El pasado 2020, 18,1 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer. La enfermedad, que se puede manifestar de múltiples formas diferentes, es una de las principales causas de mortalidad en todo el globo, y se espera que los números vayan en aumento. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, se espera que las cifras aumenten a los 28 millones para 2040. Pero al hablar de los grupos poblacionales, esta semana se pone el foco en los más pequeños: hoy, día 15 de febrero, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
Según la Asociación Española contra el Cáncer, el pasado 2023 hubo 949 diagnósticos de la enfermedad en la franja entre los 0 y 14 años. Esto significa que cerca de mil niños y niñas sufren cáncer de forma anual en España. Así, son muchas las iniciativas que trabajan por dar visibilidad a esta lacra, mejorar su calidad de vida y, en definitiva, ayudarles a superar esta dura patología. Sin comprender demasiado bien lo que ocurre -o en ocasiones, entendiendo cada fase del proceso demasiado bien-, los niños ven cómo sus vidas se paralizan para luchar contra enfermedades como la leucemia.
El cáncer de la sangre es el tipo que más afecta a los más pequeños. Este se origina en la médula ósea, tejido que se encuentra en el interior de los huesos y que produce las células sanguíneas.Así, este último factor es el que más riesgo entraña para los enfermos: su crecimiento es más rápido, sobre todo a edades tempranas, momento en el que las células se reproducen con mayor sencillez y facilidad. En estos casos, los síntomas pueden ir desde la anemia -que implica palidez y cansancio- hasta la aparición de hematomas e infecciones, entre muchos otros.
Iniciativas contra el cáncer infantil
En España son muchos los profesionales que trabajan por dar visibilidad a este grave problema, así como para ayudar a los más pequeños y sus familias a superar este duro trance. En esta línea trabaja la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil -FEFCI-, que se ha pronunciado sobre la importancia de dar apoyo psicológico a los niños y sus seres queridos. Así, apuestan por aumentar la presencia de profesionales especializados en el acompañamiento para prevenir trastornos de tipo emocional, además de orientar, apoyar y velar por el bienestar de los pacientes y su entorno en cada etapa del cáncer pediátrico.
Por su parte, la cultura también toma un importante partido en el asunto. El proyecto ‘Good Max’ pone en valor la importancia de la investigación pública y privada del cáncer infantil en España, enfermedad que recibe únicamente el 4% de los fondos destinados a la investigación del cáncer en términos generales. De esta manera presentan la película ‘Good Max, furia contra el cáncer infantil’, donde un valiente niño de 12 años de Barcelona lucha contra un tumor recién diagnosticado. La pieza no es más que un reflejo de demasiadas historias reales, y cuenta con testimonios como el de los padres del pequeño, Ignacio Villaroig y Carmen Saura.
“Creemos que hemos ido pasando fases, al inicio, conmoción, incredulidad y negación; después de un tiempo cuando los peores diagnósticos se confirman, miedo, culpabilidad y mucha tristeza”, explican. “En nuestro caso hubo un punto, ya no recordamos cuando, que decidimos tomar el control de las decisiones y actuar en las partes de esta enfermedad que dependen de nosotros, cómo hacer esta acción con Max”, añaden. Y la lista de iniciativas continúa: más de 84.000 niños y niñas de España participarán este fin de semana en ‘Goles contra el Cáncer infantil’ y ‘Canastas contra el Cáncer Infantil’, proyectos de la Fundación Unoentrecienmil.
Aún así, está claro que queda mucho camino por recorrer. La Federación Española de Familias amplía los datos, y afirma que más allá de los diagnósticos en menores de 14 años, el problema se amplía al sobrepasar esta barrera: cada año se detectan 400 casos de cáncer en la franja de los 14 a los 18 años. A pesar de ello, es importante recordar que la tasa de supervivencia en España es del 83,9% hasta el momento, datos contra los que se trabaja y lucha por mejorar. Finalmente, a nivel europeo se detectan 35.000 casos al año.