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Ribera del Duero Burgalesa: tres rutas para descubrir su naturaleza de primera mano

En bici o a pie a través de sabinares milenarios, viñedos y villas medievales, todo lo que debes conocer de la Ribera del Duero Burgalesa

Humedales © Turismo de Burgos
Humedales © Turismo de Burgos

Al sur de la provincia de Burgos, en la Ribera del Duero Burgalesa, la primavera regala a locales y visitantes varias rutas, de senderismo y cicloturismo, con paisajes imperdibles, bellísimos pueblos y una rica gastronomía con la que poner la guinda del pastel.

Una inmensa parte de este encanto se debe al río Duero y a sus arterias fluviales, que dan lugar a bucólicas imágenes de viñedos, campos de cereal que relucen bajo el sol mesetario y bosques, algunos pequeños y otros de enormes dimensiones, que atesoran un verdadero santuario ecológico y que se convierten en el escenario perfecto para estos recorridos.

De la otra parte del atractivo de la Ribera del Duero Burgalesa tiene la “culpa” el ser humano, gracias al cuál en estos recorridos se pueden visitar asentamientos prehistóricos, yacimientos romanos, castillos fronterizos, palacios o todo tipo de arquitectura religiosa como conventos, colegiatas, iglesias y ermitas de todos los estilos arquitectónicos.

Esta mezcla de cultura e historia se puede conocer a fondo a través de cualquiera de los 48 senderos ciclables, aptos a pie o en bici, que recorren la Ribera del Duero Burgalesa. Te traemos tres de estas rutas imprescindibles para conocer a fondo los secretos que atesora esta atractiva comarca de la provincia de Burgos y te invitamos a conocerlos de primera mano.

La Ribera del Duero Burgalesa en tres rutas imperdibles

Sendero de las Aromáticas

Considerado el sendero que define a la Ribera del Duero Burgalesa, la ruta de las Aromáticas, que comienza en Fresnillo de las Dueñas (una localidad que debe su nombre a una planta medicinal semejante al orégano que crecía allí), es un trazado que discurre a través varias zonas diferentes pero que recoge en uno solo recorrido casi todos los paisajes que se pueden encontrar en la comarca.

Campiña con viñedos, fincas con almendros, campos de cereal y bosquetes de pino se alternan con bosques mediterráneos de encina y sabina, zonas de regadío y paseos junto al río Duero y su bosque de ribera. Su belleza radica en que su paisaje también está compuesto de bodegas, todo un ejemplo de arquitectura popular ribereña.

Distancia: 16,7 Km
Tiempo estimado: 4 h Desnivel acumulado: 215m
Dificultad: Media
Ciclabilidad: 100%

Ribera del Duero Burgalesa
© Turismo de Burgos

Sendero de los Humedales del Carrascal

Gracias a una capa freática y a la pérdida de agua de acequias, que han ido inundando estas antiguas graveras, hoy existe este sendero de los Humedales del Carrascal que discurre por humedales permanentes, refugio para la variada flora y fauna que habitan estos ricos ecosistemas convirtiéndolo en un magnífico observatorio de aves.

Para explorar esta maravilla natural, el visitante parte desde Villalba de Duero en una ruta en la que el paisaje va cambiando de huertos y tierras agrícolas a un encinar, el lugar ideal para pasear en los días más calurosos, gracias a la sombra que regalan pequeñas encinas, sabinas y algún chopo, y al frescor del río Duero, oculto tras la espesura. Según avanza el sendero se pierde de vista el río y es ahí donde los humedales empiezan a salpicar el paisaje, entre choperas, viñedos, almendros y saucedas. Uno de los puntos más interesantes del camino es el monte El Carrascal, un poblado de pinos resineros y encinas que ocultan algunas trincheras y galerías construidas en la Guerra Civil.

Distancia: 10 Km
Tiempo estimado: 2 – 2,5 h
Desnivel acumulado: 25m Dificultad: Baja Ciclabilidad: 100%
Tipo de sendero: de bosque

Ribera del Duero Burgalesa
© Turismo de Burgos

Sendero del Sabinar del Arlanza

Esta ruta a través de la Ribera del Duero Burgalesa recorre uno de los sabinares más extensos del planeta, donde se encuentran ejemplares milenarios de este árbol de gran simbolismo en Castilla y León.

La ruta comienza junto a las ruinas de una de las tres ermitas que hay en Espinosa de Cervera, la de San Roque, continuando por un impresionante bosque de robles centenarios hacia la segunda de las ermitas, la de San Ginés. Entre sabinas, la senda continúa hacia el alto del Picacho, a cuyos pies se encuentra la tercera y más importante de estas ermitas, la de la Virgen de la Talamanquilla, patrona del pueblo.

Desde la siguiente meta, el alto de la Matalarruda, se podrán ver unas increíbles vistas del desfiladero del Arroyo Mayor y, a partir de aquí, el camino dibuja un agradable descenso entre sabinas e imponentes rocas, mientras en el cielo los buitres planean las corrientes térmicas. Al final de la ruta, se pueden ver antiguas plantaciones de zumaque, un matorral utilizado antiguamente como tinte y para curtir pieles. Ya en el pueblo no puede faltar una visita a su iglesia del Sigo XII, su fuente pública, su arquitectura popular y la casa del médico.

Distancia: 14,4 km
Tiempo estimado: 4 h
Desnivel acumulado: 363 m
Dificultad: Media

Ribera del Duero Burgalesa

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