Túnez ha decretado estado de emergencia en todo el país y ha ordenado un toque en la capital en respuesta al atentado yihadista que el martes por la tarde segó la vida de al menos 13 militares en el centro de la capital. Es la segunda vez que el gobierno adopta esta medida después de que mantuviera durante dos meses y medio el estado de emergencia decretado tras el atentado que el 26 de junio costó la vida a 38 turistas extranjeros en una playa de la ciudad costera de Susa, en el centro-este del país.
De acuerdo a la televisión pública tunecina se trata de un atentado perpetrado por un suicida que hizo estallar una bomba cuando el autobús pasaba frente a la sede de antiguo partido del dictador derrocado, Zinedin el Abedin Ben Ali, en la concurrida avenida Mohamed V. En un comunicado, el Ministerio de Interior ha confirmado que se trata de un ataque terrorista, y que entre las víctimas hay un número elevado de muertos y heridos.
Las autoridades tunecinas han decidido cerrar el Aeropuerto Internacional Túnez-Cartago y las zonas turísticas tras el atentado
Túnez ha sido escenario este año de dos atentados yihadistas, uno en marzo y otro en junio, que tenían como objetivo el turismo y que segaron la vida de 60 visitantes extranjeros en la capital y en la ciudad costera de Susa. En el último mes y medio, las fuerzas de Seguridad tunecinas han anunciado el desmantelamiento de más de una decena de supuestas células yihadistas y detenido a más de medio centenar de sospechosos en todo el país.
"Revolución del Jazmín"
Además, en las últimas semanas habían puesto la ciudad en estado de alerta y anunciado que habían impedido ataque y procedido a detenciones en la avenida Habib Bourguiba, otra de las principales arterias de la capital. El salafismo radical ha rebrotado en Túnez desde que en 2011 la llamada "revolución del Jazmín" derrocara la dictadura del huido Ben Ali. Desde entonces, grupos yihadistas se han asentado en la región de Kasserine, convertida en centro de reunión de radicales de todo el Magreb.
Túnez es, además, el primer país del mundo en número de voluntarios que viajan a luchar junto al yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, con más de 5.000 milicianos y colaboradores, de los que cerca de un 15 por ciento ha regresado.
Las autoridades tunecinas han decidido cerrar el Aeropuerto Internacional Túnez-Cartago y las zonas turísticas tras el atentado que se ha producido este martes contra un autobús de guardias presidenciales en la capital, según ha informado Radio Mosaique.
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