existían. Su enfado con el Gobierno de Urkullu es evidente. Acusan a Osakidetza de "utilizar la Covid-19 para tapar un déficit estructural" y recuerdan que ya en 2019 celebraron tres jornadas de huelga que no sirvieron para que se hiciera caso a sus demandas.

Los 4.000 despedidos en octubre

En el ánimo de los sanitarios y en el origen de estas protestas sindicales está un dato revelador: el pasado octubre, cuando parecía que la pandemia remitía, Osakidetza despidió a 4.000 personas que se habían contratado como refuerzo para luchar contra la expansión del virus. Ahora, con la sexta ola en niveles impensables en Euskadi y con continuos récords de contagios, los empleados públicos recuerdan esos despidos y reclaman que vuelvan las contrataciones.

La alta tasa de temporalidad en el servicio vasco de salud, con un 60% de contratados, o el desmantelamiento de los equipos de rastreo de infecciones (desde hace unos días Osakidetza solo rastrea a las personas que pertenezcan a grupos de riesgo) también están entre las razones de estas marchas del próximo 23 de enero.

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