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Internacional

Reino Unido planea límites adicionales a la contratación de extranjeros

La primera ministra británica, Theresa May.

El Gobierno de Theresa May tiene la inmigración en su punto de mira. En plena polémica por el control de la inmigración ante la salida del Reino Unido de la UE, los conservadores han señalado que existe una necesidad de revisar la contratación de extranjeros porque muchos empleos pueden ser cubiertos por británicos.

La encargada de hacer el anuncio ha sido la titular de Interior, Amber Rudd, quien se ha encontrado de frente con la oposición y algunos sectores empresariales. Rudd ha indicado que se necesitarán límites adicionales a la contratación de extranjeros y a la entrada de estudiantes a fin de "cambiar la tendencia" de la opinión pública sobre inmigración tras la victoria del 'brexit', lo que provocó que el portavoz laborista de Interior, Andy Burnham, calificase la idea de "racista".

Mientras tanto, la primera ministra británica, ha clausurado el congreso anual del Partido Conservador con un discurso en el que se han echado en falta medidas concretas, aunque sí ha dado un giro al centro político al defender los servicios públicos. May ha presentado una visión del conservadurismo británico más solidaria con las clases menos privilegiadas al tiempo que ha dejado a un lado la defensa del estado pequeño de sus predecesores para remarcar que el Gobierno puede ser una "fuerza del bien".

"Quiero situar al partido y a nuestro país en el camino hacia un nuevo centro de la política británica, construir sobre los valores de justicia y oportunidad, en el que todos respeten las reglas y que cada persona, sin importar sus antecedentes o los de sus padres, tenga la oportunidad de ser lo que quiera", ha afirmado. Al referirse al 'brexit', May ha admitido que a la actual generación le ha tocado hacerse cargo de los profundos cambios que sufrirá el país fuera de la UE, pero prometió construir un futuro "más brillante", "justo" y "fuerte" para el Reino Unido.

May anticipa que lass negociaciones con Bruselas serán duras

En su intervención, la política admitió que las negociaciones con Bruselas serán "duras" y que es prematuro saber cuál será el resultado de las mismas, aunque requerirá un "ceder y tomar". "El Reino Unido es un país diferente" tras la votación en el referéndum, dijo la jefa del Gobierno, quien, no obstante, aseguró que hará esfuerzos para que las empresas comercien con Europa.

También ha subrayado que fue la "callada determinación" de los británicos lo que les llevó a "desafiar las amenazas" sobre las terribles consecuencias de la retirada al votar por el 'brexit'. El voto a favor de la salida, ha explicado, puso de manifiesto las profundas divisiones de la sociedad británica en los últimos años pues muchas veces la gente trabajadora se ha sentido ignorada por los "privilegiados y los poderosos".

May sostiene que el apoyo al 'brexit' ha puesto de manifiesto las profundas divisiones de la sociedad británica

"No fueron los adinerados los que hicieron los mayores sacrificios después de la crisis financiera, fueron las familias trabajadoras", explicó ante las bases "tories". Ante la situación de la sociedad, May ha pedido a los británicos, tanto a los que votaron por permanecer como los que respaldaron la salida de la UE, que se unan a ella para cambiar las cosas. "Venir conmigo y haremos el cambio", ha sentenciado May en su primer discurso como jefa del Gobierno del Reino Unido.

La política conservadora ha informado que activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa -que establece un periodo de dos años de negociaciones- para antes de finales de marzo de 2017 y que se presentará en el Parlamento el proyecto de ley para derogar el acta que incorporó al Reino Unido en la UE en 1973.

"Entonces las leyes del Reino Unido se harán en (el Parlamento) de Westminster, y los jueces no se sentarán en (el tribunal europeo) de Luxemburgo, sino en los tribunales británicos", ha añadido.

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