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El hermano de González pidió hasta dos veces reunirse con el número dos de Interior

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto.

El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha revelado este viernes en sede parlamentaria que el hermano de Ignacio González, Pablo González, no sólo solicitó en enero la polémica reunión mantenida el 8 de marzo, sino que también lo hizo días antes de esta cita, justo cuando la investigación de la 'Operación Lezo' se encontraba bastante avanzada y el entorno de González ya tenía sospechas de que estaba siendo vigilados por la Policía Judicial.   

"La reunión se solicita a principios de enero, reiterando la petición a principios de mes de marzo", ha indicado Nieto en su comparecencia en la Comisión de Interior. No obstante, varios días después de aquello se produjo finalmente la reunión, en concreto el 8 de marzo, justo después de que los González mantuvieran una reunión familiar para ver cómo podrían zafarse de la investigación.

Sin embargo, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, no habló de esta insistencia en la última sesión de control en el Senado y sólo afirmó que hubo una solicitud de González en el mes de enero "después de Reyes" y que no se produjo la reunión hasta el 8 de abril. 

Nieto ha señalado que la vez anterior que habló con Pablo González, director de Operaciones y Estrategia de Mercasa, fue en las elecciones municipales de 2015. Ambos se conocieron, ha dicho, cuando el hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid era presidente de Mercacórdoba y él alcalde de la ciudad andaluza. "Me preguntó por mi nueva etapa en el Ministerio y hablamos sobre una colaboración sobre cuestiones de seguridad de los nuevos centros de Mercasa", ha afirmado Nieto. El secretario de Estado de Seguridad también preguntó a su interlocutor por dos proyectos del Ayuntamiento de Córdoba relativos a Mercacórdoba. Además, ha apuntado que González "me pidió mantener una reunión más extensa sobre esa colaboración".

"Nada se ha ocultado y nadie se ha escondido". "¿De qué se me acusa, de recibir a un alto directivo de una empresa pública? ¿De inmiscuirme en una investigación de la UCO?", ha declarado Nieto.

El secretario de Estado de Seguridad comparece este viernes ante la Comisión de Interior para explicar su reunión con Pablo González, hermano de Ignacio González, ambos encarcelados en el marco de la 'Operación Lezo' por supuesta corrupción en la empresa pública madrileña Canal de Isabel II. La comparecencia había sido solicitada por el propio Nieto, aunque también la reclamaron grupos de la oposición como el PSOE.

La citada reunión con Pablo González, confirmada por el propio secretario de Estado, tuvo lugar en el Ministerio de Interior el pasado 8 de marzo, justo al día siguiente de que el expresidente madrileño recibiese el 'chivatazo' de que estaba siendo investigado. No sólo se pincharon los teléfonos de su entorno, sino que también se instaló un micrófono en su despacho particular. 

Según han publicado diversos medios, a la salida de esa reunión, Pablo González llamó por teléfono a una persona y le aseguró textualmente que "el encuentro" había sido "muy interesante" y que se "lo contaría, aunque no por teléfono".

Sin embargo, el propio secretario de Estado de Seguridad aseguró el domingo que en esa cita no se habló de la 'Operación Lezo', sino que sólo fue "un saludo" en el que el hermano del expresidente madrileño le felicitó por su nombramiento y le dijo que era un alto directivo en materia de seguridad de la empresa pública estatal Mercasa.

Nieto ha recibido el apoyo del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que afirmó el pasado martes en el Senado que su 'número dos' "no tenía ni idea" de que Pablo González estaba siendo investigado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el marco de la investigación "independiente" dirigida por la Fiscalía y el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco.

En la sesión de control en la Cámara Alta, el ministro explicó que Nieto concedió la reunión a González como cargo directivo de Mercasa y "no tenía ni la menor idea" de que él y su hermano, el expresidente de la Comunidad de Madrid, estaban siendo investigado. "No ha habido ninguna injerencia del Gobierno. En España la Justicia funciona", enfatizó.

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