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El plan electoral de Arrimadas: polarizar con ERC y dar el 'sorpasso' al PDCat

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas.

Con su ratificación vía primarias como candidata a la Presidencia de la Generalitat, la líder de Ciudadanos en Cataluña y portavoz nacional, Inés Arrimadas, ha arrancado formalmente su precampaña con la vista en puesta en un adelanto de las autonómicas. En la formación centrista están convencidos de que la deriva del presidente catalán, Carles Puigdemont, y sus socios, afanados ahora en convocar una consulta de independencia unilateral para el próximo otoño, traerá consigo otro paso por las urnas antes de lo previsto. Así, el partido naranja ha comenzado a engrasar la maquinaria con un doble propósito: polarizar con ERC y dar el 'sorpasso' al PDCat, según las fuentes internas consultadas por Vozpópuli.

En el partido de Albert Rivera también dan prácticamente por hecho que Esquerra y la antigua Convergència, integrantes ahora de Junts Pel Sí (JxSí) concurrirían por separado a una cita con las urnas. Y es aquí donde ven al actual vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, como el principal rival a batir dentro del bloque independentista. Es por ello, apuntan las fuentes citadas, que la estrategia se centrará fundamentalmente en confrontar la mayoría de los mensajes con el líder de ERC, tratando de polarizar entre los que están del lado del secesionismo y los que no. La formación naranja dará su principal batalla en la dimensión identitaria.

Aquí Arrimadas se situará como la única candidata de una fuerza constitucionalista capaz de ser alternativa de gobierno sin concesiones soberanistas o ligaduras con el nacionalismo. En lo primero, tales fuentes ubican a los partidos que integran Catalunya Sí que es Pot, entre ellas Podemos, y al PSC en tanto están dispuestos, sostienen, a dar alas a lo que denominan "derecho de autodeterminación". Y en lo segundo, sitúan al PP por su relación con la antigua Convergència. Sobre esto último, la propia Arrimadas viene señalando que el Pacto del Majestic entre ambas formaciones "sigue vivo para tapar la corrupción".

No obstante, y aunque Ciudadanas salga en Cataluña a dar lo máximo para convertirse en primer fuerza y gobernar la Generalitat ("Estamos listos para liderar una alternativa para todos los catalanes", destacó Arrimadas este sábado), lo que cierto es que el objetivo primordial que se han fijado el partido de Rivera para unas elecciones catalanas anticipadas es superar al PDCat de Carles Puigdmont y Artur Mas. Ser segunda fuerza sólo por detrás de ERC es la meta más cercana y realista que se han marcado los estrategas de la formación naranja, según admiten tales fuentes internas a este diario.

Inés Arrimadas se situará como la única candidata de una fuerza constitucionalista capaz de ser alternativa de gobierno sin concesiones soberanistas o ligaduras con el nacionalismo

Como toda batalla electoral, esto no será un camino de rosas y hay dos riesgos importantes a los que el equipo de Arrimadas, que perfila la estrategia de manera autónoma al aparato de Madrid, deberá hacer frente. El primero de ellos entronca con el nacionalismo moderado. Para que Ciudadanos adelante a la antigua Convergència, es inevitable que la formación nacionalista pierda votos por su lado menos radicalizado, porque los convencidos bien repetirán siglas o se irán a Esquerra Republicana. Es un voto urbano, de profesionales de clase media, de autónomos, de pequeños y medianos empresarios, que se movían antes en la órbita de Unió y que anteponen la economía de su casa y de su negocio a la estelada y la incertidumbre de la desconexión. En el manejo de este espacio, y con tal de sumar el mayor apoyo posible, Ciudadanos puede caer en el error de perder simpatizantes constitucionalistas, por lo que sus pasos aquí serán mirados con lupa. Las fuentes citadas aseguran que Ciudadanos no se lanzará a por ese voto del nacionalismo moderado, aunque dará por buena la llegada, por sí mismos, de esos conversos.

Y el otro gran riesgo, que también guarda relación con el primero, es la administración del giro liberal dado por el partido y aprobado en su último Congreso, celebrado el pasado febrero. En la elección de los compromisarios de Cataluña para aquella cita, no ganó el aparato de Rivera sino la corriente socialdemócrata. Aquel triunfo de los críticos no sólo cuestionó ese giro liberal en el nuevo ideario, sino que supuso más bien un serio aviso al perfil bajo que, según voces de aquella corriente sondeadas por Vozpópuli, estaban adoptando Arrimadas y su equipo en la batalla diaria frente al nacionalismo. Declaraciones de la líder de C's en Cataluña como estar dispuesta a participar en un "referéndum legal y con validez" (así lo dijo en noviembre de 2016 en una entrevista en El Suplement de Catalunya Ràdio), le han hecho ser receptora de críticas internas por cierta condescendencia ante el desafío soberanista. Desde el partido naranja niegan este extremo y se remiten a las intervenciones de Arrimadas en el Parlament.

Baja movilización

A esto último se une el descenso de afiliados de Ciudadanos en Cataluña y la baja movilización de los mismos que ha puesto de manifiesto la celebración de estas primarias. Los resultados conocidos el sábado cifraron en un 35,18% la participación y revelaron que el partido naranja cuenta con sólo 2.345 militantes en su comunidad de origen y referencia, una vez se ha actualizado el censo. Para la Asamblea General de principios de año, el partido contabilizó un tercio más de afiliados (en concreto, 3.577), pero aquí se incluyeron militantes con varios meses de impagos en la cuota para que se pusieran al día y participaran en el proceso de votación. Desde la formación centrista aseguran que han continuado produciéndose altas en esta delegación tras dar de baja a los morosos y poner el censo al día.

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